Revista mensual de publicación en Internet
Número 64º - Mayo 2.005


Secciones: 

Portada
Archivo
Editorial
Quiénes somos
Entrevistas
Artículos
Crítica discos
Bandas sonoras
Conciertos
El lector opina
Web del mes
Tablón anuncios
Suscribir
Buscar
 

 

HOPKINSON SMITH SUEÑA A DOWLAND

Por Ignacio Deleyto Alcalá. Lee su Curriculum.

 

 

 Hopkinson Smith y Dowland es un binomio que no puede fallar y en este nuevo disco efectivamente no falla. El neoyorkino que llegara a España en los años setenta para estudiar con Emilio Pujol y que fuera uno de los primeros miembros de Hespèrion XX, pasa por ser uno de los más grandes laudistas vivos. Con una extensa discografía, de la que destacaremos sus aproximaciones a compositores españoles y alemanes, Hopkinson Smith es siempre una garantía de dominio técnico y expresividad al laúd. 

El disco publicado por Naïve incluye algunas de las más famosas piezas para laúd de este extraordinario compositor de la Inglaterra isabelina aunque no siempre en las versiones más populares. Hopkinson Smith bebe en varias fuentes y elige variantes no tan conocidas como en el caso de la célebre Lachrimae. También se toma libertades como hacer un compuesto a partir de varias fuentes (Fortune my foe) o incluso añadir alguna parte musical propia (Mrs White’s Nothing). 

Lo cierto es que no hay dos laúdes que suenen igual y por ello es difícil hacer comparaciones ante una misma obra cuando los instrumentos desprenden sonidos tan diferentes. El laúd de ocho órdenes al que Smith arranca mil y un matices es de bello sonido aunque debemos decir que el de José Miguel Moreno en su doble disco para Glossa, de sonido más rústico y casero, tiene un encanto especial. Sin embargo, más allá del sonido de uno u otro instrumento, lo más importante es la destreza y sensibilidad del intérprete y en esto el americano no se queda corto a pesar de competir con nombres como Lindberg, O'Dette o Moreno, laudistas que han puesto su talento al servicio de las múltiples caras de Dowland. 

El laúd habla mil lenguas y describe mil estados de ánimo. Hopkinson Smith no sólo sabe envolverse de melancolía y ensoñación sino que sutileza, sentido del humor o desenfado están presentes cuando la ocasión lo requiere como en frogg galliard. Nobleza y majestuosidad también asoman como en el caso de la famosa the king of Denmark’s galliard. Otro aspecto a destacar en las lecturas del neoyorkino es su irresistible musicalidad en las ornamentaciones con las que no sólo busca un adorno de bella factura sino a veces una arriesgada expresividad. Una escucha atenta nos descubrirá, además, pequeñas pinceladas aquí y allá que enaltecen la música de John Dowland.

En definitiva, si buscamos un solo volumen con música para laúd de Dowland no hace falta complicarse mucho la vida. Aquí lo tenemos. La selección es amplia y variada, el intérprete sobresaliente y el sonido inmejorable. 


REFERENCIAS:

J. DOWLAND: Obras para láud: frogg galliard, a dream, lady hunsdon's allemande, la mia barbara, lady clifton's spirit, a galliard, melancholy galliard, sir john smith's almain, lachrimae pavin, a fantasie, mauritius / dowland pavin, the king of denmark's galliard, farwell, queen elizabeth's galliard, the earl of essex's galliard, dowland's lamentation: semper dowland, semper dolens, a fancy, lady rich's galliard, fortune my foe, mrs white's nothing. Hopkinson Smith, láud. Naïve E 8896. 
 

Página web: www.naiveclassique.com
Distribuidor en España DIVERDI
E-mail diverdi@diverdi.com
Página web www.diverdi.com