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Número 88º - Marzo-mayo 2.008


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ABRIENDO NUEVAS PUERTAS

Por Gonzalo Pérez Chamorro

Intérpretes Orquesta Sinfónica de Hungría. Solistas Andrea Melath, mezzo. István Kovács, bajo. Director András Ligeti. Obras Sinfonía n. 104 de Haydn y El Castillo de Barbazul de Bartók. Escenario y fecha Auditorio del Hospital de Santiago, viernes 17 de mayo. XX Festival Internacional de Música y Danza Ciudad de Úbeda.

            La misma curiosidad de Judith en El Castillo de Barbazul parece tener el Festival de Úbeda, que programó uno de los conciertos más apasionantes en todos sus veinte años de existencia, ofreciendo por fin una obra capital como es la única ópera de Béla Bartók (el más grande del siglo XX para quien escribe), colmando de placer a los que allí estábamos y satisfaciendo la curiosidad de cómo respondería el público ante una ópera “difícil” en versión concierto. Probablemente ninguna orquesta española podría hacer un Castillo como hizo Ligeti con la Sinfónica Húngara, músicos que desde pequeños oían la música de Bartók por los pasillos de la Academia Franz Liszt de Budapest como nosotros oíamos la de Albéniz o Falla.

            Para preparar esta música que cala en lo más hondo de los huesos, la fantástica Sinfónica Húngara y el mejor aún András Ligeti (con este apellido no se puede ser mal músico) hicieron una Sinfonía n. 104 de Haydn llena de frescura, con muchos contrastes y con un tempo más propio de las Sinfonías del “Sturm und Drang”. Una vez que Haydn cierra su puerta y aparece Bartók, el miedo se apodera de la sala, comprendemos que El Castillo es una metáfora de la vida y del alma humana, que cada puerta que abre Judith ante las recomendaciones a no hacerlo de Barbazul es un reto a lo desconocido, al temor de saber lo que no se quiere saber pero se sabe. Ligeti ve en El Castillo una música húngara (Boulez o Haitink la ven como un gigante geiser tímbrico y emocional) que sangra a cada compás, con ese dolor bartokiano que conmueve más que ningún otro (acaso Wagner). También Ligeti sabe destacar la maravillosa orquestación, pero eso no parece ser lo que más le gusta, pues el tradicional ritmo húngaro lo dirige como pocos. Judith, Andrea Melath, acaba de serlo para Naxos, y es comprensible, pues es una referencia en el papel, pues aúna inocencia con madurez. István Kovács, que fue Barbazul para una bella producción de la Televisión Húngara, vuelve a ser un elegante y resignado Barbazul, que sabe en todo momento que la última puerta, la que debe permanecer cerrada para siempre, terminará abriéndose. Eso es lo que en Úbeda ocurrió, se abrió una nueva puerta, inesperada para muchos.

 

           

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Web oficial de Sor Marie: www.keyrouz.com

Web del Villamarta: http://www.villamarta.com