Revista mensual de publicación en Internet
Número 50º - Marzo 2.004


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MÚSICA EN LA BARBERÍA

Por Angel Riego Cue. Lee su Curriculum.

          

En todas las épocas ha existido una música con pretensiones artísticas, dirigida a un público cultivado (lo que solemos llamar "música clásica") y también una música popular pensada para el consumo de masas: obviamente, en tiempos de Beethoven las masas no escuchaban sinfonías de Beethoven. Y muchas veces, al redescubrir la música popular de otras épocas da para pensar que en esto, como en tantas otras cosas, cualquier tiempo pasado fue mejor.

Cuando aún no existían la radio ni los discos, las formas de divulgar los "éxitos" del momento eran otras. Entre ellas, obtuvo especial fortuna en Estados Unidos el "cuarteto de barbería"; en las salas de espera de las barberías (obviamente, ante un público solamente compuesto por hombres), un cuarteto vocal amenizaba la espera de los clientes con las canciones en boga, aunque pronto se convirtió en un fin en sí mismo el acudir a escuchar las canciones, aparte de ser la barbería un lugar de reunión de sociedad. El "Barber Shop Singing" se convirtió en toda una institución, y de hecho no sólo se arreglaban canciones para esa formación, sino que hubo compositores que escribieron pensando en ella.

Hoy día aún existen conjuntos vocales masculinos que hacen un repertorio parecido; el más conocido por el gran público puede ser el británico The King's Singers, aunque son sexteto y no cuarteto, y provienen de otra tradición, su repertorio va desde la polifonía medieval hasta los Beatles; y en los años 20-30 tuvo gran fama otro sexteto alemán, los Comedian Harmonists. Sin embargo, estos conjuntos no podrían tomarse como ejemplo de "Barber Shop Singing" aunque su repertorios están emparentados.

En España carecemos, por supuesto, de toda tradición de cantar en la barbería, si hubiera que buscar una tradición local lejanamente parecida, tal vez no se encontrara más que en las tunas. Por eso es toda una noticia la aparición de un cuarteto vocal español dedicado al "Barber Shop Singing", que ha grabado ya su primer disco (aunque sea uno producido con medios más bien "caseros", sin ninguna casa discográfica detrás). Se trata de los "Investigators", que están formados por los hermanos Jorge y Nicolás de las Peñas (voz solista y barítono, respectivamente), Fernando García Buitrago (tenor) y el conocido periodista Ramón Pi (bajo). En esta grabación, realizada en Madrid en octubre de 2003, actúa con ellos como tenor invitado Angel Rodríguez.


El repertorio que nos presentan los "Investigators" en este su primer CD comprende un poco de todo; desde canciones escritas pensando en un cuarteto de barbería (como Sweet Adeline) hasta arreglos de "éxitos" del siglo XIX (como el Beautiful Dreamer de Stephen Foster, el más conocido autor de canciones "del Oeste") o de otras músicas que se han hecho famosas gracias a películas, como el As time goes by de Herman Hupfeld que se escucha en Casablanca , o Cantando bajo la lluvia de Arthur Freed y Nacio Herb Brown. Este tipo de repertorio quizá sea el que necesite menos divulgación, o ninguna, pues quién no conoce esas canciones... Como asimismo todo el mundo habrá escuchado el New York, New York de Fred Ebb y John Kander gracias a las versiones de Frank Sinatra. Estas músicas no suponen ningún descubrimiento, y el interés el disco está en la curiosidad de escucharlas adaptadas a cuarteto vocal.

Donde el disco sí presenta más interés es donde descubre repertorio desconocido, o sólo conocido a través de versiones "recicladas", pues en esto de la música popular el reciclaje de los viejos temas es algo habitual. Así, de una canción llamada Aura Lee, compuesta a mediados del siglo XIX por George R. Poulton, es de donde Elvis Presley sacó el tema de su famoso "Love me tender"; aquí podemos escuchar seguidas la versión de Poulton y la de Elvis. Otro gran "éxito" del Barber Shop Singing (y compuesta especialmente para cuarteto vocal) fue Yes, Sir, That's My Baby, que a los telespectadores de cierta edad nos traerá el horrible recuerdo de ver a Raffaella Carrá cantar esa misma melodía con una letra qu decía algo como "Mamá, cómprame unas botas, que las tengo rotas de tanto bailar" (Es de agradecer que en este caso sólo se haya incluido la versión original).

Otras piezas que podríamos destacar de entre las 17 que componen el disco serían: Sweet Adeline de Harry Armstrong (también original para cuarteto vocal), que algunos conocerán porque la cantan los Hermanos Marx en la película Monkey Business (en España, Pistoleros de agua dulce), aunque la canción data originalmente de 1903; o Alexander's Ragtime Band, el primer éxito importante (en 1911) de Irving Berlin, más tarde autor de White Christmas, God bless America y tantas canciones célebres. O también arreglos de éxitos de los años 50 como el Sixteen Tons (Dieciséis toneladas) de Merle Travis, escuchado en tantos anuncios de TV en versiones "deformadas", o incluso un arreglo del "Summertime" de la ópera Porgy and Bess de Gershwin.


En cuanto al trabajo de los "Investigators", pues me ha sorprendido gratamente, para tratarse de un conjunto de aficionados, la gran profesionalidad que demuestran. Se mueven entre un estilo de canto digamos "clásico", con voces impostadas (lo habitual en las voces acompañantes) y otro digamos más cercano al "music-hall" en la voz solista; le dan a la música un cierto arie "repipi" que suena muy a siglo XIX, y sólo se les podría pedir una afinación algo mejor (especialmente en el caso del bajo), aunque entonces tendríamos ya un conjunto plenamente "profesional". En todo caso, su escucha es un verdadero placer.

La toma de sonido en general es magnífica, con algunos defectillos que denotan el no haberse hecho del todo "profesionalmente": por ejemplo al final de Sixteen Tons, una vez que el sonido se ha extinguido vuelve un breve "eco". Pero no suponen ningún problema para el disfrute de este disco. Un aspecto negativo de la presentación, al estar hecha con medios "artesanales", es que no incluya ninguna información sobre lo que es el "Barber Shop Singing" y su historia.

En resumen, podemos decir que quien se acerque a este repertorio de "Barber Shop Singing" encontrará lo que se canta en el estribillo de la última pieza incluida. La pieza es El Menú de Carl Zöllner, la única en español en todo el disco, con la parece que se quiera tender puentes hacia el repertorio tradicional de las tunas. Y su estribillo dice: "Buen menú, buen menú, buen menú, señor".



REFERENCIAS:

"INVESTIGATORS"
(CD de producción privada).
Distribuidor: Nicolás de las Peñas.
e-mail:
nico.penas@teleline.es