Revista mensual de publicación en Internet
Número 41º - Junio 2.003


Secciones: 

Portada
Archivo
Editorial
Quiénes somos
Entrevistas
Artículos
Crítica discos
Bandas sonoras
Conciertos
El lector opina
Web del mes
Tablón anuncios
Suscribir
Buscar
 

 

Hace 130 años: La Sociedad-Wagner de Barcelona
«Todo por y para el arte»

Por Francisco Javier Gordillo. Editor de archivowagner.info
AGRADECIMIENTOS: a los Doctores Sven Friedrich y Günther Fischer, de Bayreuth.

Felipe Pedrell. (Institut del Teatre)Recuerda Felipe Pedrell en Jornadas de Arte: «Llegamos a constituir una Sociedad Wagner, que si no dio grandes pruebas ostensibles de vitalidad, púsose en relación epistolar con Wagner, a quien se ofreció la presidencia honoraria, que aceptó muy halagado». Con esta cita queda justificado que nuestro artículo se centre únicamente en el origen e inauguración de esta sociedad Wagner, la primera española y una de las primeras en Europa, si bien, en este caso, no se trataba de financiar el Festival de Bayreuth (véase el I apéndice).

El sábado 5 de abril de 1873 publicaba en primera página el semanario barcelonés La España Musical la crítica de los conciertos del Ateneo de Barcelona. Se escucharon obras, entre otros, de Haydn, Beethoven, Schubert y Wagner con gran éxito y satisfacción del público gracias a una, según el crítico Clemente Cuspinera1: «brillante pléyade de profesores que tienen conciencia y corazón, como los señores Candi, Güell, Quintana, Puiggener, Baucis, García, Sánchez, Fornelio, Daunis, Ayné, Cots, Puig, Martínez, hermanos Ribera, etc., etc.

Con tales profesores ha habido en los conciertos del Ateneo, un armonium que ha lanzado expresivos acordes, armonías místicas que han elevado los corazones menos sensibles; violines llenos de ternura, cuyas notas melosas han henchido de apasionamiento las almas más frías; violonchelos que han arrasado de lágrimas los ojos de los concurrentes más impasibles; clarinetes que se han procurado un coro de suspiros, lanzados por el auditorio, con sus plañideras melodías; fagotes que han ejercido visibles imposiciones sobre un mar de melancolía monopolizada por los instrumentos agudos; contrabajos que, haciéndose superiores a los elementos de que pueden disponer, se han presentado en abierta dictadura musical sobreponiéndose a todos sus colegas; en una palabra, ha habido allí una no interrumpida ejecución de poemas que, expresados con ese lenguaje especial de la música, se han hecho comprensibles para todas las inteligencias, se han hecho sensibles a todos los corazones».

Y en concreto, cuando ha de hablar de la música de Wagner, y refiriéndose a los antiwagneristas, dice: «a esos seres habríamos querido ver en aquellos conciertos, para que enmudecieran ante la elocuencia del éxito obtenido por las piezas de Lohengrin y Tannhäuser; de esas, según ellos, atrevidas composiciones de Ricardo Wagner, a quien han considerado el desideratum de los autores libres. Habríamos querido verles allí para que se hubiese infiltrado en su corazón aquella melodía armónica en la que no creen, por saber desterrar de su mente la rutina que embota su comprensión musical, haciendo que sólo alcance a lo común y a lo vulgar.

El ejemplo del éxito de las obras de Wagner ejecutadas en los conciertos del Ateneo Barcelonés, debería trascender a nuestros teatros.»

Un anuncio publicado en La España Musical, 26 de abril de 1873:

SOCIEDAD DE CUARTETOS

Esta sociedad tiene la satisfacción de anunciar al público que el jueves próximo 1.º de Mayo, inaugurará los conciertos de primavera en el elegante Teatro Español, Paseo de Gracia, a las tres y media de la tarde.

__________


«¡Paso a la verdadera música! ¡Atrás sistemáticos vergonzantes! ¡Confesad vuestras debilidades! ¡Doblad vuestra cerviz altanera ante esta sublime creación que escarnecéis con el mote de música del porvenir!». Así comenzaba Clemente Cuspinera, en La España Musical del 10 de mayo de 1873, su crítica correspondiente al concierto del Teatro Español arriba anunciado.

