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Número 68º - Septiembre 2.005


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UN ACERCAMIENTO A LA ÚNICA OBRA SHAKESPERIANA DE ROSSINI:
OTELLO, O SIA IL MORO DI VENEZIA

Por Antonio Domínguez Luque. Estudiante de Psicología, Universidad de Málaga.

 

1. La ópera a lo largo del tiempo

El Otello es la única obra rossiniana basada en un drama de Shakespeare. El libreto, no muy afortunado, es de Francesco Berio di Salsa y su estreno se produjo en el Teatro del Fondo de Nápoles el 4 de diciembre de 1816. Lujoso reparto el del estreno. Andrea Nozzari y Giovanni David se encargaron de dar vida a Otello y Rodrigo respectivamente e Isabel Colbrán se encargó de la desdichada Desdémona.

La obra gozó de bastante fama durante el siglo XIX y no fueron pocas las sopranos que quisieron dar vida a una de las heroínas "shakesperianorossinianas" más importantes. Sirvan como ejemplos las celebérrimas María Malibrán o Giuditta Pasta.

La ópera, como otras muchas de Rossini, fue cayendo poco a poco en el olvido y llegado el siglo XX su presencia era prácticamente nula. Como en otros casos hubo que esperar a la Rossini Renaissance para que la obra volviera a coger vuelo. Es curioso que el propio Rossini afirmaba que, de su vasta producción operística, tan sólo sobreviviría en el tiempo el Barbiere completo, el acto II de Guillaume Tell y el acto III de Otello. Afortunadamente el inexorable paso del tiempo se ha encargado de desmentir las creencias rossinianas.

Hubo que esperar a 1960 para la llegada de la primera edición en disco. La grabación, tomada en directo de unas funciones romanas, contaba con Virginia Zeani, Agostino Lazzari, Herbert Handt y Giuseppe Baratti en los roles principales dirigidos por Ferdinando Previtali. No estamos ante cantantes rossinianos pero ya estaba dado el primer paso. Los años venideros se encargarían de la resurrección de la obra y en 1978 llegaría la edición oficial de Philips, tampoco muy rossiniana pero innegablemente elegante (con Carreras, von Stade, Fisichella y Pastine, dirigidos por López Cobos.

Los años ochenta devolverían a Otello a los escenarios de forma definitiva y la crema y nata de cantantes rossinianos del momento se encargarían de dar vida a los personajes de muy distinta índole que se dan cita en la ópera, léase Merritt, Blake, Cuberli, Ramey, Surjan, Matteuzzi, Ford, Giménez, Anderson o Devia por citar algunos ejemplos.

2. Vocalidad

Vocalmente, la obra se adapta totalmente al molde las óperas napolitanas de Rossini. El rol de Desdémona es para una soprano Colbrán (es decir, aquella soprano que, además de cumplir con todas las condiciones exigidas a una soprano rossiniana debe tener un buen dominio en la zona grave de su vocalidad). El tenor abunda sobremanera en este título. Otello es un rol para baritenor, Rodrigo y Jago lo son para contraltino y los papeles de Gondolero, Lucio y Dux también son tenoriles. Elmiro, padre de Desdémona, es para bajo noble y Emilia es para mezzosoprano seria.
 

3. Síntesis argumental

Acto I. Puerto veneciano. Se espera la llegada de Otello que ha resultado vencedor en una batalla contra los turcos. Mientras esperan, todos comentan las proezas militares del guerrero moro (Coro: Viva Otello, viva il prode!). Llega Otello y el Dux en persona se encarga de recibirlo. Otello pone a sus pies todos los trofeos conseguidos y manifiesta que lo único que desea como premio es ser considerado un veneciano más a pesar de su origen africano. Jago y

Rodrigo observan la escena lacerados por la envidia (Cavatina: Ah sì, per voi già sento).
Pero para Rodrigo esto no es lo peor ya que Elmiro, forzado por razones políticas, va a concederle a su rival la mano de su hija Desdemona. Rodrigo está enamorado de la joven y se desespera pero Jago le ofrece su ayuda: entre los dos lograrán derrotar al pérfido Otello. Jago ya ha comenzado a trazar un plan y guarda una carta que será fundamental para la venganza.

