Revista mensual de publicación en Internet
Número 48º - Enero 2.004


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LO MEJOR DEL
CONCIERTO DE AÑO NUEVO

Por Fernando López Vargas-Machuca.

 

El comercial título de este doble cedé resulta doblemente engañoso. En primer lugar porque no son todos los que están: varias de las piezas aquí incluidas no se grabaron en los conciertos de Año Nuevo, sino que fueron registradas en estudio (mejor dicho, sin público) por la propia Filarmónica de Viena, incluso a veces no en la famosa Musikverein, sino en la menos representativa Sofiensaal. En segundo lugar porque no están todos los que son: Deutsche Grammophon se limita a aquellos registros de los que Universal Classics tiene los derechos en audio, y por ende faltan representaciones del aburrido Metha, del irregular Harnoncourt (su concierto de 2003 sí lo editó DG, pero este lanzamiento que comentamos fue preparado antes de tener lugar aquél) y del genial e inimitable Carlos Kleiber.

 Sea como fuere, estas grabaciones son bien representativas de las extraordinarias cualidades de la Filarmónica de Viena en este repertorio, descollando su belleza sonora y adecuación estilística independientemente de la batuta que ocupe el podio. No obstante, se observan de una a otra importantes diferencias que convendría ahora repasar. Quien en estos compactos se lleva la palma es Karajan: los seis ejemplos en ellos recogidos de su mítico concierto de 1987, el único que llegó a dirigir, se elevan por su brillantez, apasionamiento, creatividad y perfecto equilibrio entre chispa y evocación melancólica a unas cumbres que luego sólo alcanzaría el citado Kleiber, aun en una línea muy diferente (con menos "magia" y más electricidad) que la del salzburgués.

Sin ofrecer semejantes genialidades, Willi Boskovsky (concertino durante muchos años de la orquesta y responsable de los conciertos de Año Nuevo entre 1955 y 1979) representa la esencia del "estilo vienés", en realidad un invento del siglo XX para las interpretaciones en concierto de una música que se pensó para ser seguida con facilidad en el baile, y no para ser rubateada una y otra vez. Idéntica adecuación la de Lorin Maazel, un maestro extremadamente irregular que en estas músicas, sin alcanzar quizá lo sublime, nunca dejó de dar en la diana. No podemos decir lo mismo de Claudio Abbado, cuyos conciertos pasaron sin pena ni gloria. Muti y Ozawa, por su parte, resultan batutas complementarias: el primero es vigoroso y entusiasta, mas carece de refinamiento e idioma, mientras que el segundo consigue elevadas cotas de transparencia y belleza sonora, pero suele ser algo distante y a veces resulta un tanto blando. En todo caso, para estos tres directores citados en último lugar se han escogido las interpretaciones que mejor resaltan las virtudes de cada uno, por lo que el nivel interpretativo se mantiene siempre alto.

Sólo se ofrecen tres ejemplos de artistas de otros tiempos. Comprensible, dado el perfil eminentemente comercial del lanzamiento, pero también una lástima, porque el brío y entusiasmo de Josef Krips resulta irresistibles y Clemens Krauss, representado aquí por una muy personal Pizzicato Polca,  fue quien creó la tradición de estos conciertos y en cierta medida el estilo que hoy consideramos como ortodoxo. Knappertsbusch hace por su parte verdaderas maravillas, pero nunca dirigió el uno de Enero. Sobra su presencia, pues, o en todo caso falta la de alguien que tampoco lo hizo jamás pero que alcanzó con esta orquesta y repertorio resultados muy elogiados por la crítica: Karl Böhm.

En resumidas cuentas, un lanzamiento incompleto pero de incuestionable nivel artístico. El lector puede hacer click en este enlace y repasar el tracklist para decidir si la compra le merece la pena. Recomendarle, en todo caso, que si realmente lo que quiere es "lo mejor" de los conciertos de Año Nuevo, que se haga con los DVDs de los correspondientes a 1987 y 1989 liderados por Karajan y Kleiber (en Sony y Deutsche Grammophon respectivamente, aunque el audio lo editaran en su momento al revés, el primero DG y el segundo el sello nipón). Y luego, si quiere ser exhaustivo, que se haga con la caja de seis compactos dirigidos por Willi Boskovsky (Decca). El magnífico elepé de Knappertsbusch (editado en su momento en un doble cedé por Decca) anda descatalogado, como también lo está el disco que grabara Karl Böhm (DG). Ojalá los reediten cuanto antes.

 

REFERENCIAS

Lo mejor del concierto de Año Nuevo.
Orquesta Filarmónica de Viena.
Claudio Abbado, Willi Boskovsky, Herbert von Karajan, Hans Knappertsbusch, Clemens Krauss, Josef Krips, Lorin Maazel, Riccardo Muti y Seiji Ozawa, directores.
2 cds. 150'
Deutsche Grammophon 474 830-2