Revista mensual de publicación en Internet
Número 51º - Abril 2.004


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LA CIUDAD INTERIOR DE KORNGOLD

Por Paco Bocanegra

          

La ciudad muerta (Die tote Stadt) de E. W. Korngold ha sido una ópera maldita que, a pesar del éxito apoteósico de su estreno en Hamburgo y Colonia en 1920 y el interés mostrado por el público en las sucesivas reposiciones, no ha llegado a imponerse de manera estable en el repertorio de los teatros.

La ópera tiene como centro a Paul, un viudo que vive obsesionado con el recuerdo de su esposa Marie, de la que ha erigido un altar con sus recuerdos. Un día conoce a Marietta, una bailarina de gran parecido físico a Marie, la cual logra seducirlo. Pero cuando la artista se marcha a un ensayo Paul entra en un delirio en el que regresa a Brujas. Es "la ciudad muerta" de su pasado y su antiguo amor, por la desfilan todas sus fantasías mezcladas con una apasionada relación con Marietta, a quien estrangula cuando esta osa "profanar" el recuerdo de su mujer al comenzar una danza con una trenza de Marie en torno al cuello. Al desaparecer la ensoñación regresa la verdadera Marietta, pero Paul, sintiéndose liberado de su pasado, la abandona.

Obra de un compositor superdotado y precoz, educado en la élite musical y cultural de su época, La ciudad muerta plasma con enorme inspiración las inquietudes estéticas del momento, desde el expresionismo al simbolismo, cierto neorromanticismo y alusiones a la entonces reciente teoría psicoanalítica. La atmósfera irreal, entre el sueño y la realidad, viene sugerida con el gesto intenso de un talento prolífico y apasionado como era el de Korngold mediante una textura de exhuberante cromatismo y heterogeneidad, atravesada constantemente por una sensualidad morbosa.

La grabación, editada en primicia en soporte digital por Walhall, data de 1952 en la ciudad de Munich. Fritz Lehmann, al frente de unos competentes coro y orquesta de la Bayerischen Rundfunks, consigue moldear con convicción esta rica textura no sólo mediante un preciosismo instrumental notable, sino que somete este, sin manierismos, a una estructura narrativa fundamentalmente sólida de puntuales trazos debidamente espasmódicos, donde la tensión latente del alma atormentada de Paul reaparece una y otra vez.

El reparto vocal, de buenos secundarios pero presidido la mayor parte del tiempo por la pareja protagonista, suscita la nostalgia de una época dorada de las voces del ámbito de lengua alemana, heredera directa de una escuela floreciente a principios del siglo XX y de la cual no resta hoy día sino el recuerdo. Maud Cunitz, en el doble papel de Marietta/Marie, es una carismática soprano de medios no excepcionales, con timbre un poco acídulo y de entonación por momentos dudosa, pero el suyo es un ejemplo de interpretación perfectamente válido y estilísticamente impecable, por no decir eximio en cuanto a capacidad de comunicación neurótica del fantasma de Marie y el carácter sibilino y sensual de Marietta, un rol que cuenta con la célebre balada "Glück, das mir verblieb". Paul es Karl Friedrich, un tenor algo más tosco en comparación con la personalidad de Maud, pero de una solvencia y aciertos hoy en día inusuales. Una referencia muy recomendable para la escasa discografía de tan interesante e inquietante ópera.



REFEERENCIAS:

KORNGOLD: La ciudad muerta
Maud Cunitz (Marietta), Karl Friedrich (Paul), Benno Kusche (Frank), Lilian Benningsen (Birgitta), Hans Braun (Fritz), Margot Guilleaume (Juliette), Eleonor Junker (Lucienne), Richard Holm (Victorin/Gaston), Josef Traxel (Conde Albert)

Coro y Orquesta de la Ópera Estatal de Baviera
Director: Fritz Lehmann
Grabación en vivo, 1952, Munich

WALHALL WLCD 0004 (2 CD's)


Distribuidor en España: LRMUSIC
Página web:
www.lrmusic.net
e-mail:
lrmusic@lrmusic.net