Revista mensual de publicación en Internet
Número 75º - Abril 2.006


Secciones: 

Portada
Archivo
Editorial
Quiénes somos
Entrevistas
Artículos
Crítica discos
Bandas sonoras
Conciertos
Web del mes
Suscribir
Buscar
 

 

 

CRÍTICA DISCOGRÁFICA
 
CRÍTICA DISCOGRÁFICA de este mes.
  Aromas de Sefarad.  Por Fernando López.
 Me gustaría poder recomendar este disco. Me gustaría porque la música sefardí, que nos ha llegado desde el medioevo hispano a través de los siglos y de diferentes lugares del planeta tras la diáspora, es en su naturalidad y simplicidad de una belleza sobrecogedora. Y me gustaría también porque intérpretes como los que conforman este Trío Sefarad, que recorre incansablemente nuestra geografía, luchando con la mayor voluntad y entusiasmo contra viento y marea para darnos a conocer estas maravillosas canciones, son merecedores de la mayor admiración y respeto.
  Radamisto.  Por Ignacio Deleyto.
 En un artículo publicado en 1993 sobre el estado del arte de la ópera handeliana*, Stanley Sadie constataba que pese a vivir una época de resurgimiento motivado por la industria discográfica y el movimiento historicista, más de la mitad de sus óperas italianas todavía esperaban por una grabación digna o no se habían pasado a disco compacto. Sin ser exhaustivo, pues, obviaba óperas como Giustino, Sadie reclamaba la presencia en el catálogo de algunos títulos que, en su opinión, merecían atención; entre ellos mencionaba, en primer lugar, Radamisto, para luego seguir con títulos como Poro, Riccardo Primo, Ariodante** o Serse, las dos últimas calificadas de “omisiones escandalosas”.

Andsnes vuelve a Rachmaninov. Por Rubén Flórez.
 Leif Ove Andsnes saltó en su día (1995) de Virgin a EMI precisamente con Rachmaninov: en aquella ocasión le tocó preparar el Concierto para piano Nº 3 junto con la Filarmónica de Oslo y el veterano Paavo Berglund a la batuta. Diez años después, y ya bien asentado en EMI como uno de sus pianistas "estrella", aborda los Conciertos 1º y 2º. En esta ocasión sus acompañantes son Pappano y la Filarmónica de Berlín. ¿Se completará un nuevo ciclo Rachmaninov? Andsnes sigue con su forma de abordar el gran repertorio como hiciera desde sus inicios.
  El Bruckner de Karajan en EMI. Por Ángel Riego.
 Las grabaciones que realizara Herbert von Karajan son una mina para los sellos discográficos, pues se reeditan una y otra vez y se siguen vendiendo dada la fama, tanto la musical como la que hoy llamaríamos "mediática", que alcanzó en vida el célebre director de orquesta. De hecho, la EMI ya había sacado al mercado hace unos 10 años una "Karajan Edition" cuyo principal inconveniente era la presentación, con unas portadas bastante horteras donde se veía a Karajan dirigiendo, y de fondo algún edificio importante de la ciudad donde se realizaban las grabaciones.

  William Christie vuelve a Charpentier.  Por Ignacio Deleyto.
 La versión del Te Deum de William Christie está justamente considerada como una de las grabaciones más famosas del barroco francés y, si nos apuran un poco, de toda la obra grabada del compositor francés. Aunar grandeza, nobleza, dramatismo y energía y al mismo tiempo obtener una excelente respuesta por parte de solistas, coro y orquesta no es algo que ocurra todos los días. Por ello, aquella versión, registrada en 1988 para Harmonia Mundi, se erigió en la referencia absoluta para esta famosa obra, famosa por su preludio convertido en sintonía de Eurovisión.
  Minkowski sigue con Offenbach. Por Rubén Flórez.
 Parece que Minkowski le ha tomado cariño a Jacques Offenbach, compositor alemán de nacimiento y francés de corazón. Esta es ya su tercera aproximación discográfica a una opereta completa de este compositor. Antes vinieron Orfeo en los infiernos para EMI y La Bella Helena para Virgin, y ahora llega La Gran Duquesa de Gérolstein (donde, como en las dos anteriores, utiliza la versión original), curiosa obra a la que se han acercado batutas tan "diferentes" entre sí como esta de Minkowski, y en su día la de René Leibowitz.

"La mamma morta" en versión original.  Por A. Riego.
 Es curioso lo sucedido con la célebre aria "La mamma morta" (perteneciente a la ópera Andrea Chénier de Giordano) antes y después de su inclusión en 1993 en la película Philadelphia, lo que nos puede ilustrar, por si aún hiciera falta, acerca del poder del cine como divulgador de músicas que conocería apenas una minoría si no aparecieran en la gran pantalla pero que, cuando salen, se convierten en un fenómeno de masas. En los primeros recopilatorios que se hicieron en CD con arias cantadas por María Callas no solía figurar la grabación que hiciera en Londres, en septiembre de 1954, de "La mamma morta".
 





¡Aquí puede ir su publicidad!