Revista mensual de publicación en Internet
Número 84º - Julio, agosto y septiembre de 2.007


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Emanuel Feuermann: un mito del violoncello 

Por Pablo Ransanz Martínez, desde Madrid.

“¿Será posible que en los tiempos que nos ha tocado vivir
no nos hayan enseñado a tener una actitud más cautelosa, en vez de destruir a las personas de talento?”
(Mstislav Rostropóvich)
 

 “¡Qué gran artista fue Feuermann! Su temprana muerte supuso una gran pérdida para la música”
(Pablo Casals. Entrevista concedida en 1954)

 A Pablo Álvarez de Eulate González. Tempus fugit…!

  

 

 Un violonchelo en el recuerdo 

A finales de este pasado mes de mayo, se cumplieron los 65 años desde el trágico fallecimiento de Emanuel Feuermann (Kolomea, región de Galizia, antigua Polonia y actual Ucrania, 22/11/1902-Nueva York, EE.UU., 25/05/1942). Una infección –debida muy probablemente a una reacción alérgica a la morfina–, producida a raíz de una sencilla intervención quirúrgica (extirpación de unas hemorroides1), no pudo ser frenada a tiempo por la falta de antibióticos eficaces a principios de los años cuarenta de la pasada centuria.

Con treinta y nueve años de edad, uno de los mayores prodigios del violonchelo veía truncada su vida y su carrera profesional. Su pérdida conmocionó al panorama musical del violonchelo tanto como la del recientemente fallecido Mstislav Rostropóvich (Bakú, Azerbaiyán, antigua URSS, 27/03/1927 –Moscú, Rusia, 27/04/2007).

En su funeral, un cuarteto de cuerdas –que incluía a Erica Morini y a Frank Miller– interpretó ad hoc el movimiento lento del opus 74 de Ludwig van Beethoven.

Entre los portadores del féretro del insigne violonchelista, se encontraban algunos de los mejores músicos de aquella época: los pianistas Rudolf Serkin y Arthur Schnabel, los violinistas Mischa Elman y Bronislaw Huberman, y los directores musicales Georg Szell, Eugene Ormandy y Arturo Toscanini. Durante la procesión, el ilustre parmesano rompió el silencio y gritó: “¡Ha sido un crimen!”

 

Una familia entregada a la Música  

De los cinco hijos habidos del matrimonio entre Maier Feuermann con una pianista, Emanuel fue el tercero en venir al mundo. Herr Feuermann era un buen intérprete de violín y violonchelo, con lo que la tradición musical en la familia comenzó a dar sus frutos muy pronto. Sigmund, el hermano mayor de Emanuel, era un niño prodigio del violín que despuntaba en el panorama musical con tan sólo seis años.  

Dada la notoriedad que su retoño mayor estaba alcanzando, la familia Feuermann se traslada a vivir a Viena en 1908. Maier estaba convencido de las grandes posibilidades de sus dos hijos varones que más aptitudes habían demostrado hacia la música. Herr Feuermann entró a formar parte de la Tonkünstler Orchestra, mientras Sigmund comenzaba a tomar clases esporádicas de violín con el prestigioso Sevcik.  

Munio –como se le apodaba cariñosamente a Emanuel–, no comenzó a tomar clases de violonchelo de forma seria y continuada hasta los siete años. A partir de entonces, demostró unas aptitudes extraordinarias para este instrumento, hasta el punto de pedir a su propio padre que le construyese un violonchelo pequeño a su medida, puesto que su tendencia natural era colocar el violín de su padre en posición vertical, simulando un auténtico violonchelo. La vocación de Munio se estaba perfilando.  

 

El niño prodigio del violonchelo  

A la edad de nueve años (1911), el niño Emanuel recibía clases de la mano de Friedrich Buxbaum, que en aquellos momentos ocupaba el primer atril de violonchelos de la Orquesta Filarmónica de Viena – además de ser miembro fundador del Rosé String Quartet–. Especialmente significativo para nuestro joven protagonista fue el conocer personalmente a Pablo Casals en su debut en la capital austriaca en 1912. Aquel acontecimiento marcó profundamente a Feuermann. Desde aquel instante, tuvo clara que su verdadera y auténtica vocación era el violonchelo, y se entregó al estudio técnico de su instrumento de forma incansable.  

Nuestro joven virtuoso comenzó estudios superiores en su especialidad con Anton Walter en la Academia de Música de Viena, y al poco tiempo se mostró como un auténtico alumno aventajado, un extraordinario violonchelista que acababa de iniciar de forma arrolladora su andadura en el ámbito musical.  

