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Número 88º - Marzo-mayo 2.008


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Abbado contra Beethoven       

Por Víctor Pliego de Andrés. Lee su curriculum. 

Obras de Beethoven: Obertura de Leonore III. Concierto para piano núm. 2, op. 19. Sinfonía núm. 3, op. 55 “Heroica”. Margarita Höhenrieder, piano. Mahler Chamber Orchestra. Director: Claudio Abbado. Ciclo Beethoven. Teatro Real. Madrid, 26 de abril de 2008. 

La presencia de Claudio Abbado el Teatro Real, dirigiendo Fidelio, culminó con un concierto sinfónico al frente de la Orquesta Mahler. Fue un renovado triunfo que despertó la histeria y pasión de los aficionados, bajo el influjo irresistible y hechicero del maestro. La orquesta estuvo genial en todas las secciones, aunque me impresionó especialmente su cuerda grave. Los planos sonoros y la exacta articulación sostuvieron un edificio sonoro verdaderamente impactante. Fue un evento extraordinario, aunque las versiones que Abbado presentó de Beethoven fueron muy personales y discutibles. La obertura parecía más propia de Rossini que del genio alemán, por la viveza del ritmo, el vértigo de los reguladores y el lirismo de las líneas. Esa fue la tónica general del concierto, incluyendo la Sinfonía “Heroica” que, tal vez, lo fue en grado extremo. Beethoven nunca ha sonreído tanto como bajo la batuta de Abbado. Esta imagen traiciona algo la otra más habitual, huraña y vehemente que tenemos de Beethoven. El carácter que Abbado confirió a la “La Heroica” fue el más brioso y optimista que recuerdo. En el concierto, Margarita Höhenrieder presentó cierta resistencia a este criterio, aún a riesgo de parecer brusca. El sonido noble y cálido de su toque fue su rasgo más destacable, junto a un exuberante empleo del pedal. La combinación de ambas cosas otorgó a su trabajo un colorido brillante y aterciopelado al mismo tiempo. Abbado atrajo toda la atención de intérpretes y espectadores, con gesto ampuloso y atento, con un trabajo sutil y sorprendente. No defraudó a nadie a pesar de anteponer su personalidad a la de Beethoven. Abbado conoce bien el alcance de sus posibilidades. Sostuvo el músico italiano un duelo personal con el titánico compositor alemán. Son pocos los intérpretes que pueden permitirse el enfrentarse con el mito sin salir humillados. Esta confrontación virtual fue parte del espectáculo ofrecido. Porque este concierto fue un evento musical y un también un gran demostración impresionante de poderío.

                                                 

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