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Número 88º - Marzo-mayo 2.008


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APROXIMACIÓN AL TÉRMINO MÚSICA

Por Noemí Aguilar Fernández. Profesora superior de guitarra. 

 

«Resulta evidente que el mundo está repleto de diferentes tipos de música: tradicional, folk, clásica, jazz, rock, pop o world, por citar sólo unos pocos. [...] Sin embargo, [...] cada tipo de música llega con su propio modo de pensar en la música [...] Cada música es diferente, pero también es cierto que toda música es música»[1].

 Con estas palabras Nicholas Cook pone de manifiesto lo difícil que es hablar de música, porque la música es una creación del ser humano y, como tal, es subjetiva: está sujeta al contexto sociocultural y político de la época y el lugar en la que se produce, así como a la percepción del autor de la concepción de la música (música como arte, como lenguaje, como provocación al oyente...), a la razón por la que compone la obra musical (dinero, placer o ambos), al estado anímico del autor en el momento de la composición, etc. 

Sólo del s. xviii a hoy ha variado considerablemente la concepción de la música, según los diferentes estilos imperantes en cada época. Así, a grandes rasgos, podemos encontrar:

a) música como obra de arte que sigue un ideal de belleza determinado, considerado como universal (Clasicismo);

b) música como expresión de ideas y sentimientos (Romanticismo);

c) música como búsqueda de raíces profundas de cada nación y como propaganda política (Nacionalismo);

d) música como evocación de una atmósfera o impresión sensorial (Impresionismo);

e) música como experimentación: combinaciones de sonidos diversos hasta ahora no utilizados en una producción musical (disonancias, ruidos...), participación activa del oyente y del intérprete en la obra musical, etc. (segunda mitad del s. xx). 

         En efecto, ningún teórico de la música, ningún compositor, intérprete o pedagogo experimentado podrá dar una definición de música válida para cualquier momento de la Historia de la Música y para cualquier lugar del mundo. La música como manifestación personal de un individuo dentro de un marco temporal concreto, en un lugar concreto y con unas características determinadas depende de tantos factores que es imposible aislarla y definirla utilizando un axioma científico de carácter universal e irrefutable. Esto implica que la música como creación humana no puede definirse; sólo puede comprenderse: las definiciones dadas sobre la música a lo largo de los años han sido muy diferentes y, si bien ninguna de ellas puede considerarse del todo correcta, tampoco se pueden tachar de incorrectas, ya que estas definiciones no son sino juicios de valor de los distintos autores, con lo cual estamos ante un concepto relativo (no universal), que depende de puntos históricos concretos: es el denominado cambio de paradigmas, en terminología de Dahlhaus. De hecho, este musicólogo opina que es necesaria no una, sino muchas aproximaciones a la obra musical, puesto que la obra se comprende sólo conociendo las circunstancias concretas que motivaron su creación. Esto hace que haya que buscar en cada época y nación el paradigma musical que se utiliza, para poder acercarnos al concepto de música en esa circunstancia y en ese lugar determinados. 

         Lo mismo ocurre con otros conceptos abstractos largamente discutidos por los pensadores de todas las épocas: se trata de conceptos que no pueden encasillarse definiéndolos de un modo concreto. Es el caso del término belleza, cuyo significado también ha variado mucho de unas épocas a otras:

a) belleza = bien (Grecia);

b) belleza = ideal determinado de proporciones sencillas y armoniosas (Clasicismo);

c) belleza = singularidad de la obra de arte (Romanticismo);

d) belleza = perfección de la forma (Formalismo), etc.

        Así pues, cuando se habla de La Música (o de otro concepto abstracto) lo que se hace es dar una opinión acerca de ésta: no se describe su esencia o su naturaleza, sino lo que recrea o hace sentir al oyente (asociaciones y connotaciones que lleva consigo), lo que la compone (sonidos, proporciones matemáticas...), lo que la produce (instrumentos, voz, ruidos...), cómo se estructura (formas musicales), etc.

De este modo, para comprender (no definir) la música es necesario leer los textos de las diferentes épocas y distinguir los modelos representativos de la música en un determinado momento y en un determinado lugar, que explican el fenómeno musical en un momento y en un lugar concretos.

 

BIBLIOGRAFÍA

 Cook, Nicholas. De Madonna al canto gregoriano. Una muy breve introducción a la historia de la música. Madrid: Alianza, cop. 2001.

 Fubini, Enrico. «Carl Dahlhaus: historia e historiografía musicales». La estética musical desde la Antigüedad hasta el siglo xx. Madrid. Alianza, cop. 1994, pp. 411‑414.

 Schmitt, Thomas. «¿Qué es música?», Módulo 1 de la asignatura Lectura de textos de la Licenciatura Historia y Ciencias de la Música (Universidad de La Rioja), curso 2002‑2003.


 

[1] Cook, Nicholas. «Prólogo». De Madonna al canto gregoriano. Una muy breve introducción a la historia de la música. Madrid: Alianza, cop. 2001, pp. 8‑9.