Revista mensual de publicación en Internet
Número 44º - Septiembre 2.003


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JOAQUÍN RODRIGO, MI PADRE

Por Cecilia Rodrigo.


Joaquín y Cecilia Rodrigo
(fotos por cortesía de la Fundación Victoria y Joaquín Rodrigo)

Mucho me satisface complacer la invitación de Filomúsica dedicando estas líneas a sus lectores, entre los que me encuentro desde hace tiempo. Un día, navegando sin rumbo por internet, leí con sorpresa y alegría un artículo referente al Concierto para piano y orquesta, "heroico", de Joaquín Rodrigo, que no solo me llamó la atención por la precisión de su análisis y los acertados comentarios sobre la obra, poniendo de manifiesto la buena información de la autora del artículo, Paula Coronas, sino porque terminaba con estas palabras: ¿Cuándo será realmente conocida y valorada nuestra Música Española?

Pues bien, esa pregunta me la hago yo también, aunque hoy no estoy para quejas, sino que estoy de buen humor porque voy a escribir sobre mi padre, a soñar e intentar transmitir a los lectores de Filomúsica mi pasión por su persona y por su obra, y si algo consigo en ese sentido, me sentiré enormemente satisfecha.

Aunque desde que vine al mundo la música ha estado presente en mi vida, y estoy casada con un músico, el violinista Agustín León Ara, no me sumergí de lleno en este ambiente hasta 1989, año en que fundé la editorial Ediciones Joaquín Rodrigo con el fin de editar, proteger y difundir las obras de Joaquín Rodrigo. Se daba la circunstancia de que Joaquín Rodrigo, siendo uno de los compositores más cotizados del siglo XX en el mundo entero, ya tenía la mayoría de sus obras editadas por otras casas editoriales en España y en el extranjero. Por tanto la primera tarea, de recuperación de los derechos e iniciar nuestra actividad editorial, fue tremendamente ardua. Tuve la inmensa suerte de tener a mis padres en condiciones de transmitirme sus deseos para el futuro y contar con la colaboración de muy valiosos asesores que me iniciaron en un mundo que cada vez se nos presenta más complejo y difícil.

Edición:
Nosotros diseñamos nuestras partituras, hemos procedido a la corrección de prácticamente todas las obras, y hemos conseguido una divulgación a nivel mundial a través de los mejores canales de distribución. No queda una obra inédita, y ponemos a disposición de cualquier intérprete u orquesta del mundo un material perfectamente editado y presentado. Nuestros catálogos son difundidos masivamente e intentamos que lleguen a todos los rincones.

Protección:
Hacemos un seguimiento de las interpretaciónes y de los distintos usos que se hacen de las obras y somos responsables de hacer la concesión de todo tipo de licencias, pero también de la denegación de solicitudes, siempre por respeto a la voluntad del autor, así como de la persecución del incumplimiento de los derechos de propiedad intelectual.

Difusión:
Al margen de las obras musicales, es fundamental que el público conozca la personalidad del autor, y de su vida, tan novelesca en muchos aspectos y para muchos, desconocida. Con este fin hemos editado libros o contribuido a la edición de muchos otros. A la biografía, tan interesante, escrita por Victoria Kamhi, mi madre. De la mano de Joaquín Rodrigo, historia de nuestra vida, siguieron los "Escritos de Joaquín Rodrigo", de gran valor musical y literario, y muchos otros que se vienen sucediendo en cascada desde el año 2002, en que se celebró el centenario de su nacimiento. Todos me parecen pocos para transmitir al gran público una de las personalidades más fascinantes que ha dado España en el siglo XX, personalidad que ha sido ensombrecida en parte por la inmensa popularidad de una gran obra, el "Concierto de Aranjuez".

Tras el fallecimiento de mis padres, Victoria el 21 de julio de 1997 y Joaquín el 6 de julio de 1999, constituimos la Fundación Victoria y Joaquín Rodrigo para responder a la necesidad de crear y preservar el Archivo Victoria y Joaquín Rodrigo, que con tanto celo iniciara mi madre, aún careciendo de los medios técnicos con que hoy en día contamos. En la actualidad, el archivo que recorre la vida musical del siglo XX, está prácticamente constituido e informatizado y es objeto de visita y de estudio por parte de numerosos investigadores españoles y extranjeros. Podemos afirmar que por la valiosa información contenida, es uno de los archivos musicales más importantes de España. En torno a tan importante legado, la Fundación desarrolla una extensa labor cultural que incluye el montaje de exposiciones y la participación en actividades dedicadas a la figura de Joaquín y Victoria Rodrigo, tales como concursos, conferencias, mesas redondas, conciertos y publicaciones. Actualmente tiene establecidos convenios con universidades a fin de facilitar la investigación a aquellos becarios interesados en investigar en torno al músico valenciano. Atendemos, en general, a todos el que nos solicita información acerca de Joaquín Rodrigo.