Rodrigo se reconforta y ambos se retiran (Dúo: No, non temer, serena).
Nos trasladamos ahora a una habitación en la casa de Elmiro. Allí encontramos a Desdemona y Emilia. La primera está tremendamente preocupada pero su confidente la conforta diciéndole que Otello ha regresado sano y salvo y que todos lo colman de honores. Pero no es ese el motivo de la preocupación de Desdemona: hace tiempo mandó una carta de amor y un mechón de su cabello a su enamorado pero sospecha que su padre la interceptó. Puesto que en la carta no puso el nombre del destinatario quizás haya pensado que en realidad el escrito iba dirigido a Rodrigo y eso podría hacer que los celos de Otello se desataran. Emilia la tranquiliza diciéndole que el amor nunca permitiría que tal cosa sucediera. (Dúo: Vorrei che il tuo pensiero).

En este momento Jago y Rodrigo llegan a la casa de Elmiro y las mujeres deciden marcharse. La carta en realidad ha ido a parar a manos Jago y va a utilizarla para hacer que los celos de Otello afloren aprovechando la ausencia de destinatario. Elmiro los recibe y les comunica que ha cambiado de opinión: puesto que él también odia al moro ha decido otorgarle la mano de Desdemona a Rodrigo para crear una alianza contra Otello. Por este motivo le pide a Jago que marche para preparar la ceremonia, el cual obedece y se marcha. Rodrigo, muy contento, parte poco después. Elmiro se queda solo y Desdemona vuelve a entrar en la estancia. Su padre la informa de que dentro de poco gozará de una gran alegría pero no le precisa nada más, lo que la deja dubitativa. Desdemona narra a Emilia las palabras de su padre pero ésta sospecha que los deseos de la joven y los de Elmiro no son los mismos, así que decide acompañar a Desdemona.  

La escena se traslada ahora a una lujosa sala en el palacio del Dux. Todo está preparado para la boda y un grupo de venecianos festejan el acontecimiento (Coro: Santo Imen! Te guida amore). Al momento entran en la sala Elmiro, Desdemona, Emilia y Rodrigo. Es ahora cuando Desdemona es informada de que va a contraer matrimonio con Rodrigo, algo que la deja muy apesadumbrada. La muchacha hace saber a su padre que no desea a ese hombre como marido y Rodrigo y Elmiro se enfurecen. No obstante su padre es inflexible y si no acepta a Rodrigo la castigará severamente (Terceto: Nel cor d´un padre amante).

Todo se complica con la llegada de Otello, que reclama la mano de Desdemona argumentando que ambos se aman. La joven lo confirma pero Elmiro no está dispuesto a que su hija se una a un hombre de semejante calaña. En vista de los acontecimientos Desdemona es separada de su amado y Otello y Rodrigo se amenazan sable en mano mientras que los venecianos intentan tranquilizarlos. Con la confusión general culmina el acto I (Final: L´ingrata, ahimè, che miro).

Acto II. Un agradable jardín. Rodrigo intenta convencer a Desdemona para que se una a él pero ella lo desprecia duramente y le dice que ya es esposa de Otello. Estas palabras dejan fuertemente sorprendido a Rodrigo y jura aniquilar con sus propias manos al moro (Aria: Che ascolto? Ahimè! Che dici!).

Rodrigo se marcha indignado y aparece Emilia. Desdemona le confiesa que le ha revelado la verdad a Rodrigo y Emilia le hace comprender que si la noticia llegara a oídos de Elmiro podría significar una desgracia. Las dos mujeres se retiran muy preocupadas.

La escena queda solitaria pero al poco tiempo llega Otello sumido en un profundo pesar ya que piensa que la infidelidad de Desdemona atenta directamente contra su gloria y su honor. Jago se percata de la presencia del moro en el jardín y decide ir a conversar con él. Le interroga acerca del motivo de su preocupación y Otello le pregunta a Jago si tiene algún indicio de que Desdemona le sea infiel. El malvado veneciano pone en práctica su plan y le entrega la carta interceptada a la muchacha. El contenido de la misiva es harto claro: “Amor mío, te soy fiel. Aqui tienes una muestra de mi cabello”. Otello cree que la carta iba dirigida a Rodrigo: los celos que ahora siente son irrefrenables y jura matar a su esposa. Mientras tanto, Jago se alegra por el éxito que su plan ha cosechado (Dúo: Non m´inganno).

