Revista mensual de publicación en Internet
Número 47º - Diciembre 2.003


Secciones: 

Portada
Archivo
Editorial
Quiénes somos
Entrevistas
Artículos
Crítica discos
Bandas sonoras
Conciertos
El lector opina
Web del mes
Tablón anuncios
Suscribir
Buscar
 

 

EL SOBRIO DEBUT DE LISE DE LA SALLE 

Por Justino Losada Gómez

          

Cuando aparecen discos firmados por solistas tan jóvenes al mercado, se suelen recibir con cierto recelo, bien porque su paso por el mundo discográfico sea tan fugaz como efímero, tratándose de más que claras operaciones de marketing, o bien porque a ciertas edades y salvo casos muy excepcionales, no se expone todo el potencial que es capaz de dar el artista.

El sello Naïve nos trae ahora un disco interpretado por Lise de la Salle, una chica de 15 años de edad, con extractos de los Études-Tableaux op 39, números 1 y 2, y op 33, números 2, 6 y 9 de Rachmaninov compuestos entre 1911 y 1916, así como dos obras maestras de Maurice Ravel, Miroirs y su Sonatina, situadas entre los años 1903 y 1905. Pese a que los dos compositores, siendo prácticamente coetáneos, trabajaron en estilos muy distintos hay un punto crucial en común en la elección de estas obras para este registro. Todas ellas expresan una clara evocación motívica y descriptiva, tal y como pedían sus creadores. Rachmaninov lo dice expresamente en el título Études-Tableaux, donde solicita de manera ambivalente una forma abstracta como el estudio y a su vez un pasaje evocador. Ravel es desde luego menos abstracto y más claro, pero a su vez busca plasticidad, encubierta en forma de elegante, profesional y discreto clasicismo en su Sonatina y arrojando un colorido casi sinfónico en sus más que famosos Miroirs.

De la Salle viene amadrinada por una de las grandes pianistas francesas del siglo XX, Geneviève Joy, quien firmara una de las versiones más trepidantes y atrevidas que haya oído de la sonata para piano de su marido, el compositor francés Henri Dutilleux. Un aval como este hace patente lo que en la escucha del disco quedó bien claro, la extraordinaria técnica de la interprete, su claro pianismo, y su fresco y embriagador virtuosismo. Pero a veces De la Salle se concentra tan a conciencia en su ejercicio manual que bien parece no dejar acariciar el teclado para dibujar las impresiones, ya sean materiales o introspectivas. De ésta manera la parte dedicada a Rachmaninov es angulosa, austera y sin acercamiento interior; respecto a Ravel, Une barque sur l`Ocean suena sobria, la Alborada del gracioso fría y percutida y los Oiseaux tristes más que expresar un sentimiento parecen mostrar indiferencia. Por otro lado, el "Mouvement de menuet" de la Sonatina resulta convincente e impecable aportando el recuerdo clásico en Ravel y su chispa de "enchantment" en las cosas pequeñas. De todos modos cabe prever que conforme avance la carrera de Lise de la Salle seguramente salvará estos escollos interpretativos para así ofrecer todo su potencial.

Ni que decir tiene que para una primera escucha de estas obras es preferible guiarse por los más expertos conocedores de las mismas. Nombres como Richter o Ashkenazy en Rachmaninov o Perlemuter y François en Ravel son más que sobradas garantías en las interpretaciones de estas obras.

En resumen, como debut discográfico de esta artista, este disco no es desdeñable, pero desde luego no es la mejor opción como primer acercamiento a las obras citadas. El disco viene en una caja de cartón acompañado de notas al programa firmadas por Emmanuel Hondré.





REFERENCIAS:

RACHMANINOV: Études - Tableaux Op 39, nº 1 & 2; Op 33, nº 6,2 & 9.
RAVEL: Sonatine ; Miroirs
Lise de la Salle, piano.
NAÏVE V 4936 AD 098


Página web:
www.naiveclassique.com