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Número 48º - Enero 2.004


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EL PRÍNCIPE SE CASA 

Por Bardolfo.

Jerez de la Frontera. Teatro Villamarta.

16 de Enero. Vives: La Generala. Reparto: Beatriz Lanza, Manuel Beltrán Gil, Sabina Puértolas, Enrique del Portal, Marta Moreno, José María Asín, Emilio García Carretero, Pablo Sánchez, Ángel Tomás Pérez, Juan Guerrero Balber, Inmaculada Salmoral, Nicolás Montoya, Juan Trigo. Coro del Teatro Villamarta. Director del coro: Ángel Hortas. Orquesta Arsián Música. Dirección musical: Luis Remartínez. Dirección escénica: Ignacio Aranaz. Aforo: aproximadamente tres cuartos de entrada.

        Un rey destronado que sueña con volver a acercarse al trono mediante un matrimonio de conveniencia para su hijo; un príncipe ocioso, resignado a servir como moneda de cambio para complacer a sus padres y convertirse en regente de un reino amigo; una princesa enamorada y poco segura de los sentimientos de su futuro esposo; y, en medio de todo, la Generala, una antigua cantante de cabaret parisina reconvertida a dama de alto rango por su matrimonio con un histriónico general hispanoamericano y que resulta ser una antigua ilusión amorosa del voluble príncipe. Con tales premisas se construye un texto divertido que ironiza sobre las monarquías y que se ve acompañado por la inspirada partitura de Amadeo Vives, curiosa mezcla de aires zarzueleros, páginas arrevistadas y formas de la opereta vienesa. Al Teatro Villamarta ha llegado en una versión de medios limitados pero suficientes, que no traiciona en ningún momento la esencia de la obra, a la que actualiza en momentos tan divertidos como la presentación de las posibles candidatas a esposa del príncipe, un regocijante desfile fotográfico de algunas de las más populares princesas de la actualidad, que desató las carcajadas del público, en especial con la inevitable referencia a la televisiva futura princesa de Asturias.

         Musicalmente la función tuvo gran interés, sobre todo por la excelente creación que de la coqueta y díscola protagonista realizó Beatriz Lanza, una de las más inspiradas intérpretes de zarzuela de la actualidad. Poseedora de un timbre atractivo, un indudable talento escénico y un físico muy adecuado a su hermosa caracterización, la soprano de Santander fue una Berta sofisticada y seductora, brillando especialmente en la célebre canción del Arlequín (el momento quizás más famoso de la obra) y en su dúo con el príncipe (el fragmento más inspirado de la pieza). A su lado, Manuel Beltrán Gil, que sustituía al inicialmente previsto Ángel Rodríguez, quedó bastante por debajo de su compañera, por su molesta tendencia al canto abierto y sus frecuentes notas caladas; su porte no era especialmente principesco, pero tampoco lo es el de Rainiero de Mónaco (al que se asemeja un poco físicamente), y, a cambio, dibujó un príncipe resignado e infantil bastante divertido.

        Sabina Puértolas fue la princesa Olga, destino final de la trama amoroso-crematística de los destronados reyes. De voz sedosa en el centro y canto elegante, su registro agudo, metalizado y algo gritón, no logró empañar una prestación con indudable porte, en especial en el bello dúo final, por cierto algo recortado en sus últimos compases. De entre un nutrido grupo de secundarios hay que destacar la indudable categoría de Enrique del Portal, pese a su voz lógicamente erosionada por el tiempo. Divertidos y cumplidores los demás componentes del reparto, aunque el acento hispanoamericano del general y su asistente resultaba bastante artificioso. Destacar la buena pronunciación de los diálogos por parte de todo el equipo, algo no muy frecuente hoy día, y el acierto de los responsables del teatro de incluir subtítulos en los cantables. Bien el coro del Teatro Villamarta, con comicidad bien aprendida, y brillante aunque no excesivamente refinada la dirección de Luis Remartínez. En definitiva, una divertida velada.