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Número 71º - Diciembre 2.005


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RODELINDA 

Por Ignacio Deleyto Alcalá. Lee su Curriculum.

En estos días de sequía discográfica para la mayoría de artistas, Alan Curtis parece haber sido tocado por los dioses pues no pasa mucho tiempo sin que tengamos un nuevo lanzamiento de este clavecinista y director americano que fuera alumno de Gustav Leonhardt en los años cincuenta. Además tiene las puertas abiertas en varias discográficas ya que sus últimos trabajos han ido apareciendo en sellos como Virgin y DHM a los que se une ahora Archiv, quizás el de mayor prestigio. Por otro lado, Handel parece estar en el punto de mira de Curtis, pues, en menos de dos años ha grabado cuatro de sus óperas: Deidamia, Lotario, Rodelinda y Radamisto. Su interés por Handel no es, sin embargo, nuevo. Debemos recordar el mérito que tuvo su recuperación del Admeto, algo absolutamente pionero en los años setenta, en un registro que todavía hoy se deja escuchar con gusto (está reeditado por Virgin).

Rodelinda ya contaba con varias grabaciones entre las que destacaba la interesante aunque algo descafeinada de Nicholas Kraemer publicada por el sello Virgin en 1998. Kraemer había reunido a un reparto bastante homogéneo con una extraordinaria Sophie Daneman en el papel protagonista. Sin embargo, otros cantantes menos agraciados como el pálido contratenor Daniel Taylor y el escaso empuje dramático de la versión dejaban sitio para otra nueva grabación; circunstancia que ha sabido aprovechar Alan Curtis. Su nueva lectura supera en todo a la de Kraemer y se convierte así en la mejor versión disponible de esta gran ópera handeliana estrenada en 1725 y que pertenece a uno de los periodos creativos más interesantes del sajón.

El reparto está encabezado por la rutilante Simone Kermes que no sólo tiene una voz luminosa y matizada -muy femenina- sino que aporta el necesario sentido dramático a su papel además de revelar seguridad en la coloratura. Tanto “Morrai, si” como “Mio caro bene” son buenos ejemplos de su bello instrumento e intencionalidad. Su voz se torna leve y exquisita en “Ritorna, o caro” acoplándose bien al momento emocional por el que pasa la reina. Cierto es que tiene tendencia a sobre-ornamentar en los da capos (quizás animada por el propio director) pero su lectura es sobresaliente en todos los sentidos.

A Marijana Mijanovic el rol de Bertarido le viene como anillo al dedo. Escucharla en “Vivi tiranno” o en “Se fiera belva” con su habitual masculinidad y su aplastante facilidad en las agilidades es suficiente para demostrar su adecuación al papel. También la famosa “Dove sei” recibe una interpretación de muchos quilates. Por momentos su entonación puede plantear algunas reservas pero, en general, le da cien vueltas a Daniel Taylor. Ambas voces, Kermes y Mijanovic, se funden bien en el triste dúo final del segundo acto “Io t’abbraccio” con una cuerda que parece también cantar y convertir así el dúo en trío.

Sonia Prina es una voz avasalladoramente bella y ya desde su aria inicial “Lo faro” intuimos que estamos ante una cantante que aúna dramatismo y calidad vocal. La otra contralto, Marie-Nicole Lemieux, es otro acierto en el papel Unulfo. La canadiense, de voz apacible y aterciopelada, canta dos versiones de “Sono i colpi della sorte” (la primera versión se incluye como apéndice al final del tercer disco). 

Los hombres ya convencen algo menos como suele ocurrir en muchas óperas de Handel. Así todo el joven tenor Steve Davislim aunque algo dulzón canta con estilo sin que por ello no necesite trabajar más su técnica y demostrar, por ejemplo, mayor seguridad en la coloratura. Al barítono Vito Priante no se le pueden poner “peros” desde un punto de vista dramático pero vocalmente no siempre convence de igual manera.

Il Complesso Barocco suena sin la habitual sequedad y tanto cuerda como maderas consiguen momentos de gran belleza. Alan Curtis pone toda su experiencia al servicio de este gran drama musical y dirige con pasión y dramatismo, sentido de la estructura y sin descuidar nunca los detalles. Hay que destacar su atención a la hora de acompañar (y seguramente exigir) a las voces. 

La toma de sonido es infinitamente superior a la de Virgin y la presentación mantiene el alto nivel editorial de Archiv. En definitiva, un lanzamiento imprescindible para todos los handelianos. 

 

REFERENCIAS: 

G. F. HANDEL. Rodelinda HWV 19. Simone Kermes, soprano; Marijana Mijanovic, mezzosoprano; Sonia Prina, mezzosoprano; Marie-Nicole Lemieux, contralto; Steve Davislim, tenor; Vito Priante, barítono. Il Complesso Barocco. Alan Curtis, director. ARCHIV PRODUKTION 477 5391. 3 CDs.

www.deutschegrammophon.com