Seguía así: «(...)¡Qué bellísimo programa el del concierto que tuvo lugar lugar el jueves en el Teatro Español! ¡Oh!, si aquel busto que se colocó en él hubiese tomado vida tornándose en el original que representaba, ¡qué placer no habría experimentado al contemplar los abundantes frutos que está dando el árbol cuya semilla sembró él con tanta fe!.

Podríamos escribir una extensa revista de aquel concierto; pero cuando todas las composiciones que se ejecutan y los profesores a cuyo cargo se hacen la ejecución son como las que forman la Sociedad de cuartetos, no caben en apreciaciones: es suficiente un ¡BRAVO!.

Con todo, en los conciertos actuales, al igual de los que se dieron en el Ateneo, se observa una cosa muy digna de llamar la atención de aquellos que tienen por soporífera a cierta música. Créese generalmente que el más atrevido de los autores modernos, el que más suelta deja su imaginación, es Ricardo Wagner, el insigne autor de Tannhäuser y Lohengrin. Y cuando debía esperarse que sus composiciones fueran recibidas con cierto recelo; cuando temía que el público no se atreviese a formar juicio sobre ellas, se ha visto que las ha juzgado de tal manera, que ha pedido siempre su repetición.

¿No significa esto nada?

Fíjense en esta circunstancia los enemigos de Wagner, y comprenderán que sólo en la pasión pueden juzgarla mal.»

¿Por qué he puesto estas críticas al comienzo de un artículo sobre la Sociedad-Wagner de Barcelona?. Ahora saldrán de dudas:

«Sabemos que a consecuencia del verdadero entusiasmo que las obras de Ricardo Wagner, ejecutadas en los conciertos de Teatro Español, han causado en el público, varios profesores y distinguidos aficionados van a formar una sociedad que bajo el nombre de Sociedad-Wagner estará exclusivamente destinada a estudiar y dar a conocer las obras del gran maestro alemán.

Este pensamiento, debido a la iniciativa de nuestro compañero de redacción D. N. Pons, es digno del mayor elogio; La España Musical, ofrece su humilde protección a la naciente sociedad y hace votos para que la idea se lleve a cabo cuanto antes.» (La España Musical, en un suelto del número publicado el 31 de mayo de 1873)

_____

«La sociedad de conciertos que bajo el título de Sociedad Wagner se ha creado en esta capital por varios distinguidos aficionados, tiene ya muy adelantados sus trabajos para la publicación de su reglamento y para la constitución definitiva de su junta de dirección.

Últimamente ha recibido, por medio de nuestro director D. Andrés Vidal y Roger, una afectuosa carta de Ricardo Wagner en la que el celebrado maestro acepta la presidencia honoraria que galantemente le ofreció la sociedad. El maestro Wagner, además de dar a la naciente sociedad algunos sabios consejos para la elección de las piezas que con preferencia deben ejecutarse en los conciertos, promete dedicar a la Sociedad Wagner una nueva obra de su composición, destinada a ser conocida el día no muy lejano de la inauguración.» (La España Musical, 19 de julio de 1873).

[7. Juli 1873] - Brief aus Barcelona, es hat sich dort ein Wagner-Verein gebildet zur Verbreitung seiner Werke, sie bitten um ein Konzertprogramm und schreiben sehr rühend. Zur Sitzung.Desgraciadamente, esta carta no figura en el catálogo epistolar de Richard Wagner y se encuentra en paradero desconocido (Janés i Nadal 1983:26). La única referencia adicional que tenemos de su existencia la cita de Felipe Pedrell en Jornadas de arte y las dos anotaciones de Cosima Wagner en sus Diarios. La primera correspondiente al 7 de julio de 1873, aquí reproducida, en la que anota la recepción de la carta y lo arriba mencionado en el anuncio de La España Musical y, dos días después, anota que ella escribe la contestación. De la composición que se menciona para el concierto inaugural, no hay rastro de ella en su catálogo de obras.

