Revista mensual de publicación en Internet
Número 77º - Agosto 2.006


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Con acento gaditano

Víctor Pliego de Andrés. Lee su curriculum. 

La Boda de Luis Alonso y El Baile de Luis Alonso. Música de Jerónimo Giménez. Libro de Javier de Burgos. Reparto: Luis Álvarez, María Maciá, Tony River, Leticia Rodríguez, Tony Cruz, Trinidad Iglesias, Antonio Torres, Sandro Cordero, Cristina Bernal, Martina Bueno, Alfonso Vallejo, Eva Diago, Pedro García de las Heras, José Carlos Gómez, José Luis Gago, Silvia Martí. Cuadro flamenco: Rosario “La Tremendita” y Johanna Jiménez. Al toque: Paco Cruz. A las palmas: Pedro Jiménez. Bailarines solistas: Primitivo Daza y Cristina de Vega. Dirección musical: Miguel Roa. Dirección de escena: Santiago Sánchez. Escenografía: Dino Ibáñez. Figurines: Sue Plummer. Dirección del coro: Antonio Fauró. Iluminación: Rafael Mojas y Félix Garma. Coreografía: Miguel Ángel Berna. Asesora de dicción: Concha Doñaque. Coordinación del café cantante: Yayo Cáceres. Bailarines y actores. Orquesta de la Comunidad de Madrid. Titular del Teatro de la Zarzuela. Coro del Teatro de la Zarzuela. Teatro de la Zarzuela de Madrid, del 23 de junio al 23 de julio de 2006. Nueva producción del Teatro de la Zarzuela.

La Boda y el Baile de Luis Alonso  son dos sainetes llenos de gracia y garbo, ambientados en un Cádiz de principios del XIX y estrenados a finales del mismo siglo. El maestro  Jerónimo Giménez supo incorporar con gran talento aires del folklore en una partitura que ha saltado del teatro al repertorio de bandas y orquestas. La danza, como el propio título sugiere, es también un elemento importante en este espectáculo completo, pero ligero. El Teatro de la Zarzuela ha propuesto un nuevo montaje concebido por Santiago Sánchez, un director aún joven y lleno de talento, que ha sabido interpretar a la perfección el ambiente que el libro sugiere. Para poner al público en situación, ha añadido un café concierto que contextualiza la función y que se desarrolla durante la entrada del público y en algún que otro enlace. La idea es estupenda pero alarga la función rompiendo en algún punto el ritmo perfecto de la partitura original. Yayo Cáceres, músico de teatro y cabaret, coordina estas actuaciones complementarias, que van del flamenco al cuplé, pasando por el tango. Las dos piezas del maestro Giménez se estrenaron en los años 1896 y 1897, en el orden inverso que la trama sugiere y que en esta función se ha invertido, de modo que la boda ha precedido al baile, aunque originalmente fuera estrenada después. El trabajo de Sánchez con los intérpretes y actores es estupendo y arroja un resultado excelente en la parte teatral que le atañe. Hay gracia andaluza, sin caer en tópicos ni marrullerías. A la participación de Concha Doñaque como especialista en dicción se debe que todos los miembros del elenco, que es muy amplio, parezcan naturales de Cádiz sin que se pierda una palabra de lo que dicen. La música fluye con toda su gracia bajo las órdenes del maestro Roa al frente de la orquesta y coro del teatro y de un elenco uniforme en calidad, encabezado por Luis Álvarez como Luis Alonso, y de María Maciá en el papel de su mujer, María Jesús. La coreografía del maestro Berna es adecuada y estilosa, sin caer en fantasías, y contribuye a la dotar de espectacularidad a la función. La escenografía es funcional y poco estilosa. Está construida sobre unas estructuras metálicas que permiten jugar con las alturas. El vestuario tampoco alcanza la calidad que la producción y el escenario merecería, aunque tampoco la estorba demasiado. Las interpretaciones teatrales y musicales son estupendas y convierten la función en un éxito.

 

(Fotografía: Jesús Alcántara)