Los resultados no tardarían demasiado en materializarse. En el mes de febrero de 1914, y con tan sólo doce años de edad, Emanuel Feuermann realizaba su debut como profesional en una velada inolvidable, interpretando con éxito el Concierto en Re Mayor de Franz Joseph Haydn, con la Orquesta Filarmónica de Viena dirigida por Paul Weingartner. Tras este éxito inicial, el joven Emanuel y su hermano Sigmund comenzaron una gira de conciertos durante tres años, en los que se darían a conocer por toda centroeuropa, interpretando el Doble concierto para violín y violonchelo de Johannes Brahms.  

 

La consolidación técnica y profesional de Feuermann 

En 1917, con tan sólo quince años de edad, nuestro violonchelista inició estudios con Julius Klengel en Leipzig – ciudad adoptiva de Johann Sebastian Bach–. Klengel era un gran pedagogo, y procuraba extraer siempre lo mejor de sus alumnos, sin influir en sus capacidades decisorias ni en su conducta como individuos.  

Bajo su tutela, Feuermann adquirió una enorme disciplina diaria, incorporando a sus sesiones de ejercicios técnicos y de solfeo otras materias musicales de forma ampliada (armonía, contrapunto, piano), así como buenas estrategias para confeccionar un repertorio adecuado para su instrumento y sus posibilidades técnico-expresivas.  

Su profesor dejó escrito sobre él: “De todos aquéllos cuya tutela musical se me ha confiado, nunca antes había visto semejante talento… El de nuestro magníficamente dotado artista (Emanuel Feuermann) y adorable joven”.  

 

El Conservatorio Gürzenich 

Al año siguiente (1918), tendría lugar un suceso que cambiaría por completo la vida del joven instrumentista. Friedrich Grützmacher, catedrático de violonchelo del Conservatorio Gürzenich en Colonia (Köln), había fallecido repentinamente. Klengel no dudó al proponer al jovencísimo Emanuel para sustituirle al frente de la cátedra.  

Así fue como, con tan sólo dieciséis años, Emmanuel Feuermann se convertía en el Catedrático de violonchelo más joven de toda Alemania. Sus responsabilidades eran enormes –las propias de una cátedra de un prestigioso Conservatorio–, aunque oficialmente –y sólo a efectos de nómina– no se le acreditó la categoría profesional, dada su corta edad.  

Además de su intenso quehacer docente, Munio tuvo que hacerse cargo del Gürzenich Quartett en numerosos conciertos, amén de ocupar el primer atril de violonchelos en la Orquesta de Gürzenich.

Durante la década de los años veinte de la pasada centuria, nuestro protagonista inició una ardua y costosa gira de conciertos que le llevaría a casi todas las ciudades más importantes –musicalmente– de su época, invirtiendo grandes dosis de su tiempo en el perfeccionamiento de su técnica. Asímismo, comenzó a ofrecer recitales para la burguesía adinerada y a grabar sus primeros discos. En particular, en el mes de diciembre de 1921 aparecieron grabaciones del segundo y tercer movimientos del Concierto para violonchelo en Re Mayor de Franz Joseph Haydn.

Su pseudocátedra en Colonia comienza a quedarse relegada a un segundo plano, y es entonces cuando ‘Munio’ planea redirigir su vida profesional.

En 1923 –concretamente–, Feuermann renuncia a su cargo en el Conservatorio de Colonia para dedicarse por completo a su carrera como concertista. En este período, colabora con músicos de la talla de Bruno Walter y Georg Szell –en su faceta de pianistas–, así como con Arthur Schnabel y Carl Flesch. Su prestigio va in crescendo. Y con razón.  

 

La etapa berlinesa: 1929-1933  

En 1929, Emanuel se asoció profesionalmente con la cátedra de Violonchelo de la Berlin Hochschule für Musik la institución musical más prestigiosa de Alemania en aquella época–, en condiciones para aspirar a la titularidad de la cátedra del Departamento –lo que logró durante aquel año–. Uno de sus mayores objetivos en el ámbito académico había culminado felizmente.  

Siguiendo con la gran tradición vienesa de las pequeñas agrupaciones musicales de corte camerístico, Feuermann formó un trío de cuerdas con Joseph Wolfstahl  al violín (más tarde sustituido por Szymon Goldberg) y Paul Hindemith – compositor de origen judío– a la viola.

 

Entre las estupendas grabaciones que nos legó este trío, cabe destacar el propio Trío para cuerdas nº 2 de Hindemith.

A continuación, quien escribe estas líneas ha creído oportuno rescatar una anécdota curiosa para los lectores de Filomúsica, y que hace referencia a Paul Hindemith y a nuestro músico homenajeado en este número de la revista.

Al parecer, la amistad existente entre ambos artistas era magnífica, pero se vio truncada cuando Hindemith permitió que el dúo Koussevitsky-Piatigorsky estrenase el Concierto para violonchelo del compositor alemán (1940), aunque el dedicatario de la obra era el propio Feuermann.  

