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Número 88º - Junio-Septiembre 2.008


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LA TABERNERA DE SEVILLA

Sevilla, Teatro de la Maestranza. 30 de junio de 2008. Sorozábal: La tabernera del puerto. Carmen González, Juan Jesús Rodríguez, José Bros, Iván García, Pilar Moral, Ismael Fritschi, Marta Moreno, Aurelio Puente, Abel García, Ángel Burgos, Iván Luis, Juan Viadas. Coro de la A. A. del Teatro de la Maestranza. Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. Enrique Diemecke, dirección musical. Luis Olmos, dirección escénica. Producción escénica del Teatro de la Zarzuela de Madrid.

Por Fernando López Vargas-Machuca (blog)

Hace ya tiempo que en el Maestranza tenemos la oportunidad de disfrutar de un título de zarzuela al año, por lo general en una producción del madrileño Teatro de la Zarzuela. En esta ocasión ha tocado La tabernera del puerto, partitura melódicamente muy hermosa pero a juicio de quien suscribe un tanto blanda y cercana a la cursilería, en una propuesta de Luis Olmos francamente conseguida: apoyándose en una atractiva escenografía de Gabriel Carrascal y en una matizada luminotecnia de Fernando Ayuste, el veterano director teatral ha logrado un espectáculo distinto y renovador -manifiesta su abierta inspiración en el mundo del comic- pero muy respetuoso con el lenguaje y las convenciones propias del género. Todo ello perfilando bien a los personajes, sin sal gorda en la pareja cómica de Chinchorro y Antigua -no obstante muy divertida-, y apuntando claramente el incesto en la relación entre Marola y Juan de Eguía, aquí presentado como un personaje antipático que no duda a la hora de abusar, en todos los sentidos, de las personas que le rodean. Admirable la dirección de masas y la resolución, espectacular, de la escena de la tormenta.

José Bros y Juan Jesús Rodríguez triunfaron por todo lo alto, pero aquí hemos de pararnos para reflexionar ante dos tipos de cantante bien diferenciados. El tenor catalán no posee una voz interesante: no es grande ni muy extensa, y su timbre no puede calificarse como atractivo. Sin embargo este señor ha trabajado muchísimo, ha enriquecido su técnica, ha minimizado las nasalidades que afeaban su voz y, siempre con paciencia e inteligencia, ha planificado con sensatez su carrera para hacer sólo aquello que su instrumento, su técnica y su particular sensibilidad, mucho antes elegante y aristocrática que temperamental, le permiten resolver con brillantez. Y aunque a quien suscribe le puede gustar más el acercamiento de un Plácido Domingo al personaje de Leandro, por ejemplo, no se puede dejar de considerar el de Bros como modélico por la solidez y elegancia de su línea de canto, por el admirable equilibrio entre belleza y expresión, por su intachable buen gusto y también, por qué no, por la valentía y brillantez de sus agudos.

Un caso muy distinto el del cantante onubense. Juan Jesús Rodríguez posee un magnífico instrumento de barítono lírico, canta con mucha pasión y, guiado por un instinto teatral de primer orden, sabe ofrecer veracidad escénica y canora a los personajes. Ahora bien, son los suyos acercamientos basados mucho antes en la intuición que en la inteligencia, la compresión del estilo o la atención al matiz. Su Juan de Eguía fue fenomenal por entrega, poderío vocal y sinceridad expresiva, pero a este señor le queda mucho por recorrer si pretende, como él desea, ser un gran barítono verdiano. A tenor del Conde de Luna que le escuchamos en Jerez (enlace) y de los clips que ofrece en su página web (enlace), habría que recomendarle que se buscara un buen repertorista para analizar en profundidad los papeles, mejorar el estilo y, sobre todo, descubrir de qué maneras puede matizar vocalmente los aspectos expresivos. Materia prima y técnica las tiene ya: en sus manos está llegar lejos o quedarse a medio camino. Que se mire en el espejo de Bros y que reflexione. Y que no olvide, como le ocurre a tantos cantantes jóvenes, que tener muchos contratos no significa necesariamente estar haciéndolo muy bien.

Al lado de la magnífica pareja masculina tuvo poco que hacer Carmen González, pues a pesar de sus muy buenas maneras y de solvencia canora en todo momento -mucho más que eso en su célebre romanza-, su falta de personalidad interpretativa hizo que su en cualquier caso sólida, estimable y profesional Marola quedara desdibujada sobre la escena. Fantásticos por el contrario Iván García como Simpson y Pilar Moral como Abel, muy desenvuelto Ismael Fritschi como Chinchorro y maravillosa como actriz -nula en lo vocal- Marta Moreno en el rol de Antigua. El resto tuvo un excelente nivel.

Funcionaron bien las cosas en el foso gracias al buen nivel de la ROSS y a la batuta no creativa ni personal, pero sí atenta y sensible del mexicano Enrique Diemecke, sustituyendo al inicialmente previsto Miguel Roa. La calidez y el buen gusto fueron sus mejores armas, quedándose algo corto de teatralidad, sentido de los contrastes y fuerza expresiva. El coro se movió en un buen nivel canoro. Gran noche de zarzuela, de esas que le hacen a uno reconciliarse con un género con el que, dicho sea de paso, deberíamos ser un poco más críticos en este tiempo de lo políticamente correcto en los que parecemos obligados a hablar maravillas de cualquier título de nuestro pasado lírico.

Fotografías: Guillermo Mendo

 

ENLACES RECOMENDADOS

Web de Juan Jesús Rodríguez: http://www.juanjesusrodriguez.com/

Web de José Bros: http://www.josebros.com/

Web de la ROSS: http://www.rossevilla.com

Web del Teatro de la Maestranza: http://www.teatromaestranza.com/