Zarzuela de la buena

Por Víctor Pliego de Andrés. Lee su curriculum. 

La tabernera del puerto. Romance marinero en tres actos. Música de Pablo Sorozábal. Libro de Federico Romero y Guillermo Fernández-Shaw. Reparto: María José Moreno / María Rodríguez; Enrique Baquerizo / Juan Jesús Rodríguez, José Bros / Albert Montserrat / Vicente Ombuena, Iván García, Pilar Moral, Ismael Fritschi, Marta Moreno, Aurelio Puente, Abel García, Fran Sariego, Iván Luis, Juan Viadas. Dirección musical: Manuel Galduf / Ramón Torrelledó. Dirección de escena: Luis Olmos. Escenografía: Gabriel Carrascal. Figurines: Maria Luisa Engel. Dirección del Coro: Antonio Fauró. Iluminación: Fernando Ayuste. Orquesta de la Comunidad de Madrid. Titular del Teatro de la Zarzuela. Coro del Teatro de la Zarzuela. Teatro de la Zarzuela de Madrid, del 28 de abril al 28 de marzo de 2006. Nueva producción del Teatro de la Zarzuela.

La tabernera del puerto es una zarzuela con aires dramáticos y números musicales inolvidables. No hay uno solo que no sea bueno y que no tenga temas pegadizos. Hay algo “rossiniano” en estas melodías inspiradas, de perfecta arquitectura y bellos arreglos, escritas por el maestro Pablo Sorozábal en los crueles años treinta. El argumento es un folletín algo flojo, de Romero y Fernández-Shaw, pero que no estorba, que mantiene el suspense y que cuenta con personajes muy característicos. Esta nueva producción del Teatro de la Zarzuela ha sido impecable. La Orquesta de la Comunidad de Madrid tocó con arte y conocimiento de causa, superando las dificultades que en algún momento pudo suponer la alternancia de dos maestros en el podio: Galdulf y Torrelledó. Hubo también un doble reparto de figuras principales. Los solistas que pudimos escuchar ofrecieron unas interpretaciones vocalmente irreprochables, pero sin creerse ni convencer en lo que al enredo argumental se refiere. Por su lado, el coro estuvo vivaracho y expresivo, y se movió a sus anchas por las tablas. La función se resolvió con una realización escénica de gran plasticidad visual. Los decorados diseñados por Gabriel Carrascal resultaron muy teatrales y efectivos, con la ayuda de una iluminación fantasiosa de Fernando Ayuste y de los figurines de Maria Luisa Engel. Las proyecciones digitales fueron técnicamente imperfectas, sin llegar a chocar, aunque un amigo me comentaba que parecían las pantallas del windows. Fue una producción muy bien concebida y resuelta en su conjunto, que deleita a todos los públicos por su gracia, su puesta en escena, por su interpretación y por su excelente partitura. Es zarzuela de la mejor, bien digna del escenario en que se representa, resuelta en un espectáculo completo, moderno y excelente en todos sus elementos y detalles.

(Fotografía: Jesús Alcántara)