Revista mensual de publicación en Internet
Número 76º - Mayo 2.006


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EL WAGNER ORQUESTAL DE BÖHM

Por Angel Riego Cue. Lee su Curriculum.


Una de las colecciones de Preludios y Oberturas de Wagner más apreciadas de la era del sonido estéreo fue la formada por dos discos de la Deutsche Grammophon, con Karl Böhm dirigiendo a la Filarmónica de Viena, que muchos aficionados recordarán por sus portadas, con sendos retratos al óleo de Richard Wagner, y que reclamaban un puesto al lado de las colecciones grabadas por Klemperer, Szell o el mismo Knappertsbusch (para Westminster). Ambos discos se pasaron a CD pero están descatalogados desde hace tiempo, y habían retornado en series medias y económicas, pero nunca con el contenido completo de los 2 LP's: así, una edición en la serie "Classikon" reproducía entero el primer disco, y otra en "Galleria" mezclaba el contenido de ambos, quedando fuera los fragmentos de Tristán e Isolda, y Maestros Cantores.

El doble CD que publica ahora la Deutsche Grammophon tampoco es una edición completa de los Preludios y Oberturas que grabó Böhm al final de su vida (1979-80) pero al menos es lo más completo que se puede encontrar, abarca el segundo LP entero y la mitad del primero (se han quedado fuera ahora Maestros Cantores y Parsifal) y, sobre todo, devuelve a la circulación el "Preludio y Muerte de Amor" del Tristán e Isolda, que llevaba años fuera de catálogo, y sólo por el cual, como verenos, se justificaba esta reedición.

El objetivo de esta publicación parece ser dar un panorama de los directores wagnerianos de la "vieja escuela" (o no tan vieja, son todo grabaciones en estéreo, con buen sonido) y por eso se ha recurrido a mezclar registros de varios maestros, pese a que el aficionado agradece más que se complete todo lo que grabó un director en vez de hacer mezcolanzas. En este caso, en lugar de Böhm, para los Maestros se ha preferido la versión de Kubelik, y para el Parsifal la de Jochum. Esta última sí aporta un indudable interés, pues aparte de incluir los "Encantos del Viernes Santo" (que Böhm no incluía, solamente el Preludio), supone la reaparición de otra grabación inencontrable que sólo había aparecido hace años en recopilaciones de Preludios y Oberturas de tipo "batiburrillo de directores". En cambio la de Kubelik estaba disponible en la serie Galleria, donde se editó completo el disco Wagner que grabó el maestro checo.


En lo que sigue examinaremos las versiones contenidas en este doble CD, comenzando por las de Böhm, y aprovecharenos para indicar, a nuestro juicio, cuáles son las versiones de referencia de cada pieza, que casi siempre recaen en los dos directores wagnerianos más grandes del pasado, Hans Knappertsbusch y Wilhelm Furtwängler, y a los que habría que añadir un tercer gigante, Karl Muck, a menudo dejado de lado por la excesiva antigüedad de sus grabaciones (años 20).


La Obertura de Rienzi en manos de Böhm es fluida, muy bien logrado el aspecto melódico, con cierto lirismo (dentro de lo que permite la obra), está "saboreada" con madurez y en espectacularidad no cede a ninguna otra versión. En nuestra opinión, puede colocarse entre las grandes lecturas de esta página, junto a las varias de Knappertsbusch y la de Klemperer en EMI.

Por contra, en el El Holandés Errante la avanzada edad de Böhm parece pasarle factura, y en los momentos que requieren aliento épico se nota el esfuerzo del anciano director; el comienzo está logrado, aunque los temas del monólogo del Holandés o del coro de marineros queden algo desvaídos y el final no se libre de cierta pesadez. Eso sí, la orquesta está maravillosa y los momentos líricos, como la Balada de Senta, nunca se oyeron tan "saboreados" como aquí, al menos desde los tiempos de Knappertsbusch (a quien pertenece la referencia indiscutible de esta Obertura, en su grabación Decca con la Filarmónica de Viena, sin olvidar a Muck o incluso a Klemperer).

También en Tannhäuser se nota la avanzada edad de Böhm, aunque en este caso le perjudica menos. La versión es solemne, de tempo amplio, con un comienzo "elegíaco" en el tema del coro de peregrinos, sin cargar nunca las tintas, todo hecho con suavidad, y un Venusberg delicado, con poéticos dibujos de los violines, aunque sin pasión ni exaltación en el "Himno a Venus". El final no tiene la grandiosidad de las versiones de referencia (Furtwängler-EMI, Knappertsbusch-Fil. Munich, Muck-Naxos, incluso Markevitch-DG y Klemperer-EMI, contando sólo las grabaciones de la versión de Dresde, sin la Bacanal cantada). De todos modos, si se acepta la línea interpretativa de Böhm, esta versión puede merecer un puesto entre las más importantes de la era estéreo.

El Preludio del primer acto de Lohengrin está entre lo más logrado de estas grabaciones de Böhm, pues la música no requiere la "garra" de las Oberturas anteriores, sino sonar mística, "celestial", que parece lo más indicado para un director que no estaba ya para muchas batallas, pero que sabe desgranar esta música con la necesaria parsimonia para que el efecto sea el parecer que "vuela hacia el cielo". En lo técnico, la orquesta puede tener algún desajuste, pero poco importa ante lo que se escucha, con un "crescendo" que va adquiriendo el adecuado aliento épico, hasta llegar a una fanfarria realmente grandiosa, y a un final memorable. En resumen, podría competir con Knappertsbusch-Fil. Munich (quizás también con Walter-Columbia) por el puesto de "la mejor en estéreo", aunque entre las de sonido "mono" podrían estar las verdaderas referencias: Knappertsbusch-Tonhalle de Zurich (lástima de mal sonido), Furtwängler-EMI (algo ruidosa en la fanfarria) o Markevitch-DG.