Nuestro Músico  y el III Reich

Cuando Adolf Hitler llegó a la Presidencia de Alemania en 1933 – elegido democráticamente en las urnas por más de trece millones de alemanes– al frente del partido nazi (NSZP), Feuermann fue relegado de su cargo en la relevante institución musical berlinesa a la que pertenecía. Se exilió aquel mismo año, huyendo del acoso al que el régimen del Führer había sometido a tantos artistas, literatos, filósofos y científicos del momento. Las primeras ciudades no germanas en disfrutar de su arte al violonchelo fueron París y Londres, donde el consumado intérprete vivió durante períodos de tiempo relativamente cortos.

Próxima estación: América

Feuermann se traslada a Zürich en 1937, y al año siguiente (1938) dará el salto definitivo al continente americano, al que llegará en octubre. Nuestro violonchelista se establece en Nueva York, donde colabora haciendo música de cámara con grandes músicos e intérpretes, tales como Jascha Heifetz, Primrose y Arthur Rubinstein.

 

Munio realizó su debut en los Estados Unidos con la New York Philharmonic Orchestra, seguido por un recital en el Town Hall doce días después. La crítica musical norteamericana quedó fascinada con la enorme talla musical de Feuermann. En poco tiempo, el violonchelista exiliado del régimen nazi alcanzó una popularidad y un prestigio extraordinarios.

Un crítico musical escribió lo siguiente en el periódico británico “The Strad” (1938), tras asistir a un concierto ofrecido en Nueva York por nuestro violonchelista:

“Pienso que ya no deberían existir dudas por más tiempo. Feuermann es el mejor violonchelista vivo, exceptuando sólo a Casals. En Feuermann encontramos a un artista virtuoso y espectacular de primera, el Wieniawski – me atrevería a decir – del violonchelo.”

Emanuel Feuermann y Jascha Heifetz

Aclamadas fueron en su día las colaboraciones realizadas con Arturo Toscanini y la BBC Symphony Orchestra. En especial, será conveniente recordar las interpretaciones del Don Quixote de Richard Strauss durante el mes de mayo de aquel año 1938. El propio Toscanini había insistido en que fuese Feuermann el primer violonchelo de la agrupación durante esas veladas musicales.

Como dato curioso, no deja de ser sorprendente el caché del artista en aquel año de 1938: 500 $ por concierto –de los cuales 112 $ los cobraba su agente comercial en concepto de comisiones–.

También es necesario destacar su extraordinaria labor docente en el Curtis Institute (Philadelphia) a partir de 1941, donde impartió clases privadas durante una corta temporada de la última etapa de su vida.

 

Los violonchelos del Artista

Emanuel poseía y tocaba un violonchelo Gofriller, que posteriormente fue adquirido por el chelista estadounidense Joseph Schuster. Desde 1932 hasta su temprana muerte acaecida en 1942, Feuermann adquirió otro violonchelo, construido por el prestigioso maestro luthier veneciano Domenico Montagnana en 1735 (el artista tuvo que desembolsar más de mil libras esterlinas del año 1937). En la actualidad, un coleccionista suizo está en posesión de este magnífico ejemplar, único en el mundo por sus dimensiones.

En sus últimos años, Munio se decantó por un extraordinario violonchelo De Munck Stradivarius, fabricado en 17303.

 

Las interpretaciones de Feuermann

Con Feuermann puede aplicarse perfectamente aquella máxima que dice –aproximadamente– así: “El tiempo pone a cada cual en su sitio”. Sin duda, el juez supremo ha impartido justicia, una vez más.

Son muchos los que piensan que el artista germano alcanzó un grado de perfección técnica en los últimos años de su vida todavía superior al que hasta entonces había demostrado. Por desgracia, su trágica e inesperada muerte tan sólo nos permite hacer especulaciones al respecto.

El legado fonográfico de Munio Feuermann es realmente portentoso: más de setenta obras grabadas, que evidencian que su grado de musicalidad y de maestría técnica son prácticamente inigualables.

Entre las interpretaciones más aclamadas por crítica y público, pueden citarse las del Concierto para violonchelo de Antonín Dvořák y del Doble concierto para violín y violonchelo de Brahms –con Jascha Heifetz al violín–. A ambos músicos les unía una profunda amistad, y cuando Munio falleció, Heifetz declaró que se había perdido irremisiblemente al genuíno hombre-fuego2.

Tempus fugit…!

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1. El “procedimiento medico rutinario” –según el informe de los forenses que realizaron la autopsia al insigne artista– que ocasionó la muerte de Feuermann –operación para la extirpación de hemorroides–, fue llevado a cabo inexplicablemente por el ginecólogo de su esposa, en un pequeño hospital judío para exiliados.  

