Revista mensual de publicación en Internet
Número 53º - Junio 2.004


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BSO DE HARRY POTTER Y EL PRISIONERO DE AZKABAN

 Por Joaquín R. Fernández 

 

En 2001 John Williams logró captar con sus notas toda la esencia de "Harry Potter y la Piedra Filosofal", la adaptación cinematográfica de la novela infantil que dio a conocer en todo el mundo a la escritora J. K. Rowling. Un año después llegó a las carteleras su continuación, "Harry Potter y la Cámara Secreta", cinta en la que colaboró con William Ross, ya que sus compromisos profesionales en otros proyectos le impidieron trabajar a fondo en esta banda sonora (de hecho, durante 2002 el compositor de "Tiburón" trabajó para tres de los filmes más importantes de la temporada: "Star Wars. Episodio II. El Ataque de los Clones", "Minority Report" y "Atrápame si Puedes"). Por suerte, esta vez su agenda no está tan apretada como en los últimos tiempos y, aparte de "La Terminal", de Steven Spielberg, nada le ha impedido a John Williams dedicarse por entero a "Harry Potter y el Prisionero de Azkaban".

La pista uno del compacto, «Lumos! (Hedwig's Theme)», es una preciosa adaptación del tema central de la serie, cuyo uso es, por cierto, bastante anecdótico a lo largo de toda la película. A continuación se suceden un par de piezas realmente curiosas y juguetonas; la primera, «Aunt Marge's Waltz», es una descripción de la divertida escena en la que la tía Marge se convierte en un globo a causa de los efectos de la magia de Harry Potter, mientras que «The Knight Bus» es una composición realmente atípica en toda la saga, una extraña combinación de sonidos jazzísticos que sirve de acompañamiento a la secuencia en la que el Autobús Noctámbulo lleva a nuestro protagonista ante el Ministro de Magia. Aunque arriesgado, es un corte que no termina de casar con las imágenes, habiendo quedado mejor aquí una música algo más clásica y orquestal.

El resto de la partitura se podría dividir en tres partes. Por un lado nos encontraríamos con los fragmentos más tenebrosos e intrigantes de la banda sonora, tales como «Apparition on the Train» o «Saving Buckbeak». En segundo lugar hallaríamos a un Williams mucho más intimista, siendo su música muy adecuada para aquellos brillantes momentos en los que Potter exterioriza sus sentimientos delante de otros personajes del filme («A Window to the Past»). Y, finalmente, estarían los apoteósicos cortes de acción a los que nos tiene acostumbrados este autor, momentos en los cuales la orquesta juega un papel predominante, acompañada de vez en cuando por unos acertados coros («Quidditch, Third Year», «Lupin's Transformation and Chasing Scabbers» y «The Werewolf Scene», por ejemplo). 

Finalmente, destacaría una serie de pistas que aportan a la obra una magia especial y que nos demuestran la valía de Williams a la hora de darle un singular hálito a determinados pasajes que se suceden en la pantalla. «Double Trouble» es una excelente canción que en parte ya se pudo escuchar en alguno de los tráilers de "Harry Potter y el Prisionero de Azkaban" (sus notas, por cierto, aparecen también en otros temas de la banda sonora, como «Hagrid the Professor»). «Buckbeat's Flight» es, sin lugar a dudas, el mejor tema del disco, transformándose en una deliciosa experiencia audiovisual el contemplar a Harry Potter mientras monta un hipogrifo que surca los cielos y acaricia las aguas con sus patas. Por último, «The Dementors Converge» presenta un aterrador uso de los coros justo cuando los Dementores se reúnen en la parte final de la cinta para dar caza a Sirius Black. 

En definitiva, nos encontramos ante un Williams que nuevamente nos demuestra su capacidad para componer piezas musicales realmente portentosas y capaces por sí solas de otorgarle carisma a una producción cinematográfica, y ello a pesar de que sorprende su convencionalismo a la hora de adentrarse en los terrenos de la acción y el misterio. Por otro lado, se permite extravagancias que no terminan de cuajar, pero desde luego son menudencias si se tiene en cuenta este trabajo en su conjunto, resultando entonces satisfactorio y muy por encima de la media a la que nos tiene habituados Hollywood.