El pianista redentor

Por Víctor Pliego de Andrés. Lee su curriculum. 

Recital de Amanda Roocroft (soprano) y  Malcolm Martineau (piano). Obras de Debussy, Tchaikovsky, Strauss y Barber. XII Ciclo de Lied. Teatro de la Zarzuela, Madrid, 6 de febrero de 2006.

El recital de Amanda Roocroft y Malcolm Martineau cosechó en el Teatro de la Zarzuela aplausos corteses que no llegaron a ser calurosos. Ella es una cantante de voz recia y poderosa, con unas cualidades más apropiadas para la ópera que para la canción. El programa que escogió era arriesgado y no le favoreció mucho en sus inclinaciones dramáticas. Empezó con Cinq Poèmes de Charles Baudelaire, unas canciones de Debussy refinadas y difíciles, que resultaron algo aburridas, aunque el pianista hizo lo que pudo y ofreció una interpretación más rica que la soprano. Hubo más amenidad en la selección de seis canciones rusas de Tchaikovsky ofrecidas seguidamente. Pero dejan de ser obras menores que apenas tocan la emoción. El plato fuerte llegó con las canciones de Strauss, Vier Lieder Op. 27, en las que Amanda Roocroft desplegó todos sus encantos vocales, confirmando su poderío y buena dicción. Agradó pero no llego a cautivar a un público que en la primera parte del recital se había quedado bastante frío. El recital se remató con unas ingeniosas y poco frecuentes canciones de Samuel Barber, Despite and Still, Op. 41, donde los intérpretes, tan distintos en talante y sonido, encontraron mayor compenetración, seguramente a través del inglés empleado en los textos. Se fueron soltando a medida que se acercaba el final del concierto. Quizás demasiado tarde. Hubo amables aplausos y una propina.