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Número 57º - Octubre 2.004


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 La Historia del Musical: 1932

Por Carlos Infante.

En la historia del cine musical 1932 significa el quinto aniversario de la irrupción del sonido en el cine, del diálogo y las canciones. Tras unos inicios tumultuosos la calma se va instalando en la industria, la realización de películas 100 % habladas, cantadas y bailadas va ubicándose en el punto que la lógica impone. De las 78 películas musicales producidas por Hollywood en 1930 pasaremos en 1931 a las 11 cintas reduciendo un paso más en 1932 hasta llegar a la decena. Este descenso (temporal) también significa un aumento cualitativo, alguno de estos musicales, más de setenta años después, permanecen en el recuerdo del aficionado y las televisiones continúan emitiéndolos.

De todos los musicales de 1932, de la decena antes cintada, el más importante es TORERO A LA FUERZA (“The Kid from Spain”) de Leo McCarey, protagonizada por Eddie Cantor, la gran estrella de Broadway, de Zieglfeld, con coreografía de Busby Berkeley. La película tuvo un coste de 1.400.000 dólares y un éxito sin precedentes. Número Uno en la recaudación anual del país y como anécdota representativa cabe citar que en el Rivoli Theatre de Nueva York el precio de las entradas llegó al increíble coste de 2 dólares con 30 centavos de 1932.

TORERO A LA FUERZA es la tercera producción de una serie de seis realizadas por el productor independiente Samuel Goldwyn con Edide Cantor como protagonista. En las seis películas Cantor encarna el mismo personaje (siempre llamado Eddie). El éxito de las cuatro primeras fue tal que en cuatro años consecutivos su ubicaron  entre las dos películas de mayor recaudación del año (dos ocasiones en el número uno y otras dos veces en el segundo puesto).

A día de hoy la película mantiene una frescura y vigencia sorprendente, desde el prólogo “The College Song” con un Berkeley ya apuntando lo que poco después le llevaría a la posteridad, hasta el final donde Cantor tendrá que torear en una secuencia que para los medios disponibles en 1932 es toda una muestra de maestría.

La segunda película que debemos reseñar es AMAME ESTA NOCHE (‘Love Me Tonight’) de Rouben Mamoulian, con Maurice Chevalier y Jeanette MacDonald como protagonistas. Posiblemente la producción mas coherente de cuantas se habían filmado en este fascinante género. Mamoulian aporta alguna importante innovación, como por ejemplo la grabación previa de las canciones, lo que le permite realizar una serie de coreografías impresionantes. Particularmente tampoco puedo olvidar el final ante el tren, uno de los momentos tan mágicos como inolvidables de la historia del cine.

La tercera cita sería ONDAS MUSICALES (‘The Big Broadcast’) con Bing Crosby como nueva estrella de la Paramount. Es la primera producción de la serie ‘Big Broadcast’, y posiblemente la mejor. Ambientada, como pueden suponer, en una emisora de radio donde junto a Bing Crosby encontramos (entre otros) a Kate Smith, Arthur Tracy, The Boswell Sisters, Burns and Allen, Cab Calloway y Vincent Lopez con sus respectivas orquestas, The Mills Brothers y el tenor Donald Novis. No sólo estamos ante una gran película, sino ante un documento histórico que nos permite conocer intérpretes musicales de la época, todo un deleite.

Cuarta propuesta del género: UNA HORA MAS CONTIGO (‘One Hour with You’) dirigida por George Cukor, aunque finalmente adjudicada a Ernst Lubitsch. De nuevo la pareja Maurice Chevalier y Jeanette MacDonald, que ya habían trabajado a las órdenes de Lubitsch en ‘The Love on Parade’ y volverían a hacerlo en ‘La Viuda Alegre’. Posiblemente sea una de las producciones menores de Lubitsch, aunque manteniendo la magia del director y la incuestionada química de la pareja protagónica. Un matrimonio, una historia por el medio, canciones y algunas cosas más. No es una maravilla, no está al nivel de las grandes obras del maestro de la comedia sofisticada, pero incluye valores sólidos de la comedia musical.

