Revista mensual de publicación en Internet
Número 71º - Diciembre 2.005


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HACIA UN REDESCUBRIMIENTO DE LA MÚSICA DE AGUSTÍN BARRIOS: TRANSCRIPCIONES AL PIANO DE SUS OBRAS PARA GUITARRA 

Por Dr. Manuel Matarrita (desde Costa Rica).

 

         En el pasado mes de mayo del 2005 se cumplieron 120 años del nacimiento de Agustín Barrios, para muchos el más grande compositor de música para guitarra del siglo XX. La labor de Agustín Barrios fue sin duda de gran trascendencia en el mundo de la guitarra porque remozó el repertorio y estilo de composición para el instrumento. También, como ejecutante, se le conoce como el primer guitarrista en la historia discográfica en haber realizado grabaciones sonoras de obras para guitarra sola, a principios del siglo pasado (en aquellas épocas aún en discos de 78 r.p.m). 

         Agustín Pío Barrios nació en Paraguay en 1885 y murió en El Salvador en 1944. Desde pequeño mostró su gran inclinación por la música. Pronto, los méritos de Barrios como intérprete en la guitarra de los clásicos y de su propia obra, le permitieron recorrer toda América y parte de Europa. Su espíritu peregrino le permitió afincarse temporalmente en varios países de Latinoamérica, como Argentina, Uruguay, Brasil, Venezuela, Costa Rica, y El Salvador. A pesar de haber sido un “ciudadano del mundo”, Barrios es para los paraguayos, el artista más ilustre nacido en este país que haya alcanzado renombre internacional. Es para ellos un orgullo que, hacia 1932 Barrios adoptara como sobrenombre “Nitsuga Mangoré, el Paginini de la guitarra de las selvas del Paraguay”. (Nitsuga proviene del nombre Agustín escrito al revés y Mangoré era el apelativo de un legendario jefe Guaraní que luchó ante la conquista española). El siguiente poema, llamado “Profesión de fe”, escrito por el propio Agustín Barrios, es sin duda un elocuente autoretrato de su cometido artístico:  

PROFESION DE FE (Agustín Barrios “Mangoré”)
Tupá, el Espíritu Supremo y protector de mi raza,
encontróme un día en medio del bosque florecido.
Y me dijo: "Toma esta caja misteriosa y descubre sus secretos".

Y encerrando en ella todas las avecillas canoras de la floresta
y el alma resignadade los vegetales, la abandonó en mis manos.
Toméla, obedeciendo el mandato de Tupá

y poniéndola bien junto al corazón,
 abrazado a ella pasé muchas lunas al borde de una fuente.

Y una noche, Jasy retratada en el líquido cristal,
sintiendo la tristeza de mi alma india,
dióme seis rayos de plata para con ellos descubrir sus árcanos secretos.

 Y el milagro se operó: desde el fondo de la caja misteriosa,
brotó la sinfonía maravillosa de todas las voces vírgenes
de la naturaleza de América.
1

 

         Barrios escribió alrededor de 300 obras para guitarra, instrumento que ya en el siglo XIX había quedado rezagado del ámbito composicional. En sus piezas podemos encontrar una gran variedad de los estilos y tendencias estéticas de la historia musical, a saber, barroco, clásico y romántico. Barrios utiliza tanto elementos de la composición tradicional como algunos ingredientes del folklore de América Latina. Como afirma el maestro salvadoreño Carlos Payés, uno de los estudiosos de la música de Barrios:  

     “La trascendencia de Mangoré en el mundo de la guitarra obedece a que su obra es una perfecta continuidad de la tradición española iniciada por Sor y Tárrega; con sus composiciones alcanzó una plena expansión de todos los recursos técnicos usados anteriormente. Además incorporó el folklore latinoamericano de diversos países dentro de las técnicas musicales europeas, elevándolo a la categoría de obras de concierto. También escribió páginas de corte romántico como mazurkas, minuetos, estudios, barcarolas y otras, en donde mostró un verdadero mestizaje con el barroco.” 2 

         Ciertamente la música de Barrios no fue revolucionaria, en tanto no adoptó ninguna tendencia estética de vanguardia. Quizás sin proponérselo, el compositor paraguayo alcanzó más bien un cierto sincretismo de las corrientes tradicionales que se habían manejado en la composición para guitarra. Por eso oímos en las obras de Mangoré un poco de Bach, un poco de Tárrega y de Paganini, pero al estilo latinoamericano. Y es que, a pesar de que su pluma musical estuvo apegada a la tradición, desde el punto de vista armónico y formal, ello no significa que sus composiciones merezcan ser consideradas arcaicas. En primer lugar, su obra llenó un enorme vacío que existía en el repertorio para guitarra. Por otro lado, la no-innovación dentro de una rama artística no es, en ningún sentido, signo inequívoco de retroceso alguno. Como bien decía el ya legendario Igor Stravinsky, “la tradición verdadera no es la reliquia de un pasado que se ha ido irremediablemente, sino una fuerza viviente que informa y alimenta al presente; en este sentido, la paradoja que reza que todo lo que no proviene de la tradición es plagio, resulta verdadera.” 3 

         Los maestros Cayo Sila Godoy, Luz María Bobadilla, John Williams, Richard D. Stover y Carlos Payés, entre otros, han sido pioneros incansables en la labor de rescate de la obra de Barrios. Afortunadamente, Mangoré ha alcanzado un justo renombre, y sus obras son publicadas, ejecutadas y grabadas por guitarristas en el mundo entero. Sin embargo, el maestro Payés ha decidido dar un rumbo diferente a las composiciones de Barrios, y se ha dado a la tarea de transcribirlas desde las cuerdas de la guitarra a las teclas del piano. 

