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Número 54º - Julio 2.004


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ENTREVISTA: JOHN STOKES
“ Al pensar en música, comienzo siempre por el cello”
-
  Jacqueline Du Pré-



John Stokes


Entrevista realizada por Daniel López Fidalgo (Madrid, Grupo Scialoja-Branca).

INTRODUCCIÓN

                   Acercamos en esta ocasión la figura de un  inmenso violonchelista, al decir de los críticos y maestros, opinión que es fácilmente refrendada por cualquiera que asista a un concierto, en el que él imparta su saber, con la serena suficiencia de quien conoce que lo que hace, quedará para siempre.

                  John Stokes, nacido en Canadá, entendió desde muy pronto que su destino estaba irremediablemente ligado al violonchelo, al tiempo que hizo suyo el dominio de una técnica apabullante, y un estilo bien definido, que él reconoce como herencia de sus maestros aderezada con un sello propio, privativo de los artistas que lo son por derecho y reconocibles por las generaciones futuras.

ENTREVISTA  

                Daniel López :  Gracias John por atendernos, creo que en tu agenda hay anotaciones hasta 2005. Podemos comenzar  si te parece siguiendo un orden cronológico.

                John Stokes: Muy bien, te explico, la afición a la música viene de familia mi padre es gran aficionado y estudió piano, iba a conciertos con él y la primera vez que asistí a uno, al ver los chelos, los contrabajos allí colocados lo vi claro y le dije a mi padre: “ yo quiero tocar el chelo”. Al principio puedes suponer... hubo reticencias: que si es muy duro, muy sacrificado, y todo eso.

                DL: Realmente lo tuviste claro desde el principio con lo que ahorraste tiempo en decidir.

                JS: Sí, sí, desde luego yo lo tenía claro así que me plantee qué debía hacer para conseguir ser un violonchelista. Empecé a estudiar en Canadá, que tiene buen sistema orquestas jóvenes, con lo que puedes adquirir cierta experiencia que luego viene bien. Después me trasladé a EEUU al “Philadelphia Colleges of Performing Arts” donde tengo la suerte de entrar en contacto con Lorne Munroe –chelo solista de la filarmónica de Nueva York y Mihaly Virizlay – solista de la filarmónica de Baltimore-.

               DL: Al principio supongo que compaginarías el chelo con los estudios.

               JS: Sí con el Instituto. Yo quería ser antes que chelo astrofísico, y dedicaba tiempo a las matemáticas.

               DL: Defiendes esa vinculación entre las matemáticas y la música. ¿Hay correlación entre una mente analítica y su aplicación musical?

               JS: Es curioso, yo creo que es muy posible esa correlación. Hay dos tipos de músicos a mi entender. Uno, aquellos que son puramente musicales en sentido estricto, que analizan la música desde la pura emoción, sin más consideraciones, y otro, entre los que quizás me incluyo, que son más analíticos en el sentido de estudiar la partitura a fondo, las consideraciones históricas etc.

              DL: Para la clase en la que tú te incluyes quizás sea Bach el referente.

              JS: Sí desde luego.

              DL: Seguimos con tu formación si te parece.

              JS: Sí, después estuve en el conservatorio de Toronto, y obtuve plaza en la Orquesta Windsor Symphony donde estuve 6 años. Durante ese tiempo estuve en el prestigioso “Banff Centre of Arts” lo que supuso para mí el principio de todo lo que vino más tarde. Entrar ahí es muy importante porque puedes hacer lo que quieras, decidir realmente hacia dónde quieres encaminarte. Estando allí conocí a Lluís Claret, su forma de tocar tan relajado y natural, supuso que yo cambiara la técnica que hasta entonces  había usado; me dio muy buenos consejos.

              DL: ¿Fue a partir de ese encuentro cuando tomas contacto con España?

              JS: Efectivamente, vengo a estudiar con Claret y obtengo plaza en la Orquesta de Tenerife.

              DL: Hablamos si te parece ahora, de la técnica del chelo.

              JS: El chelo, además del violín y el piano, creo que es un instrumento difícil, ya que es muy físico. Requiere fuerza, aunque hay que combinarla con relajación y fluidez. Claret por ejemplo, tiene una idea muy orgánica, concibiendo al intérprete y al instrumento como un todo que se funde.

              DL: Decía Maischy recientemente que hoy tal vez se busca más la rapidez y limpieza de sonido por encima de la hondura interpretativa y el sentimiento. ¿Qué opinión tienes al respecto?

              JS:  Yo trato de analizar la particella y descubrir la música que está ahí escondida. En el momento de llegar al escenario trato de dejarme llevar.

