|   | ADIÓS A LA POLIFONÍA  Por 
      José Manuel 
      García Montes           
       El Clave Bien 
      Temperado (abreviadamente, CBT) es uno de los mayores logros de la 
      Historia de la Música. Además del valor técnico que supuso en su tiempo en 
      relación al sistema de afinación, el CBT es un hito del espíritu humano y 
      de la arquitectura musical. En esta reseña voy a obviar las 
      interpretaciones al clave y me centro exclusivamente en aquellas 
      realizadas para piano.
 Barenboim afronta esta cumbre musical en un período de su vida donde no se 
      prodiga tanto al teclado. En la presentación del disco y en el libreto que 
      acompaña este doble CD nos dice que "ha crecido con Bach". Nos indica que 
      desde muy temprana edad estudió el CBT bajo la tutela de su padre y 
      posteriormente con Nadia Boulanger, porque tocar música polifónica al 
      piano era uno de los aspectos más importantes que existe en la ejecución 
      pianística.
 
 Dicho esto, entremos en materia con este nuevo lanzamiento del argentino. 
      He comparado esta versión del CBT Libro I con las de Edwin Fischer en EMI, 
      Glenn Gould en Sony, Sviatoslav Richter en RCA, Rosalyn Tureck en DG, 
      Andras Schiff en Decca y Till Fellner en ECM. En comparación con 
      cualquiera de estos intérpretes, la interpretación de Barenboim tiene un 
      enfoque distinto, menos intelectual, pero buscando un público que quiera 
      una versión más romantizada aunque con un punto de falta de introspección.
 
 La ejecución es blanda comparada con la de Richter pero muy correcta desde 
      un punto de vista técnico. En el Preludio nº 1, un preludio que como no se 
      interprete queda reducido a una serie de bellas escalas, la lectura de 
      Barenboim es algo homogénea como si decidiera dejar la interpretación para 
      los dos últimos compases. En el Preludio nº 2 el ritmo es fluctuante y 
      algo caprichoso. La Fuga nº 2 está fundamentada sobre una polifonía 
      transparente y muy clara, sin embargo, en esta interpretación la voz 
      superior oculta el entramado polifónico. Este enmascaramiento de la 
      polifonía es un mal endémico a lo largo de toda la grabación, salvo 
      contadísimas excepciones, quizá perjudicado por la toma sonora. Barenboim 
      tiende a enfatizar las voces más graves, pero increíblemente enfatiza en 
      momentos en que las voces superiores son suaves. Si a esto añadimos un 
      excesivo uso del pedal y una excesiva reverberación en la grabación, la 
      polifonía de la que hablaba Barenboim brilla por su ausencia.
 
 Es posible que Barenboim, tratando de buscar un enfoque distinto a tanta 
      versión haya buscado ese efecto de sensación difusa. El resultado es que 
      se pierde el balance de las diferentes voces. El efecto resultante que se 
      obtiene es un Bach tremendamente romantizado -en el Preludio nº 4 podemos 
      llegar a creer que nos han cambiado el disco de Bach por uno de Schumann- 
      pero eso puede ser del gusto de parte del público. Otro defecto que 
      encuentro es la falta de unidad entre los preludios y sus fugas 
      correspondientes, parecen piezas independientes.
 
 La grabación tampoco beneficia a esta obra. La situación del piano es 
      correcta, ni está muy alejado ni muy cercano. El problema es que la toma 
      sonora adolece de una excesiva reverberación que puede llegar a ser 
      molesta y que, como he dicho anteriormente, perjudica gravemente a la 
      claridad del contrapunto. Lo curioso es que el lugar de la grabación no es 
      una iglesia, sino que es el Teldex Studio en Berlín y no me creo que 
      exista tal reverberación natural en dicho estudio. Lo que me hace deducir 
      que esta reverberación es artificial.
 
 Las notas del libreto contienen un artículo de Barenboim con sus puntos de 
      vista particulares y otro artículo algo pobre comparado con otras 
      grabaciones en donde analizan cada uno de los preludios y fugas. Eso sí, 
      ambos se pueden leer en español.
 
 Entiendo que el enfoque de Barenboim puede atraer a una parte del público, 
      que lo encontrará interesante, el problema es que la competencia es 
      bastante dura: Fischer, Richter, Tureck, Gould, Schiff, ...
 
 
 
 REFERENCIAS:
 
 J.S.BACH: El Clave Bien Temperado. Libro I.
 Daniel Barenboim, piano.
 Warner Classics 2564 61553-2
 
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