Revista mensual de publicación en Internet
Número 35º - Diciembre 2.002


Secciones: 
Portada
Archivo
Editorial
Quiénes somos
Entrevistas
Artículos
Crítica discos
Bandas sonoras
Conciertos
El lector opina
Web del mes
Tablón anuncios
Suscribir
Buscar
 

 

ESPECTACULAR HAYDN POR GARDINER

Por Ignacio Deleyto Alcalá. Lee su Curriculum.


Durante la última década de su vida, entre 1796 y 1802, Haydn compuso seis grandes Misas. Son partituras de alegría desbordante que piden un importante despliegue coral. La orquesta adquiere también una particular relevancia, resultan muy sinfónicas en el concepto y contienen grandes fugas corales y momentos vocales de gran belleza. 

PHLIPS CLASSICS acaba de publicar la segunda entrega de estas seis últimas Misas de Haydn por John Eliot Gardiner y su Coro Monteverdi. En esta ocasión son la Missa in Angustiis, Hob. XXII:11 acoplada con el Te Deum, Hob. XXIIIc:2 y la Theresienmesse Hob. XXII:12. Ambas emplean cuatro solistas, coro y orquesta que incluye trompetas y timbales y comparten el carácter festivo y ceremonioso de sus otras compañeras. La primera recibió el sobrenombre de “Nelsonmesse” por el famoso almirante inglés (de funesto recuerdo para franceses y españoles) tras una visita que hizo el susodicho al Príncipe Esterházy en Eisenstadt donde se le obsequió con una interpretación de la obra en su honor. (Se cree, eso dicen los ingleses, que las fanfarrias que suenan en el "Benedictus" fueron añadidas por Haydn cuando se conoció la noticia de la victoria de la flota de Nelson en la Batalla de Aboukir)

Sorprende el hecho de que estas versiones hayan estado invernando en los archivos de la discográfica ¡durante cinco años!. Algo parecido le había ocurrido ya a Gardiner con su magnífica Agrippina grabada para Philips entre 1991 y 1992 y publicada finalmente en 1997. Preguntado en su día por este detalle, el director británico no supo muy bien qué responder y dijo “supongo que no habrán encontrado tiempo para montarla”. Sea cual sea el motivo para este retraso, después de escuchar estas versiones no parece que hubiera razones artísticas para demorar tanto su publicación. Y si no son artísticas, ¿cuáles pueden ser...?

Pero vayamos a la música. Todo lo que digamos sobre el Coro Monteverdi es poco. A pesar de los años y de los cambios en la plantilla, todo sigue siendo virtudes en este coro que pronto cumplirá los cuarenta años: precisión rítmica, sonido denso, tono firme, excelente dicción, articulación y fraseo impecables. Además, en estas impresionantes obras corales de Haydn les encontramos con un grado de entusiasmo y apasionamiento que no siempre asoma en ellos. Escúchese, por ejemplo, el final del "Gloria" de la Nelsonmesse, el “Laudamus te, Benedicimus te” del mismo movimiento (que recuerda a la Missa dei Filii de Zelenka) o el "Credo" de la Theresienmesse. También hay lugar para la profundidad y el dramatismo como en el "Agnus Dei" de la Theresienmesse. Sin duda, Gardiner que conoce el coro a la perfección “pide y se le da” y ahí está el resultado. 

The English Baroque Soloists también están a la altura. Son capaces de sonar como una orquesta sinfónica, mostrar una cuerda nutrida y sin asperezas. Hay que hacer notar, por ejemplo, la elegancia y liviandad de la cuerda en las frases iniciales del “Qui tollis” de la Nelsonmesse o en el “Gratias agimus” de la Theresienmesse donde Gardiner sabe dar el aliento perfecto y así resaltar la nobleza de la partitura. Destacaremos el " Benedictus" de la Theresienmesse: el acertado tempo marcado por Gardiner, la cuerda que suena alegre y grácil y la dulce voz de la soprano que inicia el cuarteto solista contestada de igual modo por el coro, lo convierten en uno de los momentos más redondos de esta grabación. Papel sobresaliente tienen los metales, servidos aquí por los músicos ingleses con brillantez, contundencia y perfecta afinación. Deslumbrantes todos en el comienzo del Te Deum sin superar a la algo desmelenada aunque exultante versión histórica de Fricsay (DG) o a la más comedida y galante de Harnoncourt (Teldec).

El cuarteto solista es lo menos reseñable a pesar de tener momentos destacados como las intervenciones del bajo, Gerald Finley. La verdad es que, salvo excepciones, ninguno sobresale por encima del otro lo cual da unidad y homogeneidad al conjunto especialmente en los abundantes intercambios entre las voces solistas y el coro. (Resultan muy bellas y ajustadas, por ejemplo, sus entradas al inicio del "Gratia agimus"). Sin embargo, en otros momentos son demasiado discretos. Por ejemplo, el espectacular comienzo de la Nelsonmesse (incandescente el coro, eso sí) habría sido mejor servido con una voz de mayor fuste que la de Donna Brown. Sin ir más lejos podemos referirnos a Felicity Lott (Pinnock) o a Margaret Marshall (Marriner), ambas voces más recias y operísticas que es precisamente lo que pide el momento. También el comienzo del "Et incarnatus est" de la Nelsonmesse (que sin llegar ni por asomo a lo que Mozart haría después con este mismo texto) suena a bien poco en la voz de Donna Brown. Mejor, sin duda, Felicity Lott con Trevor Pinnock que firma una de las versiones importantes (ARCHIV 423 097-2) junto a la de Richard Hickox (CHANDOS 0640).  

Si hubiera que decir algo en contra de la concepción de Gardiner es que tanta brillantez deslumbra pero resulta algo vacua, cosa que no ocurre con Pinnock. Sin embargo, el dominio y buen gusto que demuestra Gardiner unido a la extraordinaria intervención del Coro Monteverdi obliga a la recomendación. Otro aspecto de interés es que el doble disco (dos Misas + Te Deum) se comercializa al precio de uno. Sobre la foto de portada, aunque nos cueste, no diremos nada.

REFERENCIAS:

J. HAYDN: Missa in angustiis (Nelsonmesse), Theresienmesse, Te Deum. Donna Brown, soprano. Sally Bruce-Payne, mezzo. Peter Butterfield, tenor. Gerald Finley, bajo. Monteverdi Choir. English Baroque Soloists. John Eliot Gardiner. PHILIPS CLASSICS. 470 286 PH. 2CDs.