A pesar del ímpetu inicial a la hora de constituir la nueva sociedad, no se comunica oficialmente su creación hasta abril del año siguiente. La España Musical, 11 de abril de 1874: «Se nos ha comunicado oficialmente la instalación en esta capital de la “Sociedad musical Wagner” cuyo propósito se condensa en la frase todo por y para el arte.» Tras recordar el ofrecimiento a Wagner de la presidencia hornoraria, que acabamos de citar, añade: «En la Sociedad sólo caben personas que aficionadas al arte musical, tiendan y deseen no sólo conocer los progresos de la música moderna, sino la de todas las escuelas y épocas que el aplauso del público haya sellado calificándola de relevante mérito.

Debidamente facultados por la Dirección de la naciente Sociedad, invitamos a todos los profesores que deseen ingresar en ella (...) presenten sus solicitudes hasta el 28 de los corrientes, dirigiéndola al Presidente de la Sociedad Wagner, casa editorial de D. Andrés Vidal y Roger, en la cual estará de manifiesto el Reglamento de aquella.» (Véase apéndice I).

L'ultimo abenzerraggioTerminamos con el único acto público documentado de la Sociedad, presidida por José Pujol Fernández, empresario relacionado con Fomento del Trabajo Nacional : el concierto inaugural. Tuvo lugar en abril de 1874, y coincidiendo con el estreno de L' ulttimo abenzeraggio, del «primer wagneriano español», el maestro Pedrell (Véase apéndice II)., se aprovechó para festejarlo. Así recuerda el homenajeado aquellos días: «tratóse de hacer oir una selección de sus obras, que el mismo maestro escogió y combinó; se dio la audición no como quiso y pretendía la Sociedad sino como se pudo... Figuraban en la Sociedad los wagnerianos iniciadores, y los que pronto se agruparon alrededor nuestro, no muchos, pero escogidos entre los que llamaré músicos y aficionados intelectuales de la época.».

La única lista «de adherentes de la Sociedad-Wagner y de varios individuos del profesorado», incompleta, que se ha conservado es la que figura en la invitación para tributar un obsequio al maestro Pedrell, una escribanía de plata con un medallón en relieve del busto de Wagner, con motivo del estreno de L'ultimo abenzeraggio : José Mª Arteaga y Pereira, Gabriel Balart, Anselmo Barba, Faustino Bernareggi, Jaime Bizcarri, Esteban Busquets, Cándido Candi, Francisco Casado, Emilio Daura, José Mª Doy, Eusebio Font, Miguel Gimferrer, José Gotós, Nicolás Guañabens, Joaquín Lladó, Plácido Lupestri, Claudio Martínez Imbert, Serafín Maynou, Antonio Nogués, Primitivo Pardás, Juan B. Pujol, José Pujol Fernández, José Rodoreda, José Ruiz Muñoz, Baudilio Sabater, Dr. Saló, Juan Sánchez, Feliciana Santos, Federico Serra, José Mª Sirvent, Leandro Sunyer, José Vallcorba y Andrés Vidal y Llimona. (Pedrell 1911:267)

Terminaremos recordando escuetamente a algunas de las personas que acabamos de mencionar.

José Mª Arteaga y Pereira (1846-1913). Compositor, traductor y profesor en el Conservatorio del Liceo. Su producción musical está relacionada con el mundo del piano y de la canción lírica. De F. Pedrell tradujo al castellano El último abencerraje y al italiano I Pirinei.

Gabriel Balart Sobrevals (1824-1893). Compositor, director de orquesta y pedagogo. Estudió solfeo, piano y violín con Francisco Sala desde 1831, siendo a continuación discípulo de violín y composición de Antonio Pasarell. En 1842 se traslada a París para ampliar estudios, que finalizó siéndole concedido el Premio Extraordinario del Conservatorio. En 1849 se desplaza a Milán para estudiar la música teatral italiana. Alterna la dirección de orquesta en Milán, Madrid y Barcelona. El 6 de febrero de 1874 dirigió en el Liceo barcelonés la Obertura de Rienzi, de R. Wagner.

