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Número 44º - Septiembre 2.003


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REVISANDO A LISZT

Por Justino Losada Gómez

          

Estamos ante un disco del que lo mínimo que podemos decir es Nos sorprende de nuevo el sello húngaro BMC con grabaciones nada esperadas, creando por tanto expectación ante lo que estas contienen. Aquí tenemos algunas de las últimas obras de Ferenc Liszt, pero no en su versión original para piano, sino orquestadas y dirigidas por un mismo músico, el compositor y director transilvano György Selmeczi.

La etapa musical más oscura del compositor magiar corresponde a sus últimos años de vida (1881 - 1885) cuando se dedica a experimentar y a trazar esbozos de lo que el siglo XX traería. No nos olvidemos del extraordinario cromatismo que consigue en obras como Nuages Gris del año 1881 adelantándose a Debussy. Cierto es que esta parte de su catálogo fue literalmente ignorada hasta que otros compositores se interesaran por él ya en el siglo XX, como su compatriota Bela Bartók o Arnold Schöenberg. De hecho algunos de los valses y las dos czardas aquí grabadas se editaron en sus últimos años de vida, pero la suite Hungarian historical portraits no se editó, hasta ¡1955!, setenta años después de la muerte del compositor.

La primera pieza que nos encontramos, es quizá una de sus obras más famosas de este último período: Czardas Obstiné es una de esas rutilantes e irónicas piezas para piano que rozan la extravagancia y la sombra demoníaca que rodeaba al compositor de La lúgubre góndola como un virtuoso consumado. Sus referencias al folklore autóctono de su tierra son bien claras sobre todo en forma de la danza húngara más exportada, la czarda. Selmeczi se fija bien en el detalle folklórico de la pieza y la orquestación detalla tímbricas de alto contraste, además de usar instrumentos propios de la música gitana como el cimbalón, con el que ya contara Ferenc Liszt al orquestar su 3ª Rapsodia Húngara. Si las orquestaciones de Selmeczi distan de la brillantez y virtuosismo del compositor, sin embargo bajo una sólida corrección prefiere una estructura en bloques instrumentales, más nítida, pero menos compleja.

Le siguen los Quatre Valses Oubliées, que Liszt compusiera de manera irregular. Es curioso que a pesar de los experimentos que realizaba el compositor entonces, estos valses parecen más bien una mirada al pasado, a su juventud en París y a los salones de baile. Pero resulta igualmente interesante que dejara estos como piezas inconclusas, dejando "en el aire" por así decirlo, una serie de ideas sobre el desarrollo de las obras, siendo más propio de una evocación del pasado que de una forma de componer como la de entonces. Aquí nuestro orquestador e intérprete se fija en aportar una visión más cercana a los valses de los ballets de Tchaikovsky, que a un vals más accesible y bailable en los salones. A veces incluso parecen "valses de concierto", simple música para deleite auditivo.

La obra más interesante del disco, junto a las czardas, es según mi opinión, la suite Hungarian historical portraits dividida en siete números dedicados a personalidades húngaras coetáneas de Liszt. Los "retratos" en sí corresponden más bien a homenajes que a descripciones fisonómicas de los dedicatarios. La nobleza de la música trata por igual al ingeniero Istvàn Széchenyi, al político József Eötvos, al poeta Mihály Vörösmarty, amigo personal de Liszt; al Conde Laszlo Teleki, político de profesión; al poeta revolucionario Sandor Petöfi y al compositor romántico húngaro, Mihaly Mosonyi. La orquestación de Selmeczi gira acertadamente en torno al carácter de esta música repleta de majestuosidad y basada en aires de marcha, donde los metales resultan generosos y la cuerda corresponde a un papel más lírico que melódico.

El disco cierra con una obra pareja a la de apertura, las Czardas Macabre que junto con la primera son las obras más conocidas del disco. Aquí se vuelve a repetir el carácter irónico de las Czardas Obstineé pero el frenetismo es mayor y con ello el irónico sentido diabólico que giraba en torno al don de Liszt. Selmeczi orquesta de manera poco oscura centrándose en el mensaje folklórico y volviendo a la estructura en bloques del comienzo ofreciendo una alta gama de contrastes tímbricos.

En definitiva, este disco recoge un grupo de obras no demasiado interpretadas en su versión original y por supuesto nunca vistas en su versión orquestal. Si bien las orquestaciones son precisas, mostrando las diferentes secciones de la orquesta con clara nitidez, carecen del estilo propio de Liszt y del virtuosismo y detalles de sus orquestaciones. Por otro lado la excelente técnica de la Camerata Transilvánica así como el buen sentido agógico del director, György Selmeczi consiguen la atmósfera idiomática de la música con claro sentido autóctono, por lo cual el resultado es satisfactorio, pero indicado sobre todo a seguidores del compositor de las Rapsodias húngaras. El disco viene acompañado de notas escritas en inglés y húngaro por Andras Batta.




REFERENCIAS:


LISZT - LATE WORKS
Orchestrated and conducted by György Scelmeczi.
Camerata Transsylvanica.
BMC CD 060.

Distribuidor en España: DIVERDI
Página web:
www.diverdi.com
e-mail:
diverdi@diverdi.com