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Número 65º - Junio 2.005


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PEDRO HALFFTER EN SEVILLA 

 

Sevilla, Teatro de la Maestranza. Temporada de abono de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. 18 de junio de 2005. Schnittke: Concierto para violoncello y orquesta nº 1. Berlioz: Sinfonía Fantástica. Boris Andrianov, violonchelo. Pedro Halffter, director.

Por Fernando López Vargas-Machuca.

 

Presentaba el pasado 17 de junio Pedro  Halffter su esperadísimo proyecto para la próxima temporada del Teatro de la Maestranza y la ROSS: una programación en la que siguen faltando nombres de peso, es decir, un presupuesto más adecuado para una ciudad como Sevilla, pero en la que por fin se realiza la a nuestro juicio muy necesitada apertura a nuevos repertorios, se refuerzan considerablemente las imprescindibles actividades divulgativas y se coordinan con mucha mayor eficacia las veladas sinfónicas y las producciones operísticas. Pero de lo que ahora nos toca hablar es del más "morboso" concierto de la temporada, el de la primera aparición en Sevilla del joven director y compositor al frente de la orquesta de la que le han convertido en nuevo titular. ¿Resultados? Interesantes y reveladores, pues confirman que este señor no es un genio de la batuta, pero tampoco un artista falto de talento. Ni muchísimo menos.

A tenor de lo escuchado, el más joven miembro de la dinastía Halffter posee no pocas virtudes de tipo técnico: la orquesta -cuyo extraordinario potencial acostumbra a quedarse guardado en el frasco de las esencias- sonó con él de manera muy satisfactoria, empastada y equilibrada en todas sus secciones. La claridad en todo momento fue notable, y si algo se echó de menos fue un más desarrollado sentido del color, virtud particularmente necesaria en obras como las que tenía en los atriles, el correctamente escrito pero aburridísimo Concierto para violonchelo nº 1 de Alfred Schnittke (obra estrenada por Natalia Gutman en 1986) y la genial, visionaria y todavía hoy sorprendente Sinfonía Fantástica de Berlioz. Pero tampoco el hijo de Cristóbal parece carecer de sensibilidad musical, pues sus lecturas de las páginas referidas estuvieron presididas por el equilibrio, la sobriedad y la renuncia a concesiones de cara a la galería.

Claro que luego hay que hilar fino, y señalar que si la obra del fallecido compositor ruso conoció una lectura comprometida y de todo punto irreprochable (ya es mérito creerse lo que uno hace con una obra tan insustancial por delante), la Fantástica resultó algo irregular. El primer movimiento, con un Halffter muy atento al equilibrio entre las diferentes familias instrumentales,  fue abordado con elegancia y pulso firme, si bien alguna transición no quedara resuelta de manera convincente. Flojísimo por el contrario el 'vals', bien tocado pero flácido, carente de chispa y garra. La 'escena en el campo' le quedó un tanto distante y en exceso contemplativa, amén de algo ayuna de tensión interna, si bien hay que anotar que la batuta consiguió extraer redondas y bellas sonoridades a la sección de cuerda y los solistas de madera tuvieron la ocasión de lucir su musicalidad. Finalmente la 'marcha al patíbulo' y el 'aquelarre' estuvieron muy bien expuestos y resultaron convincentes, aunque carecieran de todo el sarcasmo, el frenesí y la locura dionisíaca que la partitura demanda.

Punto y aparte merece la espléndida labor del joven chelista Boris Andrianov, dueño de un hermoso sonido, una técnica más que suficiente y una notable sinceridad expresiva, armas con las que casi nos logra hacer olvidar el absoluto vacío de la partitura de Schnittke. Ojalá que volvamos a verle con una obra de mayor enjundia. Y por lo que a Pedro Halffter respecta, nos congratulamos de que en esta su segunda comparecencia hispalense (la primera fue en la ópera Lo Speziale de Haydn, dirigiendo con mucha solvencia a la Orquesta Barroca de Sevilla) haya demostrado poseer técnica y musicalidad suficientes para hacerse cargo de la ROSS. Ojalá que el trabajo duro y su propia evolución como director le hagan alcanzar la tan deseable excelencia a él y a la orquesta. De momento hay motivos no para lanzar las campanas al vuelo, pero sí para la esperanza. Y ahora a aguardar su próxima visita al Maestranza, nada más y nada menos que con esa verdadera prueba de fuego que es Salomé. Ya les contaremos.

 

 

Web de la ROSS (con notas al programa): http://www.rossevilla.com/

Web del Maestranza: http://www.teatromaestranza.com