Revista mensual de publicación en Internet
Número 83º - Abril, mayo y junio 2.007


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Un circo en la zarzuela

Por Víctor Pliego de Andrés. Lee su curriculum. 

El rey que rabió. Música de Ruperto Chapí. Libro de Miguel Ramos Carrión y Vital Aza. Intérpretes: Julio Morales / Jorge de León, Susana Cordón / Eliana Bayón, Amelia Font, Luis Álvarez, Emilio Sánchez, Lorenzo Moncloa, Francisco Javier Jiménez, Fernando Latorre, Ismael Fritschi y otros. Director musical: Miguel Roa / José Miguel Pérez-Sierra. Director de escena: Luis Olmos. Escenografía: Juan Sanz y Miguel Ángel Coso. Figurines: Pepe Corzo. Director del coro: Antonio Fauró. Iluminación: Fernando Ayuste. Coreografía: Michelle Man y Luis Olmos. Orquesta de la Comunidad de Madrid. Coro del Teatro de la Zarzuela. Nueva producción del Teatro de la Zarzuela. Teatro Real de la Zarzuela, Madrid del 20 de marzo al 27 de mayo de 2007. 

El rey que rabió es una zarzuela cómica de finales del siglo XIX, con elementos satíricos imperecederos y llenos de actualidad: la distante relación entre gobernantes y gobernados, el poder de funcionarios alérgicos a cualquier atisbo de dimisión, la pedantería de los médicos, la rigidez de los ejércitos… El libro de Ramos Carrión y Vital Aza está lleno de gracia y de aciertos que hoy siguen haciendo disfrutar al público, pasado más de un siglo desde que la pieza fue estrenada en esta sala que hoy la repone. La música de Ruperto Chapí es muy festiva y alegre, y tiene una impecable factura. Esta combinación de libro y música ha sugerido al director de escena, Luis Olmos, que también lo es del Teatro de la Zarzuela, situar la representación en un circo, con bailarines, malabaristas y trapecistas. Con ello acentúa el carácter jocoso de la pieza, llevando la sátira hacia su lado más amable y suave. Toda la dirección pone de relieve un imparable movimiento de cantantes, artistas de circo, bailarines y figurantes en un escenario escalonado, como las gradas de un coso. La utilización de los espacios y de los grupos es muy viva; pasa con toda naturalidad, sin ninguna ruptura, de la interpretación a las fluidas coreografías realizadas por el propio Luis Olmos con el concurso de Michelle Man. El diseño plástico de la producción contiene referencias históricas que nos remontan a los años veinte y treinta del pasado siglo. La ingeniosa escenografía de Justo Sanz y Miguel Ángel Coso tiene referencias al Art Déco y convierte la pista de circo en pueblo, cuartel, posada o palacio. El vestuario de Pepe Corzo es de gran fantasía y complicada realización. Los personajes quedan vestidos como payasos o títeres, con un lenguaje original y cubista. Los preciosos figurines de esta producción se exponen durante las funciones en un salón del teatro. En la parte musical se cuenta con la solvencia de un reparto de gran altura profesional, que sabe entrar en el juego circense y caricaturesco que le propone del director de escena, al igual que hace el Coro del Teatro de la Zarzuela con su habitual desparpajo y presencia vocal. La Orquesta de la Comunidad actúa diligentemente bajo las órdenes alternas de los maestros Miguel Ortega y José Miguel Pérez-Sierra, el primero veterano y el segundo jovencísimo artista, con una prometedora carrera en la que está obteniendo sus primeros éxitos. Entre todos consiguen poner en pie un espectáculo vistoso, divertido y de gran calidad.

Fotografía: Jesús Alcántara