Revista mensual de publicación en Internet
Número 50º - Marzo 2.004


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And the Oscar goes to...

Por Carlos Infante 

La verdad es que no se hasta que punto tiene sentido que hoy me ponga a hablarles de bandas sonoras. No lo se, lo que me pide el cuerpo es contarles como hace unos días cientos de personas acudían a su trabajo, a sus centros de enseñanza y la barbarie, el odio y la sinrazón cercenaban la vida de casi 200 personas cuyo único delito ha sido existir. En estas circunstancias, no tengo precisamente ánimo para explicarles porque la edición de KILL BILL gustará mucho a los fans de Tarantino, o por qué BIG FISH es un trabajo muy notable que yo les recomiendo, o si me apuran exponerles que hay de nuevo en EL ULTIMO SAMURAI de Hans Zimmer, ni tampoco me siento inspirado para describirles una diferente composición como LA JOVEN DE LA PERLA.

Evidentemente tampoco debemos parar nuestras vidas así que hoy, dedicada a las victimas del 11 M y para que nadie diga que los criminales condicionan nuestra existencia (bastante la han condicionado ya) les contaré, por encima como fueron los Oscars, en lo referido a composiciones musicales.

En el apartado de ‘Mejor Banda Sonora’ teníamos nominados a Danny Elfman por "Big fish", Gabriel Yared por "Cold Mountain", Howard Shore por "El señor de los anillos: El retorno del rey", James Horner por "Casa de arena y niebla" y Thomas Newman por "Buscando a Nemo". Dos ediciones de Sony Music, una de Warner Music, otra de The Walt Disney Music y una quinta obra cuya edición discográfica no me consta.

Sobre James Horner en esta ocasión prefiero no decir nada. De la película apenas recuerdo su partitura, y aislada no he tenido ocasión de escucharla, porque como les digo no me consta su edición. Gabriel Yared, cuya obra tampoco he podido escuchar aislada hasta la fecha, compone una sólida partitura, pero muy centrada, muy condesada en la simbiosis imagen y sonido. De las cuatro que he podido valorar es la que menos me ha convencido para el premio, por supuesto sin entrar a valorar las que ni han sido propuestas.

Danny Elfman realmente nos ha regalado una composición superlativa. La nueva película de Tim Burton, que es un deleite para lo sentidos, tiene entre sus mayores bazas la composición musical. Me ha gustado mucho, me ha sorprendido en algunos momentos y la he disfrutado aislada, sentado en mi estudio, sin más distracción que la evocada por las notas que suenan en cada momento. Pero si tengo que decantarme por una, y es muy injusto, tampoco elegiría esta pieza para la preciada estatuilla.

Thomas Newman de quien me he cansado de afirmar que es el mejor compositor cinematográfico en activo, con su BUSCANDO A NEMO nos brindó una composición portentosa. Lo mejor del año. Era una apuesta difícil, un compositor de su estilo se enfrentaba por primera vez a la animación ‘Pixar’, coto vedado hasta ahora a su primo Randy Newman. No hizo concesiones, aportó una partitura adulta, integrada plenamente en el concepto y argumento de la película. Los momentos de tensión tienen ‘música de tensión’, los pasajes románticos están en los cánones del género. Un trabajo descriptivo colosal, como ya apuntamos aquí en su día. Lamentablemente, y como suele pasar cada año, no fue la elegida. Otra vez será, mientras me limito a reseñarles la calidad de esta composición.

Howard Shore fue el ganador, imagino que motivado por la ‘fiebre de los anillos’ que acabó otorgándoles ni mas ni menos que 11 estatuillas a la película de Jackson. Un exceso sin duda tan inmerecido como cierto, máxime si tenemos en cuenta que el compositor ya había obtenido un galardón en esta misma categoría por la primera entrega de la trilogía fantástica. No seré yo quien diga que la calidad musical de EL RETORNO DEL REY es inexistente, muy al contrario estamos ante una obra funcional, correcta y muy del agrado del aficionado a este peculiar género musical, pero el Oscar me parece un tanto excesivo, como ya he señalado.

Ya muy brevemente les reseño que en el apartado de ‘Mejor canción’ los finalistas fueron: Benoît Charest y Sylvain Chomet por "Bienvenidos a Belleville" ("Bienvenidos a Belleville"), Fran Walsh, Howard Shore y Annie Lennox por "Into the west" ("El señor de los anillos: El retorno del rey"), Michael McKean y Annette O'Toole por "A kiss at the end of the rainbow" ("A mighty wind"), Sting por "You will be my ain true love" ("Cold Mountain") y T Bone Burnett y Elvis Costello por "Scarlet tide" ("Cold Mountain").

Se da la circunstancia que COLD MOUNTAIN, la película que iba para todo y se quedó en nada, tenía una doble ‘nominación’ pero de poco le ha servido en ‘el año de los anillos’. "Into the west" interpretada por Annie Lennox fue la ganadora, recordándonos demasiado la aportación de Enya en la primera entrega de la trilogía. No voy a hacer crítica dura, la canción es ‘bonita’, es pegadiza, es muy del estilo que la Academia suele premiar, salvo cuando da sorpresas como el año pasado.

Esta es la historia de los Oscars del 2003, cuyo apartado musical no pasará precisamente a la historia por su calidad o influencia en el género de la composición sobre un pentagrama. Se ha premiado la comercialidad, lo que gusta al gran público, en detrimento de la calidad y sobriedad, pero para gustos existen colores y para jardines: flores.

Es todo por hoy, el próximo mes volveremos a la ‘normalidad’, comentándoles las piezas que he enunciado al principio de esta crónica y algunas más. Sólo me resta expresar mi más sincero pésame a los familiares de las victimas del 11 M, un día que jamás olvidaremos. Descansen todos ellos en paz.