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Número 32º - Septiembre 2.002


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SINFÓNICA DE SEVILLA:
COMIENZA LA ERA LOMBARD

 Por Fernando López Vargas-Machuca. Lee su curriculum.

Sevilla, Teatro de la Maestranza y Sala Apolo. XIIIª Temporada de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. 12 de septiembre: Tatiana Postnikova y Stanislav Zabavnikov, pianos; Alain Lombard, director. Obras de Rossini, Poulenc y Tchaikovsky. 14 de septiembre: François-René Duchable, piano; Alain Lombard , director. Obras de Brahms. 19 de septiembre. François-René Duchable, piano. Juan Luis Pérez, director. Obras de Tchaikovsky y Stravinsky.

Por Fernando López Vargas-Machuca.

Comienza la decimotercera temporada de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla, y lo hace bajo el signo de su nuevo titular. Alain Lombard lleva ya más de un año al frente, pero lo precipitado de su nombramiento hizo que hasta ahora su presencia fuera puntual, y que sus criterios artísticos sólo se hayan podido poner en práctica al preparar el presente curso. Ahora, una vez cumplidos sus compromisos contraídos con anterioridad, el prestigioso director ha decidido dedicar la mayor parte de su agenda a Sevilla, así que van a ser muy numerosos los programas que -si las cosas no se tuercen- dirija junto al río Guadalquivir.

Dos datos más aseveran el interés del maestro por la ROSS. El primero, el duro horario de ensayos que ha impuesto, necesario para mantener un digno nivel técnico (otra cosa es la cuestión remunerativa: la nueva jornada laboral puede desembocar, junto con diversas circunstancias que ahora no vienen al caso, en una convocatoria de huelga). El segundo, que tras sufrir una indisposición en el intermedio del monográfico Brahms al que abajo nos referiremos, decidió no hacer caso del consejo médico de retirarse inmediatamente a descansar, y seguir adelante con nada menos que la Primera Sinfonía. Aunque sólo fuera por esto último, hasta sus detractores -que los tiene- deberían mostrar agradecimiento y respeto.

No obstante, hay aspectos en el trabajo de Lombard que nos parecen seriamente censurables. Nos referimos, fundamentalmente, al extremado conservadurismo y desequilibrio de la programación, un decepcionante paso atrás que el lector puede valorar consultando la tabla incluida en la página web de la orquesta: todas las sinfonías de Beethoven, un ciclo con ocho obras de Brahms, tres páginas de Tchaikovksy... y casi nada de clasicismo ni de contemporánea, si salvamos la feliz inclusión de la Sinfonía Turangalila. Por lo que respecta a los aspectos musicales propiamente dichos, Lombard ofrece tantas luces como sombras, moviéndose siempre en la más imprevisible irregularidad; por ello resulta difícil emitir una opinión de su labor en conjunto.

La irregularidad como norma

El primer programa de abono se abría con la Sonata para cuerda nº 6 en Re Mayor de Rossini, página juvenil de discreta inspiración que, aún muy bien dicha por la plantilla de músicos seleccionada a tal efecto, hubiera necesitado otra vuelca de tuerca en lo expresivo. Fue un acierto la inclusión del estupendo Concierto para dos pianos de Poulenc, en el que la batuta se mostró convincente y original, insistiendo más en los aspectos misteriosos de la partitura que en los risueños y juguetones. Asimismo, se puso de relieve ante quienes no le habían escuchado algún recital de cámara el enorme talento de Tatiana Postnikova, pianista de la plantilla de la orquesta, en esta ocasión colaborando con el también moscovita Stanislav Zabavnikov, no menos formidable.

T. Postnikova

En la Cuarta de Tchaikovsky, sorprendentemente, Lombard aplicó un concepto interpretativo opuesto al de sus Quinta y Sexta de anteriores temporadas. Así, en lugar de nervio y rusticidad, buscó ante todo la mesura y la belleza sonora. Pero el resultado fue igual de decepcionante: si aquellas pecaron de superficiales y descontroladas, ésta lo hizo de flácida y amorfa. Sólo se salvó el último movimiento, felizmente descargado de retórica gratuita.

 En la misma semana, Lombard ofreció el primer concierto del ciclo Brahms planteado para ofrecer en la antigua sede de la orquesta: la entrañable -para quien allí nos "criamos" musicalmente- Sala Apolo, antiguo cine de acústica muy deficiente pero entorno acogedor. En el Primer Concierto para piano se contó con la participación de un François René Duchable sólido pero un tanto insípido; quizá por ello no terminó de funcionar la versión, equilibrada y ortodoxa pero carente de dramatismo y rebeldía. Mejor salió la Primera Sinfonía: obtuvo un sonido más propiamente brahmsiano que Christian Badea hace no mucho en la misma obra, e hizo cantar a la cuerda con gran belleza el famoso tema del último movimiento. Por desgracia hubo numerosos desajustes, y más de un profesor puso en entredicho su categoría para seguir en una formación como ésta. Decididamente, son necesarios los ensayos que propone el titular y muchos más.

F-R. Duchable

Alejado Lombard momentáneamente del trabajo por prescripción facultativa, Juan Luis Pérez se hizo cargo del siguiente programa de abono. Paradójicamente el maestro jerezano, en su calidad de asistente, había venido trabajando estas mismas obras desde hacía algunas semanas con la ROSS. ¿El resultado? Irregular. El Primero de Tchaikovsky, con un Duchable aquí sí entregadísimo y convincente, le salió francamente bien; de hecho, su sólida y ortodoxa dirección nos pareció superior a las que hasta ahora su sustituido había ofrecido con el mismo autor. La Consagración de la Primavera arrancó de manera satisfactoria, gracias a una batuta atenta a clarificar texturas y ajena al efectismo, y a la decisiva labor de algunos músicos formidables, concretamente en la madera y la percusión. Desgraciadamente, las terribles complicaciones del ballet stravinskiano terminaron pasando factura, dando como resultado una versión flácida y deslavazada, que alternaba momentos muy logrados con otros rutinarios y deficientemente trazados.

Sea como fuere, el director se merece nuestro aplauso por haber salvado, con su trabajo y riesgo, la celebración del concierto. Veremos qué pasa de aquí en adelante. Por lo pronto, deseamos a Lombard una pronta recuperación. Esperamos también que se resuelva el problema en gran medida político de la sustitución de quien hasta ahora ha sido -y aún sigue siendo- el controvertido gerente de la ROSS, Francisco Senra. Claro que ese sería tema para otro artículo.

 

Web de la orquesta: http://www.rossevilla.com