Revista mensual de publicación en Internet
Número 87º - Enero-febrero 2.008


Secciones: 

Portada
Archivo
Editorial
Quiénes somos
Entrevistas
Artículos
Crítica discos
Conciertos
Web del mes
Buscar
 

 

Dos óperas en una

Por Víctor Pliego de Andrés. Lee su curriculum. 

Tancredi. Música de Gioachino Rossigni. Libreto de Gaetano Rossi y Luigi Lechi, basado en la tragedia de Voltaire. Reparto para la versión de Venecia: Bruce Sledge, Daniela Barcellona, Umberto Chiummo, Patrizia Ciofi, Marina Rodríguez-Cusí, Marisa Martins. Reparto para la versión de Ferrara: José Manuel Zapata, Ewa Powdles, Giovanni Battista Parodi, Mariola Cantarero, Marina Rodríguez-Cusí, Marisa Martins. Director musical: Riccardo Frizza. Director de escena, escenógrafo y figurinista: Yannis Kokkos. Iluminador: Guido Levi. Dramaturga: Anne Blancard. Movimientos coreográficos: Marco Berriel. Director del coro: Jordi Casas Bayer. Coro y Orquesta Titular del Teatro Real. Nueva producción del Teatro Real en colaboración con el Gran Teatre del Liceu de Barcelona, el Teatro de La Maestranza de Sevilla y con el Teatro Regio de Turín. Teatro Real, Madrid, del 7 al 22 de diciembre de 2007. 

Tancredi es una ópera con dos finales distintos correspondientes a dos sendas versiones. En la versión veneciana, Rossini optó por un final feliz, de encuentro y reconciliación de los enamorados. Se trata de un final convencional y comercial, que permite añadir elementos de virtuosismo vocal. En la versión de Ferrara hay un trágico final, en el que el protagonista muere. Es una solución moderna e insólita, más romántica e interesante para mi gusto. Cada unos de los finales tiene una música distinta, pero igualmente magnífica. El Teatro Real ha ofrecido en alternancia ambas versiones durante en pasado mes de diciembre. Gracias a esta doble propuesta, hemos podido comparar las dos soluciones y también los dos repartos escogidos, ambos excelentes. Daniela Barcellona y Ewa Podles encarnado a Tancredi. Son dos artistas maravillosas, poderosas y muy distintas, pero ambas con una línea vocal subyugante. La réplica ha venido de la mano de Patricia Ciofi y Mariola Cantarero, que han abordado con maestría el difícil papel de Amenaide, lleno de virtuosismo. A pesar de tan deslumbrantes protagonistas, los demás no se quedaron atrás y en ambas funciones hubo momentos de lucimiento para todos. El coro masculino tuvo notables intervenciones, aunque las máscaras y su ubicación inicial, muy al fondo, le restó un poco de proyección sonora. A tan magnífica propuesta vocal se ha sumado la dirección musical garbosa del maestro Frizza, y una inteligente puesta en escena de Yannis Kokkos. El libreto es un enredo tan infernal que no ha de extrañar que desembocara en soluciones antagónicas. Sin embargo, la música de Rossini clarifica las situaciones y las conduce por el escenario con una inesperada fluidez. Esta producción facilita la narración casi siempre. Kokkos ha integrado elementos tradicionales del teatro de cartón y de las marionetas, con otros elementos más modernos pero habituales, como carras o decorados blancos, con la iluminación sutil y acertada de Guido Levi. El director de escena ha optado por el esquematismo escenográfico, pero sin caer en la abstracción, contrarrestado con un vestuario suntuoso. Todo se mueve y funciona dentro de una lógica que el público agradece. La producción es estupenda y hemos podido disfrutar de dos óperas en una. 

Fotografía: Javier del Real