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Número 82º - Marzo 2.007


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LE VILLI: UN GRAN DIRECTOR

 

Jerez, Teatro Villamarta. 23 de marzo de 2007. Adam: Galop general del primer acto de Giselle. Mendelssohn: selección de la música incidental para El sueño de una noche de verano. Dukas: El aprendiz de brujo. Puccini: Le villi (versión de concierto). Cristina Gallardo-Domâs, Albert Montserrat, Javier Franco, Paco Lobatón. Coro del Teatro Villamarta. Orquesta Filarmónica de Málaga. David Levi, director musical.

Por Fernando López Vargas-Machuca

   Perdonarán los amantes de las voces el título de esta crónica, pero es que la revelación de la velada sinfónico-operística ofrecida por el Villamarta con la versión concierto de Le Villi como plato fuerte no fue otra que el maestro traído por Cristina Gallardo-Domâs: el director norteamericano David Levi. Un señor nacido en Cleveland que aunque en su por otra parte nada desdeñable currículo no parezca haber salido mucho del mundo de la ópera y el musical, da la impresión de tener un considerable talento no ya como acompañante de voces, sino también como batuta inspirada y creativa.

Así lo demostró en la primera parte del espectáculo, puramente sinfónica, con una curiosa selección de músicas de carácter más o menos feérico para completar la duración de la breve ópera. El galop de Giselle (obra que hace poco pudimos apreciar completa en Jerez en una digna versión a cargo del ballet de María Giménez) estuvo dicho con un entusiasmo y una fuerza que música tan menor no encuentra fácilmente. En la selección de El sueño de una noche de verano se hizo patente la dificultad que entraña dirigir a Mendelssohn, pero aun así, frente a una “danza de los payasos” algo desvaída brillaron un “scherzo” expuesto con singular claridad, una “marcha de las hadas” ligera aunque no banal, una “marcha fúnebre” con suficiente sarcasmo y una “marcha nupcial” brillante pero sin rastro de efectismo en la que las bellísimas melodías de la sección central estuvieron cantadas con emotividad. El único inconveniente fue la muy discreta calidad global de la Filarmónica de Málaga, que no obstante pudo lucir un notable virtuosismo de las maderas en El aprendiz de brujo en una lectura magníficamente trazada desde el podio.

David Levi dirigió con las mismas ganas e inspiración el título de Puccini, sacando extraordinario partido a una partitura que cuenta con momentos de enorme belleza -a sus veintiséis años ya se vislumbra aquí el genio del futuro autor de Tosca- pero bastante irregular desde el punto de vista dramático. Hubo emoción y lirismo, también drama y frenesí en la música destinada a los espectros, al tiempo que la orquesta malagueña hizo lo que pudo y el entusiasta Coro del Villamarta (desbordado de trabajo al preparar simultáneamente Eugenio Oneguin) se mostró mucho más entonado en la sección masculina que en la femenina.

Claro que la protagonista absoluta fue Cristina Gallardo-Domâs, una soprano a la que se le pueden discutir aspectos técnicos (sí, aquí también quebró un agudo) pero no su sinceridad emocional y menos aún su adecuación canora y estilística al mundo pucciniano. Su voz además se encuentra en un buen momento -más por arriba que por abajo- y hasta parece haber ganado en proyección, corriendo con impresionante volumen por la sala. Su Anna fue magnífica, brillando en una interpretación de “Se come voi piccina” inesperadamente más vital y luminosa que delicada e introvertida, amén de alejada de lo sensiblero. Un lujo para Jerez, donde por cierto pronto tendremos la oportunidad de volver a escuchar a la artista en un debut que a buen seguro dará que hablar.

El barcelonés Albert Montserrat sigue consolidándose en su ascendente carrera como tenor lírico merced a una buena voz, una sólida técnica -importaron poco algunos enturbiamientos de la emisión- y un encomiable apasionamiento que no recurre a efectismos veristas, no desmereciendo en absoluto al lado de la prestigiosa soprano chilena. Importante interpretación sin duda del personaje de Roberto, que dicho sea de paso acaba de grabar en DVD (una producción del controvertido Enrico Castiglione). Menor nivel tuvo Javier Franco en sus breves intervenciones, si bien cuenta una materia prima vocal de primer orden que en el futuro puede dar mucho de sí. Irreprochable finalmente el célebre presentador televisivo jerezano Paco Lobatón en su papel de narrador en esta globalmente espléndida versión concierto de Le Villi. Gran noche de música.

 

Web del Villamarta: http://www.villamarta.com

Web oficial de Cristina Gallardo-Domâs: http://www.gallardo-domas.com/