Revista mensual de publicación en Internet
Número 44º - Septiembre 2.003


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SINBAD, LEGEND OF THE SEVEN SEAS - Harry Gregson-Williams

Por Carlos Infante.

 

El nombre de Harry Gregson-Williams puede que no le diga demasiado al no iniciado en el soundtrack, pero para quienes seguimos su trayectoria, ya hace tiempo que nos habíamos fijado en este compositor. Al margen de su colaboración con Hans Zimmer en obras como BROKEN ARROW o EL PRINCIPE DE EGIPTO, nos ha ofrecido autenticas delicias como HORMIAGAS, CHICKEN RUN, SHREK, o ya fuera de la animación SPY GAME por citar un ejemplo.

Ahora de nuevo en una producción animada de la factoría DreamWorks nos presenta un autentico recital de lo que debe ser la composición de este tipo de producciones. Sin olvidar que estamos ante una película para un público esencialmente infantil, escuchamos una composición funcional, perfecta para las imágenes que acompañan, que además sigue los cánones del género. En otras palabras un manual práctico sobre la composición cinematográfica.

Inspirándose en el esquema creado para el género por el maestro Erich Wolfgang Korngold, se nos ofrecen toda una suerte de melodías que se ajusten cual guante de piel. Un ‘Leiv motiv’ reiterado a lo largo de la composición para enfatizar los momentos épicos de la aventura, los pasajes tenebrosos que atraviesa la tripulación, los toques cómicos o románticos… Y hasta el canto de las sirenas que podemos escuchar en el corte SIRENS (11 en el CD) con un uso de coros que no busca el aplauso fácil, sino la matización y enfatización del momento.

En definitiva: La película SIMBAD: LA LEYENDA DE LOS SIETE MARES ha sido una sorpresa muy agradable, pero lo ha sido mucho más su banda sonora compuesta por Harry Gregson-Williams. Alguien podrá acusarla de reiterativa, pero no lo tengan en cuenta, es como debe ser, es como marca el canon del género. Un tema claro y fácilmente identificable, una orquesta potente y contundente y una variedad temática para cada momento de la trama. Y todo esto en un film teóricamente para niños. Algunos, y no quiero personalizar en nadie, deberían aprender un poco de esta pieza. No les vendría nada mal.

Por todo lo expuesto, porque la edición de Dreamworks esta cuidadísima e incluye casi 65 minutos de música, quien escribe les recomienda esta obra a todos los aficionados al género en general, y muy especialmente si sus gustos y preferencias van enfocadas hacia el clasicismo formal. Particularmente lo incluiría entre lo más interesante del año.