Jago se marcha y regresa Rodrigo. Ambos se enzarzan en una fuerte discusión y deciden retarse (Dúo: Ah, vieni nel tuo sangue). Desdemona llega justo en este momento e intenta hacerles desistir de semejante idea pero no lo consigue: Otello y Rodrigo están dispuestos a llegar hasta el final (Terceto: Ahimè! Fermate!).

Desdemona se queda sola llorando desconsoladamente. Emilia aparece junto a un grupo de mujeres e intentan consolarla pero la incertidumbre de la muchacha por el transcurso del duelo la martirizan. Por fin es informada de que Otello ha conseguido sobrevivir. La joven respira aliviada pero su padre aparece muy enfurecido y la repudia. La pena que ahora siente Desdemona es inmensa, culminando de esta forma el acto II (Aria: Che samnia, ohimè! Che affanno!).

Acto III. Habitación de Desdemona. Ha anochecido. Desdemona esta muy deprimida: Otello la cree infiel y ha sido exiliado de Venecia y su padre la odia. Los versos que canta un gondolero en la lejanía la hacen entristecer aún más (Barcarola: Nessun maggior dolore). Emilia, siempre fiel, intenta confortarla y la muchacha coge su arpa y comienza a cantar una melancólica canción (Aria: Assia a piè d´un salice). A continuación vuelve a lamentarse de su destino (Aria: Ma stanca alfin di spargere) y tras rezar una plegaria se acuesta (Plegaria: Deh, calma, oh Ciel, nel sonno). Emilia sale de la habitación para dejarla descansar.

Otello, cegado por los celos, ha regresado de incógnito a Venecia con el objetivo de consumar su terrible venganza: matar a Desdemona. Entra en su dormitorio y la encuentra dormida musitando palabras de amor que él cree dirigidas a Rodrigo. Estalla una tormenta y un trueno la despierta. El moro comienza a reprocharle sus faltas y le hace saber que Jago ha matado a su amado Rodrigo. Desdemona intenta convencerle de que ella nunca ha amado a ese hombre pero todo es inútil y Otello le clava un puñal en el corazón (Dúo Non arrestare il colpo).

A continuación entran Lucio, el Dux, Elmiro y Rodrigo y le desvelan que Jago fue el que urdió toda la intriga de la que Desdemona y él han sido víctimas y que ha muerto por una punición divina. Además Rodrigo ha renunciado a la muchacha a favor de Otello y el Senado ha concedido el indulto al moro, por lo que no deberá exiliarse. Cuando Elmiro pregunta por su hija, Otello señala el cuerpo sin vida de su esposa y a continuación se quita la vida ante todos de una puñalada, culminando así la ópera (Final: Che sento? Chi batte?).

Debido a este final, la censura intervino con motivo del estreno de la obra en Roma en 1820. A las autoridades eclesiásticas no les agradaba que la obra terminara trágicamente, así que impusieron a Rossini la composición de un final feliz. En este nuevo final, Otello llega a los aposentos de Desdemona con el objetivo de matarla, cegado por los celos. Desdemona descubre su presencia y Otello le manifiesta sus intenciones. A continuación, Otello le dice a su amada que antes de morir debe saber que Jago ha matado a Rodrigo, quien cree su amante. Desdemona se sorprende ante tal afirmación y le jura que él es su único amor. Ante estas palabras, el furor de Otello se aplaca y ambos cantan “Amor, possente nume”, en el cual se manifiestan su amor (dúo que Rossini tomó en autopréstamo de Armida). A continuación, entran el Dux de Venecia, Lucio, Elmiro y Rodrigo y le desvelan que Jago fue el que urdió toda la calumnia de la cual han sido víctimas Desdemona y él y que ha muerto por una punición divina. La obra termina con un canto al amor por parte de todos los personajes (el cuál Rossini tomó en autopréstamo de Ricciardo e Zoraide, concretamente del final de la ópera). 

