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Número 80º - Enero 2.007


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Belleza y lujo

Por Víctor Pliego de Andrés. Lee su curriculum. 

Recital de Lieder de Dame Felicity Lott (sorpano) y Graham Johnson (piano). Lieder de Mahler, Schumann, Wolf, Duparc, Capdevielle, Sauguet, Debussy, Duparc, Coward, Hahn, Strauss y Messager. XIII Ciclo de Lied coproducido por el Teatro de la Zarzuela y la Fundación Caja Madrid. Teatro de la Zarzuela, Madrid, 18 de diciembre de 2006.

Felicity Lott y Graham Johnson volvieron a ofrecer una exquisita sesión de Lieder en Madrid, renovando su triunfo ante un público con el que hay establecida una especial complicidad. Así lo atestiguó la cálida y larga ovación  ofrecida a los artistas nada más salir al escenario. Muchos presentes recordaban la fantástica sesión sobre “Mujeres perdidas y esposas virtuosas” que ambos ofrecieron la pasada temporada. Sin perder nunca la elegancia ni el buen humor, y sin exagerar, el programa de esta velada fue algo más estricto que el año pasado. Giró en torno a la poesía de Rücker y de Goethe en la primera parte, y de Baudelaire y Sacha Guitry en la segunda, con una incursión en el singular universo de Coward, compositor que nuestra dama defiende con entusiasmo. Hubo, por lo tanto, variedad y coherencia al mismo tiempo. El arranque con los Rückert-Lieder de Mahler fue toda una demostración de valentía y una afirmación rotunda del dominio que Lott y Johnson tienen del universo liederístico alemán donde se forja el género. La soprano cantó y pronunció cada verso con perfecta inteligencia y con una interpretación irreprochable de la música alemana, sin abandonar nunca algo de su particular impostación “a la inglesa”. Ambos intérpretes tuvieron una de esas noches de gran inspiración, donde la emoción apareció unida al arte y al oficio. Los finales, preciosistas y delicados, resonaron de forma particularmente sobrecogedora, aunque también hubo muchos contrastes de tensión y velocidad perfectamente entretejidos entre voz e instrumento, sin abandonar nunca la dinámica que la cantante puede abacar. Las canciones de Schumann hicieron de bisagra entre Rückert y Goethe, para cerrar esta primera parte con cuatro Lieder de Hugo Wolf. En la segunda, parte la dama Felicity demostró su versatilidad al abordar ahora canciones francesas de Duparc, Capdevielle, Sauguet y Debussy, sobre versos de Baudelaire. La soprano cambió de estilo y lengua como quien cambia de traje, cosa que, por supuesto, también hizo durante su actuación. Con este viaje desde Alemania a Francia habría quedado plenamente justificado el extraordinario recital, pero nuestra Dama aún habría de ofrecer una sorpresa avanzando hacía el mundo de la opereta a través de Noel Cowal y Sacha Guitry. El recital fue una inolvidable demostración de arte, de “orden, belleza, lujo, calma y voluptuosidad”. Las expectativas del público quedaron completamente colmadas.