Revista mensual de publicación en Internet
Número 73º - Febrero 2.006


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CRÍTICA DISCOGRÁFICA

En esta sección incluimos las críticas discográficas de este mes. También pueden consultarse las críticas de meses anteriores. Si usted es agente comercial de un sello discográfico, puede ponerse en contacto con nosotros.

CRÍTICA DISCOGRÁFICA de este mes.
  Les concerts Royaux.  Por I. Deleyto.
 Jordi Savall mantiene un ritmo frenético de grabaciones para su sello Alia Vox que, como todos los aficionados saben, aúna exquisita presentación y excelentes tomas de sonido. Tras haber llevado al disco varias obras de F. Couperin en el pasado aborda en este nuevo registro Los Conciertos Reales, piezas amables y de circunstancia creadas para el Rey Sol. Como viene siendo habitual, Savall se ha rodeado de un selecto grupo de músicos: citar nombres como los de Marc Hantaï, Alfredo Bernardini, Manfredo Kraemer o Bruno Cocset es empacharse de la crema y nata de la música antigua europea (británicos excluidos, pues, se dice que éstos nunca han sido santo de devoción del violagambista catalán).
  El "Doble concierto" de Lloyd Webber.  Por Fernando López.
 Este compacto se anuncia, ahí es nada, como el actual número uno en las ventas de EMI Classics. The Woman in White Suite es ni más ni menos que lo que su nombre reza: una suite sinfónica de veintiséis minutos de duración con los principales temas de la última creación escénica (se estrenó en septiembre de 2004) de Lord Andrew Lloyd Webber, bien arreglada para la ocasión por un tal Laurence Roman. El plato fuerte del disco es más difícil de definir. Digamos que bajo el nombre de Phantasia se esconde una fantasía concertante para violín y violonchelo sobre el material temático de la más exitosa producción.

The Golden Voice? Por Rubén Flórez.
 "The golden voice" (la voz de oro) es como subtitula Decca este recital del joven tenor maltés (28 años) Joseph Calleja. Yo me pregunto si es el título más acertado. Bergonzi sí sería una "golden voice", pero este tenor que "acaba de empezar", no sé yo... más aún escuchando los resultados. A Calleja pude escucharle en la Temporada de Ópera de Oviedo un Conde de Leicester de Maria Stuarda, en enero de 2003, que no pasó de lo discreto. Pocos meses después Decca le ficharía en exclusiva... aún no entiendo el por qué. Este es el segundo disco que graba como protagonista.
  Terfel superstar.  Por Rubén Flórez.
 Bryn Terfel ha pasado ya a engrosar la nómina de los ídolos musicales de Gran Bretaña, y la DG ya lleva dedicando, con este, dos discos al barítono galés para que cante, literalmente, lo que le venga en gana, siempre que sea un producto apto para todos los públicos. En este nuevo recital se han incluido desde canciones tradicionales de diferentes partes del mundo (austríacas y suecas, por ejemplo) a bandas sonoras de películas, como la Cavatina, de Stanley Myers (de la película El cazador de Michael Cimino) pasando por autores del musical de Broadway como Stephen Sondheim, sin olvidar a los clásicos.

  Sinfonía melódica.  Por Ignacio Deleyto.
 El último disco de los Berliner Barock Solisten nos presenta a un Telemann muy inspirado con obras de categoría que suenan a Vivaldi o Bach: un Telemann catalizador de las corrientes musicales europeas de su época con una inclinación especial por lo italiano y lo francés. Destacaremos la pieza que da nombre al disco, la Sinfonía melodica, y los dos conciertos para violín aunque, en realidad, ninguna de las obras grabadas tiene desperdicio. En estos tiempos en los que está mal visto interpretar música barroca con instrumentos modernos...
  Nuevo acierto de Lang-Lang. Por Rubén Flórez.
 El pianista chino Lang Lang ha grabado su primer recital en estudio, para su sello, Deutsche Grammophon. Un recital en el cual el joven intérprete ha decidido reunir músicas que han marcado su infancia y su aprendizaje, desde alguna que escuchaba por la televisión en dibujos animados, hasta las primeras obras que interpretó en su carrera internacional (aún corta, aunque en China ya le han escrito una biografía). El disco se abre con una Sonata de Mozart, la K. 330, una interpretación intimista, pero sin dejar de lado cierto toque lírico-romántico.