Completan la lista de musicales del año GIRL CRAZY, segunda versión a cargo de la RKO, donde destaca y prima sobre el conjunto la presencia de George e Ira Gershwin como autores de la parte melódica y la dirección musical de Max Steiner, sin olvidar el guión de Herman J. Mankiewicz. Una reunión donde se dan cinta algunos de los grandes nombres del cine antes de alcanzar el estrellato. También merece una mención la versión de "I Got Rhythm" interpretada por Kitty Nelly. Por supuesto la versión más conocida es la de 1943 dirigida por Norman Taurog, con Mickey Rooney y Judy Garland como protagonistas, es la que ha pasado a la historia y la que pueden ver las nuevas generaciones de aficionados, pero este precedente mantiene su interés, más histórico que artístico, pero esa es otra historia.

THIS IS THE NIGHT con Lili Damita y Charles Ruggles es otro de los musicales de 1932. Absolutamente olvidado en la actualidad, esta comedía romántica seguía en su momento la estela y la imagen del cine de Rene Clair y Ernst Lubitsch. Tan sólo incluye tres canciones y hoy tal vez se recuerde por ser una de las primeras interpretaciones de un jovencísimo Cary Grant. En definitiva un musical menor, realizado para el consumo rápido, para ese público que tan sólo tres años antes sólo deseaba ver las películas ‘100 por 100 habladas, cantadas y bailadas’.

MANHATTAN PARADE es una comedia realizada por Warner Bros, siguiendo la línea ‘slapstick’, donde esencialmente se satiriza los musicales de Nueva York: director ruso con exigencias exorbitadas y lindezas similares. Queda para el recuerdo el uso del Technicolor bicromático, bastante habitual en aquellos años, muy especialmente en las comedias musicales. Otro ejemplo típico del género, cuyo argumento más socorrido es la preparación de un espectáculo musical, era un pretexto perfecto para incorporar las canciones a la trama sin demasiada dificultad.

LA RUBIA DEL FOLLIES (‘Blondie of the Follies’) es una comedia a mayor gloria de Marion Davies (la amante de Hearts) que en esta ocasión tiene a Robert Montgomery como partenaire. Una chica del coro se enamora de un playboy, un argumento tan tópico como conocido, aunque estemos en una producción de alto presupuesto. Destacamos un reparto multiestelar, casi en la línea de GRAN HOTEL, aunque personalmente me quedaría con los diálogos de Anita Loos. En conjunto no ha llegado a cubrir las expectativas despertadas, ni tampoco ha aprovechado los medios puestos a su servicio.

THE PHANTOM PRESIDENT de Norman Taurog es otro de los musicales que a día de hoy permanece en el profundo olvido. Su interés en la actualidad radica en el hecho de ser una auténtica rareza histórica. Está protagonizado por George M. Cohan, el autor de “Yankee Doodle Dandy”, al que llamaban ‘Mr. Broadway’, que tras tres apariciones en el cine mudo durante la década de los diez, debuta como actor sonoro en un experiencia limitada a dos películas. No hay duda que ver a Cohan, incluso con la cara pintada de negro, es un atractivo incuestionado. Junto a Cohan también encontramos a Jimmy Durante y una jovencísima Claudette Colbert.

Terminamos nuestro repaso por los musicales de 1932 con CROONER de Lloyd Bacon. La historia de un saxofonista y su ascensión a la fama como intérprete. No he visto la película, tampoco conozco a nadie que la haya visto, y por los datos que tengo lo único destacable es que en este film encontramos a algunos de los artífices de LA CALLE 42, la obra maestra que consagraría a Berkeley como el más grande coreógrafo de la historia del cine y elevaría a la historia con mayúsculas los musicales de la Warner, que por cierto no abandonarían el toque de ‘denuncia social’ que caracterizaba al estudio… Por lo demás no merece ni comentario.

La conclusión es sencilla, a modo de resumen podemos afirmar que 1932 es el año en que se estabiliza el género, o se consolida dicha estabilización ya iniciada el año anterior. El número de obras musicales se reduce considerablemente y la calidad media aumenta. El musical más importante del año es TORERO A LA FUERZA, aunque AMAME ESTA NOCHE también podría serlo. La Paramount apuesta decididamente por el género con seis producciones, comenzando lo que sería una extensa colaboración con Bing Crosby. Warner permanece a la expectativa con dos películas menores, la Metro sólo apuesta por su consolidado valor Marion Davis, RKO tira a una comedia como GIRL CRAZY. Como pueden comprobar la tónica es la expectación. Al año siguiente, ya con el éxito de LA CALLE 42, los musicales se volverán a disparar con la producción de 33 películas. Pero eso es otra historia.