Revista mensual de publicación en Internet
Número 48º - Enero 2.004


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Orientaciones didácticas para trabajar la educación musical en infantil

Por Cristina Isabel Gallego García. Lee su curriculum.

       Si en el artículo de diciembre me centraba en cómo estaba contemplada la música en el primer y segundo ciclo de Educación Infantil, desde un marco legal (Colección de Materiales Curriculares de Educación Infantil de la Junta de Andalucía), en el presente número quiero dar unas orientaciones didácticas para trabajarla desde este etapa educativa, porque como dice Kurt Pahlen en su libro “La música en la educación moderna”:

La Educación Musical es para todos, absolutamente todos. Sin excepción alguna. No debe ser una “materia”, una “asignatura”, con tantas (o tan pocas) horas semanales; la Educación Musical tiene que estar indisolublemente en el día del niño, del joven, tiene que formar una parte importante de su existencia. La verdadera Educación Musical se aplica a toda hora.

Podemos empezar realizando un diagnóstico para detectar el grado de desarrollo de la expresión   musical, observando el grado de conocimiento de las cualidades del sonido, de los instrumentos, la familiarización con canciones, audiciones musicales, bailes y danzas tradicionales y populares.

Los objetivos que planteemos deben estar encaminados al desarrollo de capacidades: atención, memoria, discriminación auditiva, expresión, integración sociocultural, iniciativa, creatividad, socialización, estructuración temporal... introduciéndoles los contenidos que la favorezcan y convirtiéndolos en objetivos didácticos.

 Es muy importante que en nuestras programaciones favorezcamos el lenguaje musical junto con los demás lenguajes, es decir, que seleccionemos y organicemos los contenidos de expresión musical, relacionándolos con los demás aspectos de Comunicación y Representación (expresión corporal, plástica, matemática...)  y con los dos ámbitos restantes (Medio Físico y Social, Comunicación y Representación), presentándolos al niño de forma global en las actividades.

 Las actividades que realicemos deben tener relación con el tema de trabajo que estemos desarrollando. Por ejemplo, con mi tutoría de infantil, en la Unidad Didáctica “Los animales”, hemos trabajado la canción del señor Don Gato.

 En primer lugar les cuento el cuento del señor Don Gato. Voy presentando a los personajes, hablando un  poco de cada uno y motivando a los niños para que sean ellos quienes cuenten lo que saben. Después asociamos un instrumento musical a un personaje, a un objeto o a una situación determinada que se dé en el cuento (1 – platillos, 2 – clave, 3 – cascabel, 4 - cajas chinas, 5 – maracas, 6 – panderetas, 7 –  un golpe al tambor, 8 – xilófono, 9 – golpear el tambor con las manos, 10 - todos los instrumentos).  Todos los niños participan pues a todos les reparto instrumentos.

 Con los instrumentos que he mencionado anteriormente el cuento puede quedar de la siguiente manera (cada vez que aparece un paréntesis hago una pausa considerada en la narración para que los niños se den cuenta que es su turno para tocar y toquen su instrumento un ratito):

 En un día soleado (1 ), en un pueblecito con casa blancas y tejados colorados (2), vivía el señor Don Gato (3) sentadito en su tejado (2 ). Desde allí veía como el sol salía (1) tras las montañas todos los días. A sus vecinos (4) saludaba muy contento por las mañanas.  

Un día, el cartero (5) llegó  y una carta le entregó. En ésta le decía que si quería casarse con la gata María (6). Muchos años había esperado hasta conseguir su sueño anhelado y el día que lo consiguió del tejado (2)  se cayó (7 ). ¡Se ha caído! (7), ¡Se ha matado el pobre señor Don Gato! (3 ). Al romperse siete costillas, el rabo y el espinazo. El cielo triste se quedó  y de pronto un chaparrón cayó (8).

 De camino al cementerio (9) algo inesperado ocurrió y es que el señor Don Gato (3) con el olor de las sardinas resucitó (10 ). Don Gato(3) con María (6 ) se casó y el sol (1 ) de la alegría volvió a brillar ese día. Por eso dice la gente que siete vidas tiene el gato y a raíz de esta historia los habitantes de este pueblecito esta canción inventaron:


 

1  -  Estando el señor don Gato

sentadito en su tejado,

¡marramamiau! ¡miau! ¡miau!,

sentadito en su tejado,

ha tenido la noticia

que si quiere ser casado,

¡marramamiau! ¡miau! ¡miau!,

que si quiere ser casado.

 

2 -  Con una gata morena

sobrina del gato pardo,

¡marramamiau! ¡miau! ¡miau!,

sobrina del gato pardo;

de contento que se ha puesto,

se ha caído, se ha matado,

¡marramamiau! ¡miau! ¡miau!,

se ha caído, se ha matado


 

3 - Se ha roto siete costillas,

el rabo y el espinazo,

¡marramamiau! ¡miau! ¡miau!,

el rabo y el espinazo.

Ya lo llevan a enterrar

por la calle del Pescado,

¡marramamiau! ¡miau! ¡miau!,

por la calle del Pescado

 

4 - Al olor de las sardinas,

el gato ha resucitado,

¡marramamiau! ¡miau! ¡miau!,

el gato ha resuciotado,

por eso dice la gente:

“siete vidas tiene un gato”,

¡marramamiau! ¡miau! ¡miau!,

“siete vidas tiene un gato”.


         
Algunas veces yo toco la canción con un instrumento musical y los niños la cantan.  En otras ocasiones reparto instrumentos fáciles de tocar por lo niños de infantil (caja china, cascabeles...) para que mientras unos cantan, otros acompañen las voces de los compañeros con estos instrumentos. También solemos sustituir algunas palabras que se repite con frecuencia (gato, gata, marramamiau... ) por gestos para favorecer la capacidad de memoria (porque tienen que recordar el gesto que corresponde a la palabra), atención..., inventamos coreografías y la bailamos juntos...

Siguiendo con las orientaciones didácticas para trabajar la educación musical en infantil, se puede organizar el espacio – aula, creando diferentes zonas. En clase está presente el rincón de la música (donde se encuentran todos los materiales para favorecer su desarrollo), aunque también utilizaremos objetos de otras zonas diversificadas que en mayor o menor medida favorezcan este lenguaje. No podemos olvidarnos de las zonas individualizada y socializada; en esta última realizaremos la mayor parte de las actividades de expresión musical porque la música debe ser vivida por todos.

Al organizar el tiempo, es fundamental como he dicho anteriormente tratar de forma globalizada el lenguaje musical con los demás lenguajes, ámbitos y ejes en:  las rutinas diarias, actividades individuales, grupales...  Podemos utilizar distintos agrupamientos con los alumnos en función de las actividades que realicemos.

Por último, evaluaremos el desarrollo de las capacidades de expresión musical, junto con las demás capacidades, observando continua y permanentemente a los niños en la realización de las diferentes actividades, tanto en el aula como su participación en algún acontecimiento del entorno y valoraremos en qué medida con las programaciones y su puesta en práctica se favorece.