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Número 35º - Diciembre 2.002


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REPIN VUELVE A TCHAIKOVSKY

Por Rubén Flórez Bande

          

Vadim Repin graba su primer disco para Philips, apareciendo "por cortesía de Warner Classics", lo que parece indicar que este no será el primero de una nueva colaboración. Las obras con las que Repin se decide a "debutar" en esta casa son el sempiterno Concierto para violín de Tchaikovsky, y el curioso, y gratamente sorprendente, Concierto para violín de Myaskovsky. En las dos versiones se encuentra acompañado por "el director sin sonrisa" Valery Gergiev, y sus huestes del Teatro Mariinsky.

El Concierto para violín de Tchaikovsky tuvo grandes problemas para ser estrenado, porque casi todos creían que era intocable, hasta que llegó el bueno de Brodsky que se atrevió y decidió darlo a conocer; hoy en día se ha convertido en una obra de repertorio y que todos los grandes violinistas tocan; Repin ya lo había grabado hace unos años para Warner con Nagano a la batuta.

Su concepción de esta partitura es salvaje y ultravirtuosística, que está bien para ciertos pasajes del concierto, pero en otros, como las partes líricas del primer movimiento (donde hace cantar el violín con muchísimo gusto una Mutter), o la Canzonetta (que hiciera tan "etérea" un Oistrakh) a Repin le quedan algo apresurados y poco matizados. No es que tenga prisa, pero intenta lucirse a toda costa. No busca un color propio, ni una afinación cuidada, toca "alla Rusa". El último movimiento, claro está, es el que mejor le queda: escúchese, sobre todo, el arranque del mismo, el ímpetu con el que entra la orquesta, y que no cesa hasta el final.

Gergiev está correcto, tampoco se preocupa mucho de buscar detalles, ni de resaltar frases, se dedica a buscar el acople al lenguaje "salvaje" del violinista. Para los que quieran una versión "al galope" esta es ideal, pero no tiene el refinamiento ni la técnica de un Zukerman, ni la grandeza de un Oistrakh... aun así es de una gran calidad.

Lo que para mí fue un gran descubrimiento es el Concierto para violín de Myaskovsky de quien, hasta esta audición, y perdonen mi ignorancia, no conocía nada de su música, lo cual me hizo ponerme al día. Este Concierto para violín, fue compuesto entre marzo y junio de 1938, pero más claramente lo define el propio compositor en estas palabras: "El primer movimiento fue compuesto en tres meses, el segundo fue compuesto en dos días y el tercero en cuatro días". Aquí se ve la gran facilidad que tenía para su composición, de ahí me imagino su facilidad para componer nada menos que 27 sinfonías, vamos, un "destajista" de la composición. El Concierto se estrenó en Moscú el 10 de enero de 1939, y al violín estaba, claro está, David Oistrakh.

Este Concierto tiene gran paralelismo con el de Tchaikovsky: un primer movimiento lírico-melancólico, de extensa duración, con una peculiaridad propia, tiene muchos pasajes en los que toca el violín solo, y una considerable cadenza; para el lucimiento personal está muy bien, y Repin lo exprime al máximo, ¡qué soberbia cadenza! El segundo movimiento, un "Adagio e molto cantabile", recuerda claramente a la "Canzonetta" del Concierto de Tchaikovsky, pero aquí Repin se implica algo más, aunque tampoco llega al "pathos", si es que esta música tiene esa cualidad. En el último movimiento, Myaskovsky recurre como Tchaikovsky al folklore ruso, con una melodía que se repite constantemente a modo de rondó, y que requiere del violín un dominio sobresaliente de la técnica. Repin vuelve aquí a estar en su salsa y, claro está, le queda redondo. Gergiev, más inspirado aquí, intenta dejar algo de su marca, contundente en los tutti, machacón en los finales, comedido en los momentos líricos...

Este compacto para mí tiene un problema, que es la toma de sonido o la sala en la que se ha grabado (la Sala Martti Talvela de Mikaeli) ya que predominan en la orquesta los sonidos graves, y en ocasiones no se sabe si está tocando el contrabajo en staccato o el timbalero está dándole al timbal. Pero, resumiendo, un Tchaikovsky no para todos los gustos (quizás Repin tenga que madurarlo algo más) y un Myaskovsky (vuelvo a decir, dentro de mi ignorancia sobre este compositor) muy idiomático y conseguido.



REFERENCIAS:

TCHAIKOVSKY: Concierto para violín y orquesta en re mayor, op.35 ; MYASKOVSKY: Concierto para violín y orquesta en re menor, op.44
Vadim Repin, violín
Orquesta Kirov del Teatro Mariinsky, San Petersburgo
Director: Valery Gergiev
Philips 473 343-2