Revista mensual de publicación en Internet
Número 43º - Agosto 2.003


Secciones: 

Portada
Archivo
Editorial
Quiénes somos
Entrevistas
Artículos
Crítica discos
Bandas sonoras
Conciertos
El lector opina
Web del mes
Tablón anuncios
Suscribir
Buscar
 

 

PÉRDIDA DE TIEMPO
Sección del apócrifo (humor-tragedia)

Por Antonio Pérez Vázquez. Lee su curriculum.
En compensación por la falta de mi artículo en el número anterior tenía pensado escribir uno que fuera el doble de bueno para así compensar la balanza. Finalmente no sé si lo he conseguido y serán ustedes, mis queridos y fieles lectores, los que decidan al respecto.

Después de apurar un mes tras otro en la fecha de entrega del artículo he llegado al punto en el que me he pasado de la raya. Es verdad, me he retrasado una edición entera. Ya que se hace algo se hace bien, o por lo menos eso pienso yo.

Me puse a repasar cómo una vez tras otra me he puesto en frente de la pantalla del ordenador en blanco hasta llenarla de palabras. Y parece mentira que ya sean casi cincuenta. Pero en esta ocasión me ha costado más trabajo que nunca.

Cuando daba por perdido el poder encontrar un tema sobre el que escribir el artículo de este mes, la solución se mostró ante mí: simplemente miré por la ventana. Vi cómo la gente se dirigía en dirección al paseo marítimo para dar un tranquilo paseo junto al mar. Y pensarán ustedes qué relación puede existir entre un paseo junto al mar y el artículo de este mes. La respuesta es bien sencilla: los conciertos al aire libre que se prodigan en verano.

Siempre recuerdo el ambiente que rodea a un concierto que tiene lugar, por ejemplo, en un parque, rodeado de vegetación y frescor por todas partes. Pero también recuerdo a esos niZos pequeZos que no paran de corretear por todas partes haciendo que los padres se desquicien y terminen persiguiéndolos aumentando el barullo al mismo tiempo.

Ni que decir tiene que las conversaciones abundan por todas partes y, al igual que sucede con los niZos traviesos, los que intentan silenciar a los charlatanes terminan haciendo más ruido que los propios deslenguados. Con un poco de suerte se forman coros de llamadas de atención. Sólo les falta un director de orquesta para hacerle sombra al propio concierto.

Si consigues ignorar a los niZos que no paran de correr y a los continuos cuchicheos que no paran ni un minuto es posible que se consiga apreciar el contenido del concierto. Es más, empiezo a darme cuenta de que los conciertos al aire libre no son tan tranquilos como en un principio recordaba. De hecho el último concierto al que fuí tuvo lugar hace un montón de aZos. Si mal no recuerdo creo que tenía edad para ser uno de esos niZos que no paran de corretear.

Ajustando las cuentas, va a pasar tanto tiempo entre concierto y concierto que de niZo correteando me voy a convertir (o voy a tener edad, mejor dicho) de ser uno de esos padres que los recrimina vehementemente.

Con esto quiero decir que el tiempo pasa de una forma pasmosamente rápida y lo mismo pasa el plazo para escribir un artículo que te ves rodeado de pequeZos correteando (o por lo menos con edad para tenerlos, que ya son ganas).

Al final no he conseguido centrarme en ningún tema en concreto y el artículo ha resultado ser una mezcla de varias ideas que me habían rondado por la mente pero no había considerado lo suficientemente consistente como para constituir un artículo por sí solo. Es posible que por lo menos haya conseguido elaborar un artículo que valga por más de uno. Aunque sea artículo y cuarto.