Anselmo Barba (1848-1883). Organista y compositor. Partidario de la música de R. Wagner y perteneciente al círculo de José de Letamendi y Joaquín Marsillach. Asistió a Bayreuth al estreno de Parsifal.

Cándido Candi Casanova (1859-1911). Organista y compositor. Reformista de la música religiosa de principios del siglo XX.

José María Doy. Primer traductor al español de Richard Wagner: El judaísmo en la música, publicado en La España Musical entre mayo y junio de 1869. Traducido del francés.

Eusebio Font Moreso. Profesor y compositor. Ejerció la crítica musical y publicó diversos trabajos literarios y teóricos.

Nicolás Guañabens Giral (1826-1889). Compositor, médico y piloto de la marina mercante. En mayo de 1859 el Teatro del Liceo estrenó, con éxito considerable una ópera en dos actos: Arnaldo d'Evill.

Claudio Martínez Imbert (1845-1919). Pianista, compositor y pedagogo. Acompañó como pianista a Sarasate, Monasterio y Planté.

Antonio Nogués Torras (1820-1882). Compositor y pianista. Conocido en España como músico de salón y en París por su Fantasía sobre motivos de La Hebrea.

Primitivo Pardás Font (1828-1897). Organista de la iglesia de Santa María del Mar de Barcelona desde 1855 hasta su muerte. Recibió lecciones de Thalberg y Liszt en 1845, aprovechando la estancia de estos pianistas en Barcelona.

Juan Bautista Pujol (1835-1898). Pianista y compositor. En 1850 se trasladó al Conservatorio de París y estudió con el maestro Laurent. En 1870 fija su residencia en Barcelona dando clases a Albéniz y Granados, entre otros.

José Pujol Fernández. Empresario relacionado con Fomento del Trabajo Nacional. Presidente de la Sociedad Wagner.

José Rodoreda Santigós (1851-1922). Director y compositor. Formado musicalmente por Nicolau Manent. Durante su juventud fue pianista del café Español (1869-75). En 1875 es nombrado profesor de Acompañamiento Pianístico y de Solfeo en el Coservatorio del Liceo, cargo que ejerció hasta 1883. En 1876 es elegido director de la Sociedad Coral Euterpe (fundada por José Anselmo Clavé), y en 1877 miembro de la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona, en la que ingresó con el discurso sobre Wagner Sobre el arte del teatro; además, redactó para esta Academia: Música del porvenir (1879) y Origen, presente y porvenir del wagnerismo (1883). Director en el Teatro Novedades, en el Ateneo Barcelonés y en el Teatro Principal. Compuso cerca de 300 obras de todo tipo, la mayoría perdidas. Entre ellas cabe recordar el Virolai de la Virgen de Montserrat para coro y órgano (1880).

Baudilio Sabater. Compositor, pianista y profesor. Se conservan varias piezas para piano. Ganador en los Juegos Florarles del Liceo de Sevilla en 1875 por su pieza para piano Fiesta de las golondrinas. Compuso Misa a Santa Cecilia, interpretada en su onomástica, en 1883, en la iglesia de San Felipe Neri.

Federico Serra. Organista en el Gran Teatro del Liceo de Barcelona en la temporada 1878-79. Ganó la oposición a Maestro de capilla en la iglesia de San Antonio Abad de Vilanova i la Geltrú (Barcelona). En 1875 compuso una fantasía sobre motivos de la ópera Fausto.

José María Sirvent. Establecido, como profesor de piano, en Barcelona en 1861.

Leandro Sunyer. Maestro de capilla de la iglesia del Pino de Barcelona. En esta ciudad, estrenó en 1862 la zarzuela Los tíos de sus sobrinos y en 1867 Las mujeres del siglo. En los catálogos de las editoriales de la época aparecen bastantes obras suyas, lo que indica que tuvo cierto éxito. Además, se conservan obras para piano, voz y piano y religiosa.


NOTAS.

    1. Clemente Cuspinera (Caldes de Monbui, 1842- Barcelona, 1899). Cursó estudios musicales en la Escolania de Montserrat. Hacia 1860 fundó, junto a J. A. Clavé, la sociedad coral Euterpe Caldense. En 1870 se traslada a Barcelona, donde ejerce la crítica y la enseñanza musical. Compuso música religiosa, coral y para la escena.


