Revista mensual de publicación en Internet
Número 61º - Febrero 2.005


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RECITAL DE EWA PODLÉS

Por Ovidi Cobacho Closa, Historiador del arte (Catalunya). 

Obras: Chopin, Rossini, Rachmaninov, Brahms.
Intérpretes:
Ewa Podlés (Contralto) y Roman Markowicz (Piano).
Escenario y fecha:
Gran Teatre del Liceu, 5 de febrero de 2005.

Después de alcanzar un gran éxito como Cornelia, en la reposición de Giulio Cesare la pasada temporada, Ewa Podlés regresó al coliseo barcelonés para ofrecer un recital a un público que abarrotó la sala al completo. Acompañada por el maestro Roman Markowicz, la contralto polonesa – anunciada esta vez como mezzosoprano, sin duda por su amplia extensión en el registro agudo- nos presentó un programa variado y muy sugestivo, que abarcaba desde los ecos de las romanzas polonesas del joven Chopin, la cantata para voz y piano Giovanna d’Arco de Rossini, la explosión vocal del Romanticismo tardío eslavo de Rachmaninov, hasta llegar a los deliciosos aires populares cíngaros de los Zigeunerlieder de Johannes Brahms. Un nutrido repertorio en el que Podlés profundizó para ofrecernos una lectura magistral, servida con una lograda exhibición de contundencia y expresividad canora.

En la primera parte, después de presentar una cálida interpretación de las canciones polacas de Chopin, hizo gala de su calidad vocal, en el matiz, la expresión y la coloratura, en la ambiciosa cantata escrita por  Rossini para obsequiar a la soprano, y futura esposa, Olympe Pélissier. En la segunda parte, lejos de bajar el nivel interpretativo, nos regaló una emotiva ejecución de las deliciosas y melancólicas canciones de Sergei Rachmaninov, cerrando el recital con las canciones cíngaras de Brahms, cantadas con toda su gracia  y frescura.

El auditorio respondió a la belleza de su voz y al entusiasmo de su canto con una sentida ovación de aplausos, viéndose recompensado por la contralto y el maestro Markowics, que en todo momento estuvo a la altura desde el piano, con tres bises de gran volada: la aria inicial de Isabella en L’italiana in Algeri y la Canzonetta spagnuola de Rossini y el popular El Vito. El público, puesto en pie, despidió cariñosamente a la cantante, obligándola a salir a saludar repetidas veces. En resumen, una velada que puso nombre y apellido, en mayúsculas, a la escasa tesitura de contralto en el panorama de solistas actuales: Ewa Podlés.