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Número 57º - Octubre 2.004


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ADIÓS A LA POLIFONÍA 

Por José Manuel García Montes

          

El Clave Bien Temperado (abreviadamente, CBT) es uno de los mayores logros de la Historia de la Música. Además del valor técnico que supuso en su tiempo en relación al sistema de afinación, el CBT es un hito del espíritu humano y de la arquitectura musical. En esta reseña voy a obviar las interpretaciones al clave y me centro exclusivamente en aquellas realizadas para piano.

Barenboim afronta esta cumbre musical en un período de su vida donde no se prodiga tanto al teclado. En la presentación del disco y en el libreto que acompaña este doble CD nos dice que "ha crecido con Bach". Nos indica que desde muy temprana edad estudió el CBT bajo la tutela de su padre y posteriormente con Nadia Boulanger, porque tocar música polifónica al piano era uno de los aspectos más importantes que existe en la ejecución pianística.

Dicho esto, entremos en materia con este nuevo lanzamiento del argentino. He comparado esta versión del CBT Libro I con las de Edwin Fischer en EMI, Glenn Gould en Sony, Sviatoslav Richter en RCA, Rosalyn Tureck en DG, Andras Schiff en Decca y Till Fellner en ECM. En comparación con cualquiera de estos intérpretes, la interpretación de Barenboim tiene un enfoque distinto, menos intelectual, pero buscando un público que quiera una versión más romantizada aunque con un punto de falta de introspección.

La ejecución es blanda comparada con la de Richter pero muy correcta desde un punto de vista técnico. En el Preludio nº 1, un preludio que como no se interprete queda reducido a una serie de bellas escalas, la lectura de Barenboim es algo homogénea como si decidiera dejar la interpretación para los dos últimos compases. En el Preludio nº 2 el ritmo es fluctuante y algo caprichoso. La Fuga nº 2 está fundamentada sobre una polifonía transparente y muy clara, sin embargo, en esta interpretación la voz superior oculta el entramado polifónico. Este enmascaramiento de la polifonía es un mal endémico a lo largo de toda la grabación, salvo contadísimas excepciones, quizá perjudicado por la toma sonora. Barenboim tiende a enfatizar las voces más graves, pero increíblemente enfatiza en momentos en que las voces superiores son suaves. Si a esto añadimos un excesivo uso del pedal y una excesiva reverberación en la grabación, la polifonía de la que hablaba Barenboim brilla por su ausencia.

Es posible que Barenboim, tratando de buscar un enfoque distinto a tanta versión haya buscado ese efecto de sensación difusa. El resultado es que se pierde el balance de las diferentes voces. El efecto resultante que se obtiene es un Bach tremendamente romantizado -en el Preludio nº 4 podemos llegar a creer que nos han cambiado el disco de Bach por uno de Schumann- pero eso puede ser del gusto de parte del público. Otro defecto que encuentro es la falta de unidad entre los preludios y sus fugas correspondientes, parecen piezas independientes.

La grabación tampoco beneficia a esta obra. La situación del piano es correcta, ni está muy alejado ni muy cercano. El problema es que la toma sonora adolece de una excesiva reverberación que puede llegar a ser molesta y que, como he dicho anteriormente, perjudica gravemente a la claridad del contrapunto. Lo curioso es que el lugar de la grabación no es una iglesia, sino que es el Teldex Studio en Berlín y no me creo que exista tal reverberación natural en dicho estudio. Lo que me hace deducir que esta reverberación es artificial.

Las notas del libreto contienen un artículo de Barenboim con sus puntos de vista particulares y otro artículo algo pobre comparado con otras grabaciones en donde analizan cada uno de los preludios y fugas. Eso sí, ambos se pueden leer en español.

Entiendo que el enfoque de Barenboim puede atraer a una parte del público, que lo encontrará interesante, el problema es que la competencia es bastante dura: Fischer, Richter, Tureck, Gould, Schiff, ...



REFERENCIAS:

J.S.BACH: El Clave Bien Temperado. Libro I.
Daniel Barenboim, piano.
Warner Classics 2564 61553-2