4. Música tomada y entregada en autopréstamo
En esta ópera destacan muy poco los autopréstamos. A continuación se indican las piezas que la ópera recibe de otras obras y entrega a otros títulos en autopréstamo.

Música tomada en autopréstamo
1. Sigismondo. Las oberturas son muy parecidas.
2. Torvaldo e Dorliska. La cabaletta del Duca del acto II de Torvaldo e Dorliska (“Cento larve già intorno mi stanno”) tiene la misma melodía que la cabaletta del dúo Otello y Jago del acto II de Otello (“L´ira d´avverso fato”).

Música entregada en autopréstamo
1. Mosè in Egitto. El final de las arias de Desdemona (“Che smania, ahimè, che affano”) y Elcia (“Porgi la destra amata”)  en el acto II de ambos títulos son muy parecidos.

 5. Curiosidades
El rol de Desdémona no tiene cavatina de entrada, así que, por requerimiento sopranil, Rossini también tuvo que "inventar" una entrada para la protagonista. Esta cavatina se titula "Mura infelici... Colpita, afflitta l´anima". Se trata una aria añadida a la obra para Desdemona que se sitúa justamente tras el dúo entre Rodrigo y Jago. Por tanto, cuando la pieza se canta es la presentación del personaje en la ópera. Esta aria fue bastante frecuentada por famosas intérpretes del rol en el siglo XIX, como por ejemplo Giuditta Pasta. Su música fue tomada de la cavatina de Malcolm de “La donna del lago”. Desdemona ya es presa de las sospechas amorosas de Otello y en esta pieza se lamenta de ello y manifiesta el pesar que siente por su actual situación.  

Es curioso observar que, en el transcurso de la obra, hay dos momentos que recuerdan a dos obras de carácter universal. El primer momento se encuentra en la introducción orquestal que precede a la entrada de Desdemona, el cual guarda un curioso parecido con el andante del celebérrimo concierto para piano nº21 “Elvira Madigan” de Mozart. El segundo se encuentra en la parte lenta de la aria de Desdemona que pone punto y final al acto II, parecida a la universal “Casta diva” belliniana.

Cabe destacar que existe la "versión Malibrán" de la obra, en la cual Otello es cantado por una contralto músico. La versión lleva este nombre en honor de María Malibrán, que también se enfrentó al rol masculino.

6. Discografía completa
 
Se indica a continuación la discografía completa de Otello existente actualmente en el mercado. En cada referencia se indica, en este orden, intérpretes principales, director, orquesta, coro, discográfica, año de grabación y número de CDs.  

  • Agostino Lazzari (Otello), Virginia Zeani (Desdemona), Herbert Handt (Rodrigo), Giuseppe Baratti (Jago), Franco Ventriglia (Elmiro), Anna Reynolds (Emilia). Ferdinando Previtali (Director). Orchestra della RAI di Roma. Coro della RAI di Roma. GOP. 1960. 2CDs.
     
  • José Carreras (Otello), Frederica Von Stade (Desdemona), Salvatore Fisichella (Rodrigo), Gianfranco Pastine (Jago), Samuel Ramey (Elmiro), Nucci Condò (Emilia). Jesús López Cobos (Director). Philharmonia Orchestra. Ambrosian Opera Chorus. Philips. 1978. 2CDs.
     
  • Bruce Ford (Otello), Elizabeth Futral (Desdemona), William Matteuzzi (Rodrigo), Juan José Lopera (Jago), Ildebrando D´Arcangelo (Elmiro), Enkelejda Shkosa (Emilia). David Parry (Director). Philharmonia Orchestra. Geoffrey Mitchell Choir. Opera Rara. 1999. 3CDs. Incluye el final de Roma y extractos de la versión Malibrán.
     
  • Irine Ratiani (Otello), Patrizia Ciofi (Desdemona), Simon Edwards (Rodrigo), Gregory Bonfatti (Jago), Soon-Won Kank (Elmiro), Barbara Vivian (Emilia). Paolo Arrivabeni (Director). Orchestra Internazionale d´Italia. Coro da Camera di Bratislava. Dynamic. 2000. 3CDs. Versión Malibrán. Incluye el final de Roma.