2. Feuermann significa en alemán, literalmente, “hombre de fuego” u “hombre-fuego” (Feuer = fuego, Mann = hombre). En el contexto en el que Heifetz utiliza esta ingeniosa comparación semántica, cabe pensar que se refería a su carácter pasional y fogoso.  

3. Ejemplar conservado en la Nippon Music Foundation, prestado habitualmente a Steven Isserlis. 

 

Bibliografía: 

·        Morreau, Annette. (2003), Emanuel Feuermann.

     YALE UNIVERSITY PRESS:

http://yalepress.yale.edu/yupbooks/book.asp?isbn=9780300096842 

·        Corredor, José María. Entrevista a Pablo Casals. 1954.  

·        Berlin Hochschule für Musik: http://www.hfm-berlin.de/ 

 Bibliografía complementaria (cuestiones técnicas y publicaciones docentes para profesionales del violonchelo): 

·        Smith, Brinton. The Physical and Interpretive Technique of Emanuel Feuermann http://www.cello.org/theses/smith/thesis.htm 

·        Biblioteca de Cataluña. FONS F. MOMPOU. Inventario prov.

     http://www.bnc.es/fons/inventaris/smusica/mompou/mompou.pdf  

Discografía recomendada: 

·        Diverdi:  

http://www.diverdi.com/tienda/listado.aspx?Type=R&cr=FEUERMANN&se=0&es=4&so=0&n=False 

http://www.diverdi.com/tienda/detalle.aspx?id=548 

http://www.diverdi.com/tienda/detalle.aspx?id=14583 

·        Deutsches Rundfunkarchiv: 

http://www.dra.de/online/hinweisdienste/musik/2002/pdf/feuermann.pdf   

 ·        Amazon (tienda online): 

http://www.amazon.de/s/ref=sr_pg_3/302-9033868-269603?ie=UTF8&rs=255966&keywords=FEUERMANN%20&rh=n%3A255966%2Ck%3AFEUERMANN%20&page=3 

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Rubinstein Collection Vol.12: Klaviertrios von Artur Rubinstein (Künstler), Emanuel Feuermann, Ludwig van Beethoven (Komponist), und Franz Schubert von Rca Red S. (Sony BMG) (Audio CD - 2001) 

Historische Aufnahmen 1928-1935 von Emanuel/Sargent/+ Feuermann (Künstler), Feuermann/Berlin State Opera O, Malcolm Sargent, und Joseph Haydn/Antonin Dvorak (Komponist) von Naxos Hist (Naxos) (Audio CD - 2000) 

Feuermann in Concert von Emanuel/Newyorkphilh Feuermann (Künstler) und Camille Saint-Saëns/Bach/Popper/Various (Komponist) von Cello Clas (MUSIKwelt Tonträger) (Audio CD - 2006) 

Feuermann - The English Columb von Emanuel Feuermann (Künstler), E. Feuermann, Isaac Albeniz (Komponist), und Ludwig van Beethoven von Import (Megaphon Importservice) (Audio CD - 2006) 

Doppelkonzert/Schottische Fant von Jascha/Feuermann/und Andere Heifetz (Künstler), Eugene Ormandy, Sir John Barbirolli, und Johannes Brahms/Max Bruch/Alexander Glasunow (Komponist) von Naxos Hist (Naxos) (Audio CD - 2001) 

Emanuel Feuermann "Encores" von Emanuel Feuermann (Künstler), Isaac Albeniz (Komponist), Max Bruch, und Cesar Cui von Fono Enterprise (Audio CD - 1998) 

Der junge Feuermann (Aufnahmen 1921-1939) [UK-Import] von E. Feuermann (Künstler), Max Bruch (Komponist), Antonin Dvorak, und Giuseppe Giordani von Gemm (Helikon Harmonia Mundi) (Audio CD - 1994) 

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Lost Feuermann Recordings 1934 von Feuermann (Künstler), Ernest Bloch (Komponist), Max Bruch, und Fryderyk Chopin von Ma (Note 1) (Audio CD - 2002) 

Str./Quixote/Bloch/Schelomo von E./Ormandy/Stok./Pdo Feuermann (Künstler), Eugene Ormandy, Ernest Bloch (Komponist), und Richard Strauss von Biddulph R (MUSIKwelt Tonträger) (Audio CD - 1999) 

Cellokonzert/Silent Wood/Rondo von Feuermann (Künstler), Barzin, Eugen d' Albert (Komponist), und Ernest Bloch von Dante (Audio CD - 1996)

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 Enlaces web de interés para los lectores:

 ·        Grand Prix Emanuel Feuermann:

http://www.gp-emanuelfeuermann.de/