         Payés afirma que su interés por estudiar la obra de Mangoré comenzó hace unos cuarenta años, cuando conoció a los discípulos de este gran maestro de la guitarra.  Con ellos aprendió sobre su vida y sus composiciones, y cómo eran interpretadas con una técnica muy original. De esra manera, Payés pudo aquilatar la alta calidad y diversidad de sus composiciones que campeaban, como mencionamos, entre diversos géneros y estilos. La idea de transcribir música de Mangoré al piano nació, sin embargo, hace unos unos cinco años, con el objetivo de darle a éstas composiciones una sonoridad diferente con la recursos del piano moderno. De esta manera se hacía posible también presentar esta música en otras áreas fuera del campo de la guitarra clásica y así aumentar el conocimiento que el público en general puediese tener sobre la obra de este compositor. Payés ha transcrito alrededor de treinta de las obras de Mangoré, entre ellas: La Catedral, Preludio en Do menor, Las Abejas, Mazurka Appassionata, Gavota a la Antigua, Julia Florida, Choro da Saudade, Danza Paraguaya,  y País de Abanico. Estas adaptaciones aún permanecen inéditas. 

         Desde luego, surge entonces la interrogante sobre la validez estética de realizar transcripciones de esta naturaleza. Para quienes abogan por la total autenticidad en la interpretación musical, estas transcripciones quizás son una transgresión de la idea original del compositor, pues dichas adaptaciones no serían ejecutadas en el instrumento para el que fueron escritas las obras. Sin embargo, para el autor de este ensayo, las transcripciones de esta índole, y más concretamente, las realizadas por Payés de las composiciones de Barrios son válidas desde el punto de vista musical por varias razones:

- Las transcripciones son fieles, y no alteran el contenido musical de las obras originales. Por lo tanto, el discurso musical permanece intacto. Algunas modificaciones menores como son, por ejemplo, cambios de tonalidad para facilitar los recursos técnicos del piano, o algunas octavas añadidas para amplicar los recursos del instrumento, no alteran realmente la integridad de las obras.

- Las transcripciones no menoscaban el estilo musical o concepto estético primordial. No nos encontramos aquí con un caso como el de las transcripciones para orquesta que hiciera Leopold Stokowski de obras como el Preludio y fuga en re menor para órgano, en donde sí podría argumentarse un detrimento del estilo. Acústica y conceptualmente, las trascripciones de Payés de la guitarra al piano no hacen mella de las obras originales.

- Otras experiencias en el arte de la transcripción han proporcionado resultados sumamente satisfactorios, y han logrado dar una nueva dimensión a obras que hasta entonces habían estado limitadas a la ejecución en el instrumento para el que se escribieron. Entre ellas, cabe mencionar por ejemplo las versiones de Paul Galbraith en su guitarra de ocho cuerdas, de obras de Haydn, Schubert o Brahms, compuestas originalmente para el piano.

         En conclusión, a juicio del autor las transcripciones hechas por Carlos Payés de las obras para guitarra del compositor Agustín Barrios “Mangoré” incitan a un redescubrimiento de la labor del maestro paraguayo. Estas adaptaciones no dañan en absoluto la integridad de las composiciones, sino más bien abre nuevas perspectiva interpretativas, y una mayor posibilidad de que dichas obras sean mayormente interpretadas y escuchadas por el público.

NOTAS

1. Richard Stover, "Agustín Barrios Mangoré, His Life and Music Part III: Cacique Nitsuga Mangoré" Guitar Review, No. 100 (Winter 1995): 17.

2. Entrevista al el Dr. Carlos Payés, realizada por el autor. Diciembre, 2005.

3. Igor Stravinsky, Poetics of Music, (Cambridge: Harvard University Press, 1942), 57. Traducido por el autor.

REFERENCIAS

Barrios Mangoré, Agustín. The Guitar Works of Agustín Barrios Mangoré. Editado por Richard Stover, Vol. I . New York: Belwin Mills, 1976.

Payés, Carlos. Entrevistado por el autor. Dicimebre 2005.

Stover, Richard. "Agustín Barrios Mangoré, His Life and Music Part III: Cacique Nitsuga Mangoré" Guitar Review, No. 100 (Winter 1995).

________. "Agustín Barrios Mangoré, His Life and Music Par IV: Discussion and Analysis," Guitar Review, No. 101 (Spring 1995)

________. Six Silver Moonbeams, The Life and Times of Agustín Barrios Mangoré. Clovis, CA: Querico Publications, 1992.

Stravinsky, Igor. Poetics of Music. Cambridge: Harvard University Press, 1942.