Revista mensual de publicación en Internet
Número 86º - Diciembre 2.007


Secciones: 

Portada
Archivo
Editorial
Quiénes somos
Entrevistas
Artículos
Crítica discos
Conciertos
Web del mes
Buscar
 

 

EL RETORNO DE HILARY HAHN
 

Por Angel Riego Cue. Lee su Curriculum.


Oviedo, Auditorio Príncipe Felipe. 11 de noviembre de 2007. Arriaga: Obertura de "Los esclavos felices". Dvorak: Concierto para violín y orquesta. Liszt: Sinfonía Fausto. Hilary Hahn, violín. Orquesta Filarmónica de la BBC. Director: Gianandrea Noseda.


Volvió Hilary Hahn al auditorio de Oviedo, en el que había tocado hace ya una década en su concierto inaugural, cuando ella comenzaba a darse a conocer como una de las jóvenes promesas del violín. Esta vez interpretaba un concierto no de los más frecuentados del repertorio, el de Dvorak, pero que en sus manos se reveló como una verdadera joya. La Hahn está ya en plena madurez interpretativa, y domina todos los recursos expresivos de su instrumento, sabe hacer unos pianísimos de gran aliento poético en el Adagio, o expresar el carácter "zíngaro" del último movimiento de modo realmente arrebatador. Fue sin duda la gran triunfadora de la velada, que prolongó con una propina de Bach (Sabarande de una Partita para violín solo).

La Orquesta Filarmónica de la BBC es una formación mucho más que digna (ya quisiéramos en España tener algo así en la RTVE) aunque tampoco destaque entre tantas excelentes agrupaciones británicas, ni haya alguna familia instrumental que llame especialmente la atención; si acaso la cuerda, con esa ductilidad tan típicamente británica. Su actual titular, Gianandrea Noseda, nos parece un director mucho más que competente, y que debería estar más valorado. Además del atento acompañamiento en la obra de Dvorak. Noseda dirigió en la primera parte una obertura de Los esclavos felices de Arriaga donde no faltó la "chispa", y en la segunda la asimismo infrecuente Sinfonía Fausto de Liszt, en su redacción original en tres movimientos, sin el final coral. La versión ofrecida de esta última fue febril, con el necesario arrebato, desmintiendo un tanto el tópico de la "fría corrección británica", y fue ideal para defender una obra a la que no siempre se hace justicia, y que hace esperar lo mejor del ciclo de la obra orquestal de Liszt que los mismos intérpretes están grabando para el sello Chandos.