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Número 37º - Febrero 2.003


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MESSIAEN SÍ, FALLA NO

 

Sevilla, Teatro de la Maestranza. 16 de enero. Temporada de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. Francis Marrero, Piano. Phillipe Arrieus, Ondas Martenot. Christian Badea, director. Obras de Messiaen. 25 de enero. Josep Colom, piano. Josep Pons, director. Obras de Falla.

Por Fernando López Vargas-Machuca. Lee su curriculum.

Sendos monográficos dedicados a Messiaen y Falla han sido los dos primeros programas de abono de la Sinfónica de Sevilla en el nuevo año. El resultado interpretativo, muy desigual: magnífica la Sinfonía Turangalila del genial compositor francés, mediocres lecturas de las obras del no menos extraordinario autor gaditano. En todos los casos la orquesta respondió de manera admirable en lo técnico, lo que hay que achacar tanto a la contrastada calidad de sus integrantes como a la solvencia de las dos batutas invitadas. Pero claro, no basta sólo la técnica para lograr buenos resultados.

El rumano Christian Badea ha dado en esta ocasión lo mejor de sí: levantar un monumento como la Turangalila logrando mantener la tensión durante hora y cuarto, alcanzando una claridad orquestal cuanto menos aceptable y evitando en todo momento caer en la espectacularidad vacua es una labor altamente meritoria que sólo merece nuestros elogios, por más que se pudiera demandar algo más de sensualidad tímbrica o de carácter visionario en algún momento. El pianista canario Francis Marrero realizó una digna labor, pero resultó algo atropellado por momentos. Espléndido el martenonista.

Muchos recordamos lo que en 1993 hiciera Riccardo Chailly en el propio Maestranza al frente de una orquesta inferior, la de La Scala de Milán, y con la colaboración de lujo de Jean-Yves Thibaudet. Aquella fue una velada memorable. Ésta, sin alcanzar semejante excelsitud, también lo ha sido: una versión estupenda que ha marcado un antes y un después en la historia de la ROSS, formación que sin duda debería abordar con mucha mayor regularidad la buena música contemporánea. El respaldo del público anima a ello.

Lástima que la semana siguiente las cosas no funcionaran bien. Josep Pons está realizando una estupenda labor divulgativa con la Orquesta Ciudad de Granada, pero una cosa es programar con inteligencia, sabiduría y riesgo, y otra muy distinta poseer talento artístico. De esto último el director catalán no parece muy sobrado, o al menos no lo demostró en sus anteriores comparecencias en Sevilla (Alahor en Granada, La Flauta Mágica) ni lo ha evidenciado en este monográfico Falla. La primera parte del programa se vio afectada por una evidente desgana tanto por parte de la batuta como por la de los músicos. La famosa danza de La vida breve y las Noches en los jardines de España resultaron, dentro de su aseada corrección, bastante aburridas. La intervención sólida y experta de Josep Colom, sobrado de medios y en todo momento muy centrado, se vio contagiada por la sensación generalizada de rutina.

Los intérpretes despertaron en la segunda parte. Para peor, por desgracia: tempi deslavazados, amaneramientos varios, detalles de dudoso gusto y un lamentable descontrol en la jota final fueron las señas de identidad de las Suites nº 1 y 2 de El Sombrero de tres picos, excelsa música que el señor Pons, presumiblemente un gran recreador de Falla y sin duda director de sólida técnica, no supo llevar a buen puerto. Que la orquesta sonara bien y luciera espléndidas intervenciones solistas apenas sirvió de algo.

Concierto a olvidar, pues, si no fuera por una maravillosa iniciativa: repetirlo en sábado por la mañana (a esa función asistió quien suscribe) para abrir un ciclo de conciertos matinales a bajo precio con el que difundir la buena música entre universitarios, familias al completo, jubilados y aficionados en general. Abarrotado el teatro, daba gusto ver el patio de butacas llenos de caras nuevas, tan diferentes de las muy serias y adustas de muchos de los abonados. Nuestra más sincera felicitación a la la directora general de Fomento de la Junta de Andalucía, Elena Angulo, a la Fundación El Monte y, por descontado, a la propia orquesta. Así se hacen las cosas.

 

Conciertos matinales de la ROSS: http://www.rossevilla.com/matina.html