              DL: ¿Crees que el intérprete debe acomodarse a los nuevos métodos de interpretación, o debe ser más fiel a la partitura dentro del margen en que esto es posible? La vieja polémica.

              JS: Ja , ja es un problema eterno eso. Es imposible generar el mismo sonido que hace cuarenta años. A mí me gusta mucho leer acerca de los estilos porque creo que es muy útil para la interpretación después. Yo tengo las ideas claras acerca de cómo creo que deben sonar los compositores, aunque luego es el director quien debe dar las pautas para que sepamos qué Bach quiere o qué Haydn.

             DL: Tengo entendido que formas parte de la clase de músicos que viven para la música, sin horarios.

            JS: Yo realmente me he convertido en una especie de monje que tiene en la música su religión. Me entusiasma indagar y seguir en una formación continua. Fíjate que desde que salí de Canadá, la música me ha tenido ocupado por todas partes del mundo y sólo he vuelto una vez allí.

            DL: La familia está celosa ya de tu chelo supongo...

            JS: Ja, ja sí , pero la verdad es que lo entienden y siempre he contado con su apoyo.

            DL: En el ámbito estrictamente español, como extranjero, cómo valorarías la situación musical.

           JS: Realmente la situación ahora en España en general es muy buena. Ten en cuenta que en Madrid por ejemplo hay gran cantidad de eventos, y cuatro orquestas que mantienen temporadas completas.¡Eso es fantástico! En Toronto por ejemplo hay sólo dos orquestas que no mantienen temporadas todo el año. Madrid ofrece unas posibilidades extraordinarias a la altura de las grandes ciudades del mundo. En el resto de España hay orquestas estupendas, y cada vez más.

           DL:  ¿Qué opinas de los nuevos valores en el chelo como Polo, entre muchos otros?

           JS: Hay grandes intérpretes en España. Me citas a Polo, que para mí es un intérprete de un nivel elevadísimo. Es increíble como toca.

           DL: Dada tu amplio manejo de repertorio tanto sinfónico como de cámara. ¿Cuáles son tus preferencias?

           JS: Yo siempre me quedo con la música de cámara. A mí me produce una satisfacción especial interpretar ese tipo de música.  Quizás mi favorito sea Shostakovich, creo que no es justamente valorado.

          DL: ¿Cómo se encuentran tus proyectos camerísticos?

          JS: Muy bien , la verdad es que yo necesito música de cámara. Seguimos con la agrupación de Cámara Sartory, que es ya un proyecto maduro. Ahora vamos a Panamá, luego tenemos muchos conciertos que me tienen ocupado hasta 2005.

          DL: ¿Tenéis los chelos esa mentalidad de solistas que dan algún quebradero de cabeza a los directores?

          JS: Sí, yo creo que después de los primeros violines,  los solistas de chelo somos un grupo algo individualista.

          DL: ¿De los intérpretes de chelo que has escuchado en directo, quién te ha causado mayor impresión?

          JS:  Realmente me causó una impresión enorme Yo Yo Ma. Su interpretación hace algún tiempo en el Auditorio Nacional fue para llorar de emoción . Había gente incapaz de levantarse de sus asientos porque habían quedado impactados. Fue algo impresionante.

           DL: Háblame del mantenimiento del chelo. ¿Es similar al de un violín por ejemplo?

           JS: Sí es parecido. Ten en cuenta que al escucharlo todo el año sabemos perfectamente si hay alguna fisura o algún cambio. El clima lo afecta mucho ya que hay oscilaciones en el puente que hay que vigilar. Es muy importante llevar siempre recambios de puente. Lo de los traslados también es dificultoso. Muchas veces pagamos un pasaje de avión sólo para el chelo y poder llevarlo en cabina, para paliar los cambios de presión.

          DL: En música española, ¿por dónde se encaminan tus preferencias?

          JS: Me gusta muchísimo Falla; de entre los más modernos tengo predilección por Cristóbal Halffter.

         DL: Llegados aquí no nos queda más que agradecerte el tiempo que nos has dedicado, y desearte lo mejor para el futuro.

         JS: Igualmente, y muchas gracias a vosotros.

       Hay músicos que no consideran su profesión como un tiempo a dedicar, porque no hay medida en lo que es una pasión sublime que se transfiere a su arte y es fácilmente perceptible. Músicos que hacen del sonido una religión, y a ella se consagran con la devoción de un místico, al que le faltan horas para dar satisfacción a sus deseos que parecen siempre pedir más música, y en su egoísmo nos regalan arte. A esa clase de músicos pertenece John Stokes, a quien siempre se puede encontrar junto al diapasón de su chelo.