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Número 76º - Mayo 2.006


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 EL CUENTO MUSICAL Y LA EDUCACIÓN EN VALORES

Por Margarita Molina Podadera. Profesora Educación Musical.

 

   Se viene observando desde hace un tiempo en la clase en general, y en la de música en particular, que hay unas barreras que dificultan la  interacción, vertical  (maestro – alumno) y horizontal (alumno - alumno) entre los miembros de un aula. La interacción es un proceso de comunicación recíproca y dinámica, entre el receptor y el emisor, de tal forma que se produce una transformación en los diversos aspectos del individuo: cognitivo, afectivo, y de actitudes personales, sobre todo en cuanto a la interpretación en el grupo – clase.  Las barreras de comunicación son aquellos elementos que bloquean estos procesos interactivos. Una barrera de comunicación en la Educación Musical es la falta de respeto a los demás que aparece siempre teóricamente en los objetivos de actitudes y valores y que por tanto se debe evaluar dándole la misma importancia que a los objetivos cognitivos y procedimentales ya que todos forman parte de las mismas finalidades educativas. 

La falta de comunicación influye en el aprendizaje general y musical del niño, puesto

que, el aprendizaje es un proceso a través del cuál el alumno construye su conocimiento y éste es el resultado de la interacción entre lo que enseña el profesor y las propias acciones y reflexiones del alumno sobre esta enseñanza. En relación a la música, el ritmo, elemento esencial de la música, favorece estos procesos interactivos, tanto si se realiza de manera imitativa, o en diálogos (profesor – alumnos o alumnos – alumnos) improvisados de preguntas respuestas. La melodía también se puede trabajar en clase de la misma manera, en forma de eco o de preguntas – respuestas, utilizando esquemas melódicos sencillos.

  La música,   al ser un arte que se desarrolla en el tiempo y que se percibe auditivamente, es difícil de recordar y reproducir, pero a través de las actividades dichas anteriormente, se favorece el desarrollo auditivo y expresivo, base de toda comunicación.

    La única manera de perpetuar una composición musical es a través de unos códigos creados dentro de un sistema en el que se representen gráficamente los sonidos, para que éstos puedan ser interpretados. Estas representaciones gráficas pueden ser convencionales o no convencionales. En la actividad que se propone en este artículo el “cuento musical”, se utilizará el código convencional: la negra y la corchea para cada uno de los esquemas rítmicos del cuento como figuras musicales.

    Antes de realizar una actividad se debe comprobar el grado de interacción grupal,  porque dependiendo de ésta habrá una barrera en la comunicación o no, es decir, tenemos que analizar la actitud de los alumnos: motivación, escasa atención, integración grupal (en el grupo clase) y relación con el profesor /a y averiguar la causa/ s del problema.

    Pero, ¿cómo mejorar esta interacción entre el alumno – maestro?. Lo podemos hacer a través del juego musical ya que según E. Erikson (1982) es fundamentalmente una dimensión del desarrollo que favorece y moviliza todas las estructuras de crecimiento y que  llega a constituirse una forma de expresión y más concretamente de comunicación social.     El juego musical requiere una reconstrucción de los procesos sociales en los que los niños están inmersos.          

   Reconstruyen lo que perciben en su entorno: el mundo de los adultos, influencia de programas de la televisión, cine, video – consolas y acontecimientos diversos (fiestas populares, ferias..)  utilizándolo como un recurso, porque según la Psicología Evolutiva el juego afecta al desarrollo cognitivo, social y afectivo – emocional.

  Por tanto cuando planteamos el cuento – musical como actividad, tenemos en cuenta el entorno socio – cultural de los/as  alumnos/as: su desarrollo evolutivo, intereses y motivaciones. Al describir musicalmente los acontecimientos que suceden en el relato se favorecerá capacidades de relación social, solucionando así problemas como la inhibición o dificultades de comunicación con los demás que presentan algunos niños con discapacidad.     A partir de las situaciones reales que observamos en las aulas, tenemos que ver cómo motivar a los alumnos para el aprendizaje integral, intelectual, desarrollo de habilidades y destrezas, y sobre todo la educación en valores y que mejor en el caso de la música que la elaboración entre toda la clase de un cuento y la posterior instrumentación y realización del mismo, lo cual requiere la cooperación de todos, en un contexto de igualdad. De esta forma utilizaremos el cuento como elemento integrador porque si hay algún alumno aislado en clase, esta actividad le hará participante en el papel que le corresponda interpretar. También tenemos en cuenta la improvisación y la creatividad al inventar el cuento entre todos.

A continuación pasaremos a describir el proceso de la actividad:  los alumnos estarán sentados en el suelo en círculo y uno de ellos empieza una  historia, marcando un pulso sobre las rodillas. De esta manera, relacionan el ritmo de la palabra con el ritmo musical tan necesario en la expresión oral e instrumental que se hará posteriormente. Siempre sin perder el pulso los alumnos en un orden sucesivo, de manera individual, improvisan la continuación de la historia, hasta llegar al último trabajando así la imaginación.

 Una vez elaborado el cuento pasaremos a asignar los instrumentos a cada uno de los personajes y los esquemas rítmicos que  representarán a cada uno de ellos. Entre todos buscaremos un narrador, según la edad de los alumnos/as, será narrado por la profesora, un niño/a o a través de una marioneta ... etc.

 Con ello ayudaremos a paliar un problema que lamentablemente está muy al día en la escuela: la violencia escolar, debida principalmente a la intolerancia hacia los demás y a la falta de respeto. Esta actividad, al favorecer la comunicación y las relaciones interpersonales contribuirá a ello.

    La educación en valores entraña la educación para la paz, para la convivencia, la coeducación,... que pueden servir de tema para la narración.

     La realización del cuento musical siguiendo este proceso de creación e interpretación implica el respeto a los demás, tanto al aceptar las partes de la historia que los compañeros crean, como la elección de los instrumentos, ritmos, temas melódicos que representan a los personajes, y respetar, sobre todo el orden de intervención.

     A través del cuento se trabaja la interdisciplinariedad con el Área de Lenguaje, al escribir el cuento inventado, también dentro del área de Educación Artística se trabaja además de la Música, la Plástica, al realizar los dibujos relacionados con el cuento y la Dramatización, al dramatizar el texto del mismo.

    Por último según (MEC 1993), los temas transversales “contribuyen de manera especial a la educación en valores morales y cívicos, entendida ésta como una educación al servicio de personas capaces de construir racional y autónomamente su propio sistema de valores y, a partir de ellos, capaces también de enjuiciar críticamente la realidad que les ha tocado vivir, e intervenir para transformarla y mejorarla”. 

BIBLIOGRAFÍA:

   ERIKSON, E;  PIAGET J. y LORENZ K: Juego y desarrollo. Madrid, Crítica 1982

   PIAGET, J (1932) El criterio moral en el niño. Barcelona, Fontanilla 1979 – 1946 La formación del símbolo en el niño. México D. F. F. C. E. 1973

   BRUNER, J (1983): Juego, pensamiento y lenguaje en J. Linaza: acción, pensamiento y lenguaje. Madrid, Alianza 1984

   Estudios y reflexiones sobre la educación social.

   La práctica educativa. Cómo enseñar. Editorial Graó. Barcelona 1995

  ESCUDERO Mª PILAR. Editorial Real Musical. (1969)