Después de contarles el porqué y para qué de mi principal dedicación al día de hoy, seguramente, Vds. me preguntarían como describiría yo a mi padre, desde mi perspectiva de hija. Sinceramente, hasta hace no demasiados años, solo le consideré como padre, yo no veía más allá y para mí, era el mejor del mundo. De carácter jovial y alegre y siempre muy cercano a mí. Era tan sencillo y humilde, al mismo tiempo que hábil, que no he tenido nunca la sensación de estar ni con un discapacitado, ni con un superhombre aunque su personalidad era tan brillante y arrolladora que era imposible no reconocer a un ser excepcional en todos los sentidos, tanto de inteligencia como de humanidad, y por qué no decirlo, de genialidad. Su capacidad de trabajo era desbordante, pero nunca aparentaba estar estresado, siempre con tiempo para atender a todos los que le solicitaban y además, con amabilidad. Pero con el tiempo, empecé a ver mucho más allá, al ser testigo de la admiración y veneración que despertaba entre quienes apreciaban y conocían su obra.

Ahora, cada día que pasa, y entregada de lleno a divulgar su vida y su obra, descubro nuevas facetas de su personalidad y de su trabajo que me hacen sentir una admiración sin límites. Es el caso cuando me veo delante de un manuscrito original son muchos los que ignoran la forma en que Rodrigo componía su música. Primero escribía el manuscrito en el sistema para ciegos ,"braille", y después, y esto era lo más duro, dictaba nota por nota toda la obra, a un copista. Háganse a la idea de un concierto, vean toda la partitura y nota a nota, incluyendo ligaduras, puntillos y bemoles, y demás alteraciones, hasta el final. Y después, tenía que corregir toda la obra, que al pasar de una mano a la otra, inevitablemente contenía errores. Esta labor se llevaba a cabo por las noches, después de cenar, hasta entrada la madrugada, después de una jornada laboral que comenzaba sobre las 9 de la mañana. Y así, año tras año. He sido testigo de su trabajo y de los innumerables esfuerzos que le han llevado a la obtención del éxito universal en vida y no tengo más sentimiento que el de admiración y agradecimiento por su ejemplo y su legado.

Yo definiría a Joaquín Rodrigo como un gran embajador de nuestra cultura, de la España auténtica y culta del hidalgo, de los grandes como Velázquez o Goya, de un Don Quijote o tantos nombres que representan la elegancia y nuestra grandeza, frente a esa otra España popular de sol, sangría, castañuelas y panderetas.

Y a quienes no sabiendo ya qué criticar le tildaron de inmovilista, yo les recordaría que pocos músicos han habido tan revolucionarios como Rodrigo, quien no solo sacó a la guitarra de su pequeño reducto como instrumento popular para alzarla a la categoría de instrumento de concierto, sino que verdaderamente revolucionó la técnica de este instrumento, que por cierto nunca tocó. El tiempo todo lo pone en su sitio, y el público hace de colador. La nuevas generaciones ya han colocado a Rodrigo en el lugar destacado que merece dentro de la música universal.

En los albores del siglo XXI afirmo sin reservas que Rodrigo fue el compositor español más universal del SigloXX, lo cual se debe a la originalidad y calidad de sus obras, que son inconfundibles, también al impacto que no cesa de crecer del concierto de Aranjuez. Con motivo de la celebración del centenario de su nacimiento se ha escrito muchísimo sobre él, y son innumerables los testimonios de admiración que provienen de gentes del mundo entero que solo le conocen a través de su música. De uno de sus intérpretes, el norteamericano David Starobin, me quedo con esta bonita frase: "No llegué a conocer a Rodrigo, pero me he pasado la vida en sus brazos".

Para terminar, una anécdota que ilustra su humanidad y buen humor. A pesar de su ceguera, él siempre estaba pendiente de mí cuando era niña, y para saber en todo momento por donde andaba, pidió que me cosieran unos cascabeles a mi ropa. ¿No les parece una magnífica idea, simpática y musical?.

Solía decir, también, que sus tres preferencias empezaban por la letra M, por este orden la Música, la Mujer, (la suya) y el Mar.

Con este recuerdo me despido de Vds. siempre recomendándoles que si quieren conocer al gran Rodrigo, no se limiten al Concierto de Aranjuez. Rodrigo sobrepasa Aranjuez. A día de hoy, toda su obra está grabada y disponible para todos los melómanos. También se han editado diversos libros sobre su vida, y repito, publicado sus propios escritos. Finalmente, toda la información sobre Joaquín Rodrigo, la editorial, que incluye tienda, y la Fundación está disponible en nuestra página web joaquin-rodrigo.com.