SINFONIA MELODICA 

Por Ignacio Deleyto Alcalá. Lee su Curriculum.

El último disco de los Berliner Barock Solisten nos presenta a un Telemann muy inspirado con obras de categoría que suenan a Vivaldi o Bach: un Telemann catalizador de las corrientes musicales europeas de su época con una inclinación especial por lo italiano y lo francés. Destacaremos la pieza que da nombre al disco, la Sinfonía melodica, y los dos conciertos para violín aunque, en realidad, ninguna de las obras grabadas tiene desperdicio.

En estos tiempos en los que está mal visto interpretar música barroca con instrumentos modernos que los Berliner Barock Solisten traten de afianzar su posición por medio de la llamada “tercera vía”, una combinación de criterios historicistas en cuanto a articulación, tempi, manejo del vibrato, etc. y uso de instrumentos modernos (aunque con cuerdas de tripa y arcos barrocos), es algo más que encomiable. No debemos por ello restarle valor al esfuerzo de este conjunto, creado a la sombra de la Filarmónica de Berlín, que con un trabajo serio y riguroso reclama un lugar en el acotado mundo del barroco dominado en las últimas décadas por la hordas historicistas.

Los Berliner Barock Solisten demuestran su interés por un repertorio poco trillado (dos de las obras son primeras grabaciones mundiales basadas en reconstrucciones de fragmentos), y prueban una vez más la excelencia de sus intérpretes y el dominio de unas claves interpretativas que por tradición y formación les son un tanto ajenas. 

El acompañamiento orquestal nunca resulta pesante; al contrario, es cálido, brillante y transparente. Los músicos revelan un fraseo estilísticamente correcto, juegan con la dinámica y ofrecen un enfoque ágil y enérgico (como en el “Allegro” del Concierto para dos violines en la mayor).  También saben crear tensión y sacar el máximo jugo a estas inspiradas partituras. Escúchese, por ejemplo, la soberbia lectura del Concierto para violín y cuerda en mi mayor. Además, el sonido nunca es raquítico ni áspero. Sin tomar excesivos riesgos, su enfoque es imaginativo y el resultado cautivador. ¿Se puede, por ejemplo, tener mayor sensibilidad y musicalidad en el “Minueto” de la Sinfonia Melodica?

Puede que a algunos les parezca un enfoque históricamente equivocado, un híbrido que no es ni una cosa ni otra, pero a nosotros nos parece un acertado término medio que sin superar a algunos conjuntos historicistas sí supone una notable mejora sobre orquestas como la de Neville Marriner que tuvieron su predicamento en estos repertorios hace no tantos años.

Tanto el violín de Rainer Kussmaul como el oboe de Albrecht Mayer se adaptan bien al espíritu de estas partituras. Kussmaul, concertino en su día de la orquesta de Karajan, muestra su lado más virtuosístico en el mencionado concierto para violín (de inspiración vivaldiana) con unos ataques muy influidos por el de los actuales intérpretes italianos, impecable afinación y un sonido entero. Del oboe de Mayer ya hemos hablado en alguna ocasión por lo que sólo recordaremos que es un músico de enorme musicalidad y con un sonido muy seductor (“Andante” del Concierto para oboe y cuerdas en Re menor). A años luz, por ejemplo, del insufrible oboe de un Holliger que también usaba un oboe moderno para el repertorio barroco.

La toma sonora es excelente y la presentación suficiente. Aquellos aficionados sin prejuicios disfrutarán de este disco que además contiene un Telemann de gran calidad musical. Por ello, recomendaremos sin reparos (y sin sonrojarnos) este nuevo trabajo de los Berliner Barock Solisten.
 

REFERENCIAS: 
 

G. Ph. TELEMANN: Sinfonia Melodica. Obertura para violín, dos oboes, cuerda y bajo continuo en Do menor, TWV 55:c4 (Primera grabación mundial); Concierto para violín, cuerda y bajo continuo en Mi mayor, TWV 51:e3 (Primera grabación mundial); Concierto para oboe, cuerda y bajo continuo en Re menor, TWV 51:d2; Sonata para cuerda y bajo continuo en Mi bemol mayor, TWV 43:es1; Concierto para dos violines, cuerda y bajo continuo en La mayor, TWV 50:a2; Sinfonia melodica para dos oboes, cuerda y bajo continuo en Do mayor, TWV 50:2. Albrecht Mayer, oboe; Berliner Barock Solisten; Rainer Kussmaul, violín y dirección. DG 477 5923.

Página web: www.deutschegrammophon.com