Revista mensual de publicación en Internet
Número 81º - Febrero 2.007


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INOCENTE DA PONTIADA

Por Ovidi Cobacho Closa, Historiador del arte (Catalunya). 

  • DA PONTE; espectáculo musical de Bibiana Goday, sobre música de W.A. Mozart y textos de Lorenzo Da Ponte. Intérpretes: Enric Sarrate (Da Ponte), Lluís Avendaño (Mozart), Mar Medina (Zerlina), Cinta Curto (Susanna /Condesa) Olga Miracle (Donna Anna), Sabine van Waesberghe (Donna Elvira/Barbarina), Oriol Rosés (Fontone), Robert Gonzàlez (Ferrando), Xavier Fernández (Figaro i Leporello). Dirección musical: Lluís Avendaño i Xavier Baulies. Dirección escénica: Bibiana Goday. Versus Teatre, Barcelona, 8 – II- 2007.

Como colofón de este pasado año de celebraciones mozartianas, en el íntimo y acogedor teatro barcelonés Versus Teatre, se estrenó el pasado febrero el espectáculo de pequeño formato Da Ponte. Un divertimento lírico-dramático que combina canto y narración escénica, concebido por Bibiana Goday a partir de las relaciones creativas entre el libretista Lorenzo Da Ponte y W. A. Mozart. Mucho hubiera podido dar de sí una experiencia como ésta, dada la fructífera relación entre ambos colosos del teatro musical y la extraordinaria calidad de sus creaciones operísticas, pero el espectáculo tendió a quedarse con lo más anecdótico (la mayor parte entresacado de las memorias del libretista), cuando no a recurrir a soluciones dramáticas de escasa eficacia narrativa.

Enric Sarrate fue el encargado de hacer de cicerone de los distintos cuadros musicales, un Da Ponte de buenas intenciones pero escasa entidad dramática. A ello le asistió una entregada Mar Medina, que adoptó el nombre de la ingenua campesina Zerlina víctima de Don Giovanni, aquí personaje mudo puramente anecdótico. Los distintos pasajes líricos, entresacados de la trilogía Mozart-Da Ponte, a saber Le nozze di Figaro, Don Giovanni i Così fan tutte, corrieron a cargo de unos esforzados cantantes, de mayor voluntad que solidez canora. Al lucimiento de éstos no ayudó tampoco lo comprometido y las exigencias de la mayoría de pasajes escogidos, a pesar de recorrer, en algunos casos, a desafortunadas soluciones como triturar algunas arias (“Come Scoglio”) cantadas por tres voces. Lograron destacar en algunas intervenciones la soprano Cinta Curto y el bajo Xavier Fernández en el aria del catálogo. La idea de utilizar la cavatina de Barbarina (“L’ho perduta, me meschina”) como motivo conductor de la obra no acabó de cuajar como solución dramática. En el aspecto musical destacó la buena labor de Lluís Avendaño al piano, así como también el soporte de Quim Lecina al frente de una impecable iluminación. Al fin, entusiasta esfuerzo e inocente resultado.