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Número 88º - Marzo-mayo 2.008


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PURO FRÜHBECK 

Sevilla, Teatro de la Maestranza. 9 de mayo de 2008. XVIII Temporada de conciertos de abono de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. Albéniz/Frühbeck: Suite española: Castilla, Granada, Sevilla, Asturias, Aragón. Turina: Danzas fantásticas. Beethoven: Quinta sinfonía. Rafael Frühbeck de Burgos, director.

Por Fernando López Vargas-Machuca.  

Retorna Frühbeck de Burgos, felizmente recuperado tras un grave accidente automovilístico, al podio del Maestranza, y lo hace con un programa muy trillado por el maestro: la Quinta de Beethoven, las Danzas fantásticas del sevillano Turina y cinco movimientos de la bellísima Suite española de Albéniz en la célebre orquestación realizada por el propio director. Pueden gustar más o menos las maneras de hacer del burgalés, irregular como él solo pero firmante de versiones discográficas de absoluta referencia de obras tan dispares como Elías, Carmina Burana o El sombrero de tres picos; en cualquier caso su trayectoria internacional durante muchos lustros lo avalan como un nombre que ha de ser tenido en cuenta por las programaciones de toda orquesta española que se precie. Y, al fin y al cabo, no hay nada más propio que escuchar Sevilla a la Sinfónica de Sevilla junto a la Torre del Oro, en los arreglos de Frühbeck y bajo la dirección de él mismo.

Sus orquestaciones, ya se sabe, desprenden un tufillo hortera evidente -Aragón se hace insufrible-, pero son lo que son: arreglos para lucir la espectacular estereofonía de Decca con mucha percusión a izquierda y derecha, ofreciendo asimismo, en los años de los Stanley Black y compañía, una música light, vistosa y pegadiza, a disfrutar por quienes gustan de una imagen tópica de nuestra tierra. Y si no, vean la portada original del elepé que hemos incluido aquí. Frühbeck dirigió Albéniz en el Maestranza sin cargar las tintas en lo folclórico y con gran sentido del color, pero sin alcanzar (como le ocurriera el año pasado junto a la Sinfónica de Chicago en un registro que se pudo descargar de la web de la orquesta) la electricidad de su grabación junto a la New Philharmonia.

Muy sólida su lectura de las Danzas fantásticas, sensual en los dos primeros movimientos y muy poderosa en el tercero, sabiendo ofrecer un verdadero sabor español -y más concretamente andaluz- sin dejar de mirar de reojo al mundo del Impresionismo, otras de las especialidades, por paradójico que parezca, del veterano maestro. El colorido fue admirable y el equilibrio de planos estuvo siempre garantizado. De todas formas pinceles más finos no hubieran venido mal por parte de la batuta, que como es habitual se mostró más poderosa que atenta al detalle.

La Quinta de Beethoven fue la propia del kapellmeister tan eficaz como rutinario que Frühbeck lleva dentro. El sonido fue robusto y corpulento, de una densidad apropiada para Beethoven, la energía estuvo garantizada en los movimientos extremos y los centrales estuvieron paladeados sin precipitaciones y con apreciable musicalidad. Ahora bien, apenas se apreció el trasfondo dramático y épico de la partitura, quedando la interpretación como un mero ejercicio de virtuosismo orquestal escaso de poesía, de verdadera emoción y, sobre todo, de sinceridad, lo que se evidenció en un cuarto movimiento vulgar, mal hilado con el precedente por una transición de brocha gorda y de discutible gusto por sus excesos de metales y percusión. Muy bien sonado, eso sí: la orquesta respondió de manera formidable, excepción hecha de unos violines que no terminaron de empastar en toda la velada. El público respondió con extraordinario entusiasmo al finalizar este concierto puro Frühbeck.

 

ENLACES RECOMENDADOS

Web de la ROSS: http://www.rossevilla.com

Web del Teatro de la Maestranza: http://www.teatromaestranza.com/