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Número 44º - Septiembre 2.003


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CAGE ENTRE OPUESTOS

Por Ismael González Cabral. Periodista y Crítico Musical.

      

 En alguna ocasión hemos insistido desde esta revista en la valía como compositor de John Cage (1912-1992), quizás un músico en exceso perjudicado por aquella fascinante anécdota que fue 4’33’’. Por esta razón, resulta positivo que aparezcan en el mercado discográfico continúas muestras de la obra del compositor norteamericano; algo que por otra parte, no deja de suceder en sellos pequeños de difícil distribución.

La oportunidad que brinda Col-Legno a través de su valiosa serie Música Viva con un nuevo registro dedicado a Cage es digna del mayor elogio. Con más razón al comprobar la excelente selección de las piezas que se ofrecen, ambas absolutamente  opuestas en su concepción estética y muy distanciadas en el tiempo (40 años), con lo que el interés del disco se acrecenta, al poder comprobar la enorme evolución musical del genio de Los Ángeles.

El holandés Lucas Vis (al que por cierto se le debe una de las más excelsas grabaciones de Morton Feldman) es el encargado de dirigir, con un exquisito sentido del ritmo y una total identificación a los entregados – y acostumbrados – músicos de la Orquesta Sinfónica de la Radio de Baviera, y al pianista húngaro Róbert Regös, protagonista en el Concierto para piano preparado y orquesta de cámara. Una obra ésta de 1951, en la que Cage empieza a dejar claro algunos de los presupuestos estéticos que guiarán todo su posterior trabajo.

Aparece aquí ya el concepto de piano preparado, que habría de llegar a la cima de su desarrollo con las Sonatas e Interludios. Seguramente que sea este uno de los grandes legados del músico, al haber sabido entender, mejor que nadie antes, el origen percutivo del piano, consiguiendo obtener de él todo un arsenal de nuevas sonoridades, gracias a la manipulación de las cuerdas del instrumento mediante la inserción de pequeños objetos de metal, gomas, corchos, etc... Sin embargo, el temprano Concierto que se presenta está lejos de las intenciones más lúdicas de posteriores piezas para piano preparado. Es este, por el contrario, un Cage inusitadamente extraño, dramático y con una tendencia,  que casi le lleva a huir del silencio en los tres movimientos encadenados de la obra.

Pese a que en el origen estético de la pieza ya existen alusiones a los procesos del azar que plantea el I Ching, y que luego llevarían a Cage a conseguir una racionalización plena, en obras como Ryoanji, donde el músico se limita a ser un mero ejecutante de órdenes sin posibilidad casi de interpretación, hay en todo el Concierto un continuo encuentro/desencuentro entre el piano y la orquesta, que lejos de desembocar en sonoridades expansivas y caóticas en apariencia, cristalizan en un ambiente tenebroso, muy lejano al Cage más conocido y sorprendente en cualquier caso.

Por el contrario, en la otra obra del disco, y ya sin la presencia del pianista Róbert Regös, surge un Cage que lleva sus últimos planteamientos al extremo en su plasmación sonora. No en vano Sixty-Eight fue compuesta en 1992, último año de vida del compositor. La obra forma parte de las denominadas “number pieces”, en las que el título alude al número de músicos necesarios para interpretarla, en este caso 68. Aquí Cage opera de manera opuesta a la del citado Concierto. Duraciones, tímbre y volumen quedan sin especificar, dejando libertad a los intérpretes para que los desarrollen como consideren, dentro de lo que podríamos denominar paréntesis o burbujas en las que aparece la música, para luego extinguirse, crearse el silencio, y repetir nuevamente el proceso. El resultado es una fascinante y todavía hoy provocativa composición, que juega a perpetuar el binomio sonido / silencio. De su escucha, resulta además una admirable conclusión: la del sonido por el sonido. Escuchar y no esperar nada a cambio.

Referencia:

John Cage: Concierto para piano preparado y orquesta de cámara. Sixty-Eight.

Róbert Regös, piano. Orquesta Sinfónica e la Radio de Baviera. Lucas Vis, director.

Col-Legno WWE 1CD 20088

Distribuido en España por: Diverdi

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