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Número 63º - Abril 2.005


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LAMENTO DI TRISTANO

Por Ignacio Deleyto Alcalá. Lee su Curriculum.



 

  Los célebres amantes Tristan e Isolda (o Iseo) fueron objeto de versiones desde el pasado más pretérito y conformaron una de las leyendas más fascinantes de toda la historia de la literatura. La sobrecogedora historia de origen celta y trágico destino corrió de boca en boca, de pueblo en pueblo y de país en país. Primero serían los cantos ligados a la composición y recitación oral para luego llegar a las varias versiones escritas de Béroul, Thomas y Eilhart von Olberg, todas ellas redactadas durante el siglo XII y sólo la última, en alemán, conservada en su totalidad. 

También diversos poemas narran de forma episódica algunas escenas aisladas de la historia. El más antiguo es el Lai du Chrivrefoil (Lay de la Madreselva) de Marie de France, contemporánea de Chrétien de Troyes, fechado hacia 1160 y en el que Tristan abandona su destierro para ver en secreto a su amada. Tristan se esconde en el bosque, espía el cortejo real, y advierte de su presencia a Iseo a través de una rama de avellano en el camino. El título se explica porque la vida de los amantes es como la de la madreselva que se enrosca, enmaraña y se abraza al tronco del avellano de tal modo que ya no pueden separarse: “juntos pueden vivir largos años, mas si alguien pretende separarlos, muere el avellano en breve plazo y la madreselva también. Bella amiga, tal ocurre con nos: no vos sin mí, ni yo sin vos” (vs. 71-78). 

En el siglo XIII la leyenda continúa su imparable expansión y es entonces cuando aparece la versión de Gottfried von Strassburg, basada en Thomas, y en la que se inspiraría Wagner para su drama musical Tristan und Isolde. La de Gottfried es quizás la más famosa de todas y no sólo por Wagner sino por su valor literario, por su exaltación del amor humano, su misticismo y su descripción de la “Minnegrotte” (La Gruta del Amor). Como parte de la tradición oral y escrita, la leyenda también había llegado a otros países como el nuestro donde ya se hace mención del personaje en las Cantigas de Alfonso X y en la obra del Arcipreste de Hita. Famoso es también el posterior romance “Ferido está don Tristán de una muy mala lanzada”. 

A Tristan, héroe y caballero de innumerables atributos, se le asocia con la música y, en especial, con el arpa la cual tocaba exquisitamente. De ahí que bien nos podamos imaginar al propio Tristan tañer su arpa en el famoso “Lamento di Tristano”, conocida danza italiana que proviene de un manuscrito toscano del siglo XIV. 

Carles Magraner y su inseparable Capella de Ministrers elige esta famosa danza medieval para dar título a un extraordinario disco de música instrumental de la Edad Media que contiene danzas reales (del manuscrito Le manuscrit du Roi del siglo XIII), estampidas medievales y varias Cantigas de Alfonso X el Sabio. Una vez más, Magraner es capaz de acercarnos música de tiempos tan remotos con una actualidad y presencia sorprendentes. En su interpretación de estas músicas se funden todas las corrientes en boga en la España de la época. Ese sonido abigarrado y robusto, perfumado de aromas arábigo-españoles, y ese dominio de la improvisación conforman el marco interpretativo ideal para esta música que no se atenía a férreas reglas formales, pues, la creación a través de la improvisación y la variación de temas e instrumentación eran la norma.

Piezas tan escuchadas en infinidad de discos desde la época de David Munrow como el propio Lamento di Tristano o La Manfredina adquieren en las manos de Magraner un ropaje diferente, más cercano a nuestra sensibilidad. Y no sorprenden unos resultados así cuando vemos el cónclave de músicos que preside el violagambista valenciano: David Antich, Efrén López, Juan Manuel Rubio y Pau Ballester. 

Muchos son los momentos a destacar en este disco de bella portada: por ejemplo, el primer Salterello por la contribución solista o la Cantiga 105 por la peculiar atmósfera creada y la sucesión de instrumentos bajo la melodía que actúa de nexo de unión entre el variado colorido instrumental. También mencionaremos el segundo Salterello por ese sabor arábigo-oriental tan de moda hoy en día. La penetrante fuerza de la interpretación junto a los cambios de ritmo y el sensacional interludio -marca de la casa- hacen de la Istampita Ghaetta una de las piezas más interesantes y llamativas del disco. Finalmente, no podemos olvidar la Istampita Isabella, interpretación de considerable riqueza sonora y, por supuesto, el Lamento que da título al disco, con la sugerente arpa medieval de Juan Manuel Rubio y su posterior La Rotta

Seguramente estamos ante uno de los mejores discos de música medieval publicado en los últimos años. La toma sonora ofrece presencia instrumental y claridad sonora. En definitiva, el disco se recomienda solo.

1-  Minno amor, Cantiga 29
2-  Parlamento
3-  Dansse
4-  Chominciamento di gioa
5-  Septime estampie real
6-  Istampita Belicha
7-  Rotundellus, Cantiga 105
8-  Istampita Isabella
9-  La Manfredina / La Rotta della Manfredina
10- Lai, Cantigas 139/183
11- Seconde estampie real
12- Salterello
13- Virelai, Cantiga 173
14- In pro
15- Foia, Cantiga 166
17- Lamento di Tristano / La Rotta
18- Istampita Ghaetta
19- Salterello


REFERENCIAS:

Lamento di Tristano. Danzas y música instrumental de la Edad Media. Efrén López, zanfoña, vihuela, salterio, sas, kanun. Juan Manuel Rubio, zanfoña, ´ud, arpa. Pau Ballester, percusiones. David Antich, flautas. Capella de Ministrers. Carles Magraner, viella, viola, rabel y dirección. LICANUS CDM 0307.
 

Distribuidor en España: DIVERDI

E-mail: diverdi@diverdi.com
Página web: www.diverdi.com