APÉNDICES.

[I]

El citado reglamento se publicaba en La España Musical el 6 de junio de 1874. Copiamos los dos primeros artículos:

WAGNER,

Sociedad Artístico-Musical

Reglamento.

Título primero.

Del objeto y constitución de la Sociedad.

Artículo primero. Bajo la presidencia honoraria de Ricardo Wagner, que se ha dignado aceptarla, y llevando su nombre, se constituye en Barcelona una Sociedad artísco-musical.

Art. 2.º Esta Sociedad tiene por objeto:

1.º Procurar y fomentar el conocimiento y trato entre los numerosos aficionados y profesores músicos que existen en nuestra Capital.

2.º Dar a conocer por los diversos medios que estén a su alcance, las obras musicales de reconocido mérito, nacionles o extranjeras.

3.º Crear una biblioteca musical para instrucción y solaz de los señores asociados.


[II]

Galleábamos por tal modo llevando y trayendo por entonces el nombre de Wagner, que de derecho se nos debe a Antonio Opisso, a Vidal y Llimona, editor-propietario de La España Musical, y a mí, el título de wagnerianos, los primeros que hubo en España, y cuyo título nadie nos podrá disputar. Nos eran conocidas casi todas las obras que Wagner había producido hasta la fecha. A mi rinconcito de Tortosa habían llegado El buque fantasma y Tannhäuser (por este orden, no recuerdo en el que llegaron las otras); había llegado, también, algún volumen de literatura musical wagneriana. (Pedrell 1911:37-38)


REFERENCIAS Y BIBLIOGRAFÍA.

  • Bauer, Hans-Joachim. Guía de Wagner. Alianza Editorial, S. A. Madrid, 1996. 2 volúmenes.

  • Breig, Werner; Dürrer Martin; Mielke, Andreas. Chronologisches Verzeichnis der Briefe von Richard Wagner. Wagner-Briefe-Verzeichnis WBV. Breitkopf & Härtel, Wiesbaden 1998.

  • Casares Rodicio, Emilio (dir. y coord.). Diccionario de la música española e hispanoamericana. Sociedad General de Autores y Editores. Madrid, 1999-2002. 10 volúmenes.

  • Deathridge, John; Geck, Martin; Voss, Egon. Wagner Werk-Verzeichnis (WWV). Verzeichnis der musikalischen Werke Richard Wagners und ihrer Quellen. B. Schott's Söhne, Mainz 1986.

  • Janés i Nadal, Alfonsina. L' obra de Richard Wagner a Barcelona. Editorial Rafael Dalmau. Barcelona, 1983.

  • Mestres Quadreny, Josep Maria. Compositors de la Renaixença. URL: http://www.webcom.com/musics/varis.html

  • Pedrell, Felipe. Jornadas de arte: (1841-1891). Sociedad de Ediciones Literarias y Artísticas. Librería Paul Ollendorf. París, s. a. [1911].

  • Pedrell, Felipe. Jornadas postreras (1903-1912). Eduardo Castells. Valls, 1922.

  • Pena, Joaquín; Anglés, Higinio. Diccionario de la música Labor. Editorial Labor S. A. Barcelona, 1954. 2 volúmenes.

  • Saldoni Remendo, Baltasar. Diccionario biográfico-bibliográfico de efemérides de músicos españoles. Edición facsímil de la primera [publicada entre 1868 y 1881], preparada por Jacinto Torres. Centro de Documentación Musical. Madrid, 1986. 4 volúmenes.

  • Torrent, Joan y Tasis, Rafael. Història de la premsa catalana. Editorial Bruguera, S. A. Barcelona, 1966. 2 volúmenes.

  • Wagner, Cosima. Die Tagebücher. Band I 1869-1877. R. Piper & Co. Verlag, München 1976.

REVISTAS.

  • La España Musical. Casa Editorial de Andrés Vidal y Roger. Director: Antonio Opisso y Viñas. Años 1873-febrero 1877 (último número visto).

CARTAS.

  • Del Dr. Günther Fischer al autor de este artículo. Bayreuth, 20-III-2003.