Revista mensual de publicación en Internet
Número 52º - Mayo 2.004


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 KILL BILL Vol. 1 – Varios Artistas

Por Carlos Infante 

Tarantino siempre ha usado la banda sonora como un toque especial, como una marca más de su concepto cinematográfico. Recuerdo por ejemplo como en su debut como director, con RESERVOIR DOGS, lo que era un CD para minorías, para coleccionistas, con más diálogos que música, se trasformó en España en un ‘boom’ de ventas porque incluía aquel ‘UKA UKA…’ que servía como tema de fondo a un popular anuncio comercial…

KILL BIL Vol. 1 no es una excepción. Continúa su habitual uso de la banda sonora a base de canciones que enmarcan la acción, aportando un significado adicional al significante general. Puede gustar, o puede no gustar al espectador medio, al aficionado a la música de cine. Muchos le acusan de oportunismo, de efectismo gratuito, no hay partituras al estilo del amante del ‘score’. Pero lo cierto es que es otra forma de entender la música de cine, es otro modo de usar la música en el cine. No estamos ante la habitual inclusión de canciones de forma aleatoria con el fin de vender el disco, en absoluto. Nos encontramos ante un trabajo concienzudo en línea con la obra como un todo narrativo.

Particularmente les cuento que KILL BILL Vol. 1 como película me parece un divertimento, exagerado hasta el extremo, que evidentemente no pasará a la historia del cine. Mucha cinefilia oriental, mucho estilo, mucho amor al comic, al manga… Pero el cine es otra cosa muy distinta. Lógicamente su banda sonora va en al misma línea: es un divertimento que fascinará a los ‘fans’ de Tarantino, es un álbum que se escucha con agrado recordando la cinta e incluso, a quien le guste este sonido, puede disfrutar sin referencia alguna a la película. Desde mi punto de vista sin el film no tiene mayor sentido, pero opiniones puede haber para todos los gustos.

Sin extenderme demasiado les cuento que el CD se abre con “Bang Bang” (My Baby Shot Me Down) interpretada por Nancy Sinatra, que causalmente es el tema que sirve de telón de fondo a los créditos de inicio. Bang Bang onomatopeya que describe un disparo, preludio de las autenticas explosiones de violencia que contemplaremos durante el film. Continuamos la audición de la banda sonora con el tema “That Certain Female” interpretado por Charlie Feathers, la canción que el Sheriff escucha mientras acude al escenario de un crimen, una boda donde han sido asesinados todos los miembros del festejo, excepto nuestra heroína. Una descripción casi milimétrica de un personaje que tiene el salpicadero de su automóvil ocupado con una colección de gafas de sol.

“The Grand Duel” (Parte Prima) de Luis Enrique Bacalov, con un sonido muy cercano al usado por Morricone en sus aportaciones al ‘Spaguetti Western’ ilustra la parte narrada en modo ‘manga’ donde se nos muestra la historia de quien se ha convertido en la mortal enemiga de la heroína y protagonista del duelo final de esta primera entrega. Manga, violencia a raudales y un toque del cine de Leone  evocado, al menos en la memoria del espectador, por medio de la partitura. Por supuesto la venganza es el elemento más importante de esta parte y de toda la historia.

Sin solución de continuidad, llegamos a “Twisted Nerve” de Bernard Herrmann, compuesto para la película NERVIOS ROTOS (1968). Tarantino usa esta composición para la escena del hospital donde Daryl Hannah acude al encuentro de nuestra protagonista con la intención de asesinarla mientras está en coma, pero su jefe decidirá que no es el momento, que el asesinato de alguien en ese estado no es precisamente correcto. Por supuesto si no se impide el dicho asesinato la película, ni la venganza narrada, tendría lugar.

Podría seguir desmenuzando y analizando los 17 cortes que integran este álbum, pero no quiero eternizarme y además prefiero dejarles materia para su descubrimiento, para su meditación, para que, si así lo deseen, puedan jugar a la metafísica, a la evocación, o al simple recuerdo.

Poco más, como les he dicho la Banda Sonora de KILL BILL Vol. 1 es un divertimento, como lo es la película. No es producto de la casualidad y su disfrute requiere cierta complicidad con su autor y con los elementos que forman y conforman el universo tarantiano. Si les gusta, o les interesa, esta opción disfrutarán con KILL BILL Vol. 1, de lo contrario elija otra opción. Particularmente me ha divertido mucho.