Más discutible puede parecer el Preludio del tercer acto, donde en vez de "ímpetu juvenil" vuelve a aparecer una cierta pesadez. Dentro de las versiones con buen sonido nos quedaríamos, en este caso, con Klemperer.

Para terminar con Böhm, el "Preludio y Muerte de Amor" del Tristán, mucho más poético que su grabación en Bayreuth de 1966, está saboreado sin prisas, mimando detalle a detalle, con una parsimonia que puede parecer excesiva en algunos momentos del "Liebestod" (la obra parece pedir algo más apasionado en lugar de convertirse en "Música para la tercera edad") pero con un resultado tan maravilloso que sin dudar se puede colocar esta versión entre las grandes de la era del estéreo (junto a Knappertsbusch-Fil. Munich y Szell-Cleveland), aunque "la" versión por excelencia de esta pieza sea la que realizó Wilhelm Furtwängler en Berlín en noviembre de 1942, editada por Tahra. Al llevar años ausente del catálogo esta interpretación de Böhm, su inclusión aquí justifica ya la compra de este doble compacto.


Para los Maestros Cantores se ha elegido, como hemos dicho, la versión extraída del disco de Kubelik, cuyo comienzo parece seguir al pie de la letra la indicación del partitura, "Molto moderato". Sin cargar las tintas, sin ser "retumbante", con transiciones muy melódicas, sin embargo al tema de la Canción del premio podría pedírsele más poesía, y el tema de los aprendices suena alegre, pero sin los matices burlescos o grotescos de otras versiones, Kubelik (dentro de lo correcto) parece más plano. Una versión, en suma, al menos correcta de una pieza cuya discografía está presidida por la grabación de Knappertsbusch de 1963 con la NDR, siendo también necesaria la mención de las varias de Furtwängler, de alguna en estéreo como Szell y Reiner, y de la digital de Thielemann.

En Parsifal, encontramos a Eugen Jochum con sus habituales modos en Bruckner (de hecho la versión le suena muy bruckneriana) como un misticismo sencillo, "franciscano", cierta tosquedad dinámica (por ejemplo en la exposición por los metales del "tema de la Fe") e incluso las pausas le suenan a lo típico que suenan en Bruckner, a cambio de registros de un organista. Si del Preludio del primer acto se pueden encontrar varias versiones claramente preferibles, incluso modernas (aunque las que dominan la discografía son las de Knappertsbusch, muy especialmente la de Berlín de 1942), sin embargo en los "Encantos del Viernes Santo" Jochum está más centrado y tiene menos competencia.


Quedan tres piezas por comentar en este doble CD. En primer lugar, parece que había que incluir algo del Anillo del Nibelungo, y también algo que dirigiera Karajan. Conclusión, se incluye la "Cabalgata de las Walkirias" por Karajan (extraída de su Anillo completo), que aparte de ser una versión bastante mustia, además rompe la unidad del programa, pues es la única pieza cantada donde todas las demás son sólo orquestales. Lo lógico hubiera sido dejar a Karajan para la "Marcha Fúnebre" del Ocaso de los Dioses, e incluir una "Cabalgata" en arreglo orquestal, lo malo es que la DG sólo conozco que tuviera dos opciones, la de Markevitch (con sonido "mono") y la de Barenboim en París (digital, pero una interpretación poco recomendable).


Para el Idilio de Sigfrido se ha elegido también, como en Maestros, la versión de Kubelik, de una delicadeza tan extrema que llega casi a sonar a timidez, pese a un arranque más rápido de lo habitual. El tema de la "Canción de cuna" queda un poco anodino, no se diferencia claramente de la introducción, también el tema del "Tesoro del mundo" parece algo tímido y el de la "Realización del amor" algo pesante; no obstante, el fraseo en toda la obra es de gran belleza y da bien la idea de lo "paradisíaco". Una versión que, si bien no está a la altura de las referencias cono Knappertsbusch (soberbio en su grabación para Decca con Viena pero más aún en el concierto del 6 de enero de 1962 en Munich) o Muck, iría a continuación.

Por último, se ha incluido una relativa rareza como la juvenil Obertura Fausto en la única versión de que dispone la DG, la del ingeniero de sonido metido a director Otto Gerdes, la cual estaba hasta ahora inédita en CD. Y no nos habíamos perdido nada, pues la versión tal vez sea la peor que se haya grabado de la Fausto: superficial, pasa a toda velocidad por encima de muchos pasajes que requerirían más atención, y defrauda ya desde el comienzo, con esa pretendida profundidad de los metales que suena tan ridícula. En esta obra, Horenstein (BBC Legends) es literalmente inalcanzable, y si se desea mejor sonido, se puede recurrir a Szell o a Sawallisch.


En resumen, una recopilación de música orquestal de Wagner que, aunque irregular, interesa al menos por las interpretaciones de Böhm.


REFERENCIAS:

WAGNER: Oberturas y Preludios/ Böhm-Kubelik-Jochum-Karajan
DG "2 CD" 00289 477 5445 (2 CD's)