Revista mensual de publicación en Internet
Número 70º - Noviembre 2.005


Secciones: 

Portada
Archivo
Editorial
Quiénes somos
Entrevistas
Artículos
Crítica discos
Bandas sonoras
Conciertos
El lector opina
Web del mes
Tablón anuncios
Suscribir
Buscar
 

 

LOS CONSERVATORIOS DE CASTILLA Y LEÓN:
LA PUERTA FALSA

Por José Luis G. Lubeiro. Presidente de la Asociación de Profesores de Conservatorio Castilla y León Unísono.


Escudo heráldico de Castilla y León

La creación de conservatorios dependientes del MEC supuso, en su día, una contribución muy importante al proceso de modernización de las instituciones que se ocupan de la educación musical en la Comunidad Autónoma de Castilla y León. Algunos de los centros que ya existían en ciudades como Soria o Ávila pertenecían a Ayuntamientos o Diputaciones, y para integrarse en el Ministerio tuvieron que adaptar todo su funcionamiento a la legislación existente y normalizar la situación de su personal realizando el correspondiente Concurso-Oposición  al cuerpo de Profesores de Música y Artes Escénicas que es el Cuerpo creado específicamente para dar clase en los Conservatorios Oficiales de todo el territorio nacional. Siete conservatorios profesionales, que son los de Astorga, Ponferrada, Salamanca, Palencia, Soria, Ávila y Segovia, y uno Superior en Salamanca son fruto de aquella política iniciada por el MEC y que es la que se siguió en el resto de Comunidades Autónomas.

Cuando en Castilla y León se asumieron las competencias en materia de educación, esos conservatorios pertenecientes al MEC, pasaron a depender de la Junta, regulando su funcionamiento por la Legislación General del Estado y por la Legislación específica de Castilla y León. Las sucesivas Leyes Orgánicas de Educación y los Reales Decretos que las han desarrollado han ido fijando los aspectos básicos, como por ejemplo,  los currículos, las ratios, los tiempos lectivos de cada asignatura y los procesos de selección del profesorado.

 Fuera de esta red de conservatorios de la Junta, quedaron los centros de Valladolid, León, Burgos y Zamora, dependientes hoy día de corporaciones locales y provinciales. Estos centros, por el contrario, han regulado sus enseñanzas cada uno de manera particular, de forma que en algunos no se han respetado las ratios, se ha dado menos tiempo de clase por asignatura, las tasas han sido mucho más caras que en los centros de la Junta, las instalaciones no cumplen los requisitos mínimos fijados por Real Decreto y, sobre todo, se ha seleccionado el profesorado por procedimientos muy diversos y de menor exigencia que los que han tenido que superar los profesores pertenecientes al Cuerpo de Profesores de Música y Artes Escénicas.

         Ahora, sin embargo, surge el problema de qué hacer con los centros dependientes de las administraciones locales y con su personal.

En una reunión que tuvo lugar el pasado 18 de Octubre entre la Asociación Unísono de Profesores de los Conservatorios de la Junta de Castilla y León y la Dirección General de Recursos Humanos de dicha Junta, ésta dejó muy clara su decisión de integrar a los conservatorios existentes en la red autonómica, empezando por Valladolid y Burgos, y por lo tanto asumir al profesorado laboral existente en los mismos. Con esta decisión, la Asociación Unísono, denuncia que se va a producir una gravísima injusticia y un agravio comparativo sin precedentes con los Profesores tanto Interinos como de Carrera del Cuerpo de Música y Artes Escénicas, ya que los laborales asumidos de la Administración local van a ocupar unas plazas en un Conservatorio de Titularidad Autonómica sin pasar ningún tipo de prueba o proceso selectivo dándoles prioridad para ocupar estos puestos sobre los derechos adquiridos de Funcionarios de Carrera e Interinos con más años de permanencia en el Cuerpo y, además, manteniéndoles el destino en el propio centro. Esto significaría que los procesos selectivos de acceso a la función pública docente a un Cuerpo de la Administración General del Estado que garantizan una selección del profesorado en igualdad de condiciones y por los que hemos pasado todos los actuales profesores de conservatorios no servirían de nada ante esta decisión política.

Además después de ser asumidos como personal laboral, la Ley 7/2005 de la Función Pública de Castilla y León habilita la posibilidad, en su disposición transitoria 8ª, de un acceso al Cuerpo de Profesores de Música y Artes Escénicas mediante un simple concurso de méritos (Art. 40.3 de dicha Ley)

Esto supondría inventar una puerta de atrás para el acceso a  un cuerpo docente a nivel nacional, regalar unas plazas en Conservatorios Autonómicos sin pasar ningún tipo de prueba y una auténtica burla a todos los profesores que durante años nos preparamos para pasar los procesos selectivos recogidos en todas las sucesivas Leyes de Educación a nivel nacional y que hemos tenido y tenemos que pasar años desplazándonos o viviendo en otras ciudades o comunidades hasta que se nos concedan los traslados, también regulados por estas mismas leyes.

Todo lo expuesto institucionalizaría la actual situación de la educación musical de estas ciudades, condenándolas a tener durante muchos años conservatorios de música de segunda fila y manteniendo la escisión que existe entre los dos modelos de conservatorio de nuestra comunidad autónoma: unos con profesorado seleccionado a través del mismo sistema de Concurso-Oposición convocado por el MEC y por la misma Junta de Castilla y León, y otros centros cuyos  profesores  accedieron a su puesto de trabajo a través de procedimientos diversos y con convocatorias de menor nivel de exigencia, poniendo a este colectivo por delante de todos los Funcionarios del Cuerpo.

En algunos casos, (como en el del Conservatorio de Valladolid que se pueden consultar en el Bocyl del 29 de Junio de 2001), y para acceder a estos centros de titularidad local, el concurso-oposición sólo constaba de una parte teórica de 8 temas cuando el Concurso-Oposición de acceso al Cuerpo de Profesores de Música y Artes Escénicas constaba de 3 partes: prueba práctica y análisis musical, prueba teórica con un temario de más de 30 temas y una última prueba que consistía en dar una clase. Además los baremos estaban hechos a la medida de los que ya ocupaban esas plazas y los tribunales estaban formados por sus propios compañeros, lo que ha dado finalmente unos procesos de selección muy poco rigurosos, por decirlo de manera delicada. Existen, además, profesores laborales que no han realizado ningún tipo de prueba de acceso e imparten clase en estos centros.

Queremos dejar claro que no se pretende, de ninguna manera, perjudicar a ninguno de los trabajadores que dan clase en estos centros. Una solución sería realizar un proceso similar al que ya se utilizó cuando los primeros centros pasaron a pertenecer al MEC, como en el caso de los conservatorios de Ávila y Soria.

Otras Comunidades Autónomas han resuelto el problema reubicando a este personal en Escuelas de Música municipales o manteniendo dos conservatorios en la misma ciudad, uno con titularidad municipal y otro de la Junta, en lugares con la suficiente demanda. En el caso de Valladolid, ni la Junta ni el Ayuntamiento contemplan la posibilidad de mantener a los dos conservatorios en la misma ciudad con distintas titularidades, o reconvertir al ya existente como Escuela Municipal de Música, argumentando falta de presupuesto del Ayuntamiento. La creación de otra Escuela Municipal respondería a la creciente demanda de educación musical y a los cientos de alumnos que se quedan sin plaza año tras año en nuestra Comunidad, creando además una base sólida sobre la que construir el proyecto de un Conservatorio Superior en Valladolid. Además sería la solución perfecta para el conflicto, ya que los trabajadores del Conservatorio Municipal seguirían dependiendo del Ayuntamiento y el Conservatorio de titularidad autonómica de cubriría con los Funcionarios del Cuerpo de Profesores de Música y Artes Escénicas como en el resto de Comunidades, respetándose así los derechos de los dos colectivos.

La Junta ha elaborado el Plan Marco de Enseñanzas Artísticas donde pone de manifiesto su intención de que en todas las capitales de la Comunidad exista un conservatorio de titularidad autonómica, y ha creado la Escuela de Excelencia Musical, medidas todas ellas encaminadas a garantizar la calidad de las enseñanzas musicales unificando éstas en todos sus centros.

No encontramos explicación al hecho de que la misma Junta de Castilla y León haya seleccionado profesorado el año pasado para conservatorios como Palencia, Salamanca o Segovia mediante unos procesos acordes con la Legislación General del Estado en materia de Educación, y para estos otros conservatorios -Valladolid, León, Zamora o Burgos- hable de otro tipo de formas de acceso. Pretender ahora que se realicen funciones específicas de Profesores de Música y Artes Escénicas en estos nuevos centros, por profesores que no pertenecen al Cuerpo, ocupando plazas y bloqueándolas sin dar opción a los que ya son funcionarios del Cuerpo -tanto interinos como de carrera- y que llevan años de servicio en los conservatorios de la Junta, así como a los jóvenes que se están formando actualmente para optar a esas plazas , pone en tela de juicio el acceso a la Función Pública regulado por ley y no tiene precedente en ningún conservatorio del resto de Comunidades Autónomas. Simplemente consideramos que en justicia, y teniendo el cuenta el principio de igualdad, para optar a esas plazas deberán superar procesos selectivos similares en rigor y nivel de exigencia a los que superaron los Profesores de Música y Artes Escénicas. 

El gobierno de la Comunidad Autónoma de Castilla y León tiene en este momento la responsabilidad y la oportunidad de igualar el funcionamiento y los procesos de selección del profesorado en toda su red de conservatorios. Nuestro deseo es que la educación musical reciba un tratamiento adecuado y moderno que suponga un avance real para la vida artística y musical de la comunidad castellano-leonesa.

 

JOSE LUIS G: LUBEIRO

PRESIDENTE DE LA ASOCIACIÓN “UNÍSONO”
DE PROFESORES DE LOS CONSERVATORIOS
DE LA JUNTA DE